Amor en Volterra 2 (Alec Vulturi) [En pausa]

Capítulo 24

Tal y como apareció se fue. Dejando en el ambiente diversos sentimientos: miedo por descubrir que sus esfuerzos por derrotarle serían inútiles; confusión por sus ultimas palabras antes de irse; dolor y rabia por ver a la persona que amaba sufrir por las heridas que le habían producido. Pero sobre todo incertidumbre por el futuro que les esperaba.

Siriana no sabía en qué momento había perdido la consciencia, pero cuando volvió en sí por completo vio que no estaba en el descampado nevado, sino en una habitación en los brazos de Alec. No había dejado que nadie la apartase de él, ni siquiera para examinar su herida, que, para sorpresa y gran preocupación de todos, todavía se estaba curando.

- ¿Dónde...? - le costaba horrores hablar. Sentía la garganta totalmente seca

-Estamos en un hotel de Seattle. No sabía si podrías viajar estando herida- con cuidado le acercó un vaso de agua a los labios que también tenía secos-. Bebe despacio- sentir como aquel líquido se deslizaba por su boca fue tan placentero que quiso beber más de lo que en ese momento podía y se atragantó-. Te dije que despacio- con cuidado la incorporó un poco más y le ofreció más agua-. ¿Cómo te encuentras?

-No lo sé- se sentía cansada y con la cabeza en una nube, pero también sentía que le dolía todo el cuerpo-. ¿Qué pasó?

-Draken- ese nombre era lo único que la chica necesitaba escuchar para recordar como su hermanastro apareció en el campo de batalla cuando estaban a punto de iniciar una absurda pelea con los Vulturis-. Te hirió para llevarse tu sangre.

- ¿Los demás están bien? - recordaba que su hermano había sido encadenado, pero no conseguía recordar que pasó con él o con Crysti.

-Todos están bien- Alec pudo ver la duda en sus ojos-. Después de la aparición de Draken, los maestros decidieron que los Cullen no habían cometido ningún crimen y les dejaron en paz. Volvieron a Volterra poco tiempo después.

- ¿Hace cuanto que pasó eso? - algo en las palabras del chico le dijo que no había estado inconsciente unas horas.

-Diez días- antes de que ella se pudiera mover por la sorpresa la sujetó-. La herida que te hicieron no era normal y por eso has tardado más en curarte.

La chica llevó sus manos a donde había sido herida y sintió las vendas que todavía cubrían su cuerpo. Sabía que había habido algo raro, porque por mucho que la herida fuese grave su poder de curación era muy bueno. Además, en ese momento había perdido sangre con demasiada rapidez y ese era algo que le preocupaba, porque significaba que Draken había usado magia muy avanzada para crear ese tipo de instrumentos.

-Todavía no estas curada del todo- con delicadeza la ayudó a sentarse en la cama, aunque eso provocó que la herida le doliese-. Creo que tardarás un poco más en poder moverte con libertad.

- ¿Dónde están Axel y Crysti?

-Fueron a comer- el chico no había querido abandonar el país con su hermana en ese estado, pero todos sabían que debía volver y hablar con sus padres sobre lo que había descubierto sobre Draken. Solo les había podido decir que Siriana estaba herida y que el asunto por el que habían ido allí había terminado bien. No quería darles más información por teléfono por si acaso alguien espiaba la conversación, porque después de su encuentro con Draken sabía que era capaz de eso y de mucho más.

-Tengo la sensación de haber sido derrotada sin haber luchado- vagas imágenes de lo sucedido durante esa extraña batalla llegaban a su mente, pero eran confusas y rezaba para que algunas fueran producto de su imaginación-. Jamás podremos derrotarle, ¿verdad? - Alec no contestó. No quería admitirlo, pero la visión de la descendencia de Draken le había sobrecogido-. Alec...deberíamos hablar....