Capítulo 2

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La inminente llegada de los vampiros chinos había desatado el caos entre la guardia Vulturi. Todos querían saber por qué de repente habían decidido ir a Volterra, pero Aro no les había dicho nada. Solo lo sabían los más cercanos a los líderes Vulturis y nunca traicionarían la confianza de sus maestros.


Demetri y Félix esperaban en la puerta principal de la ciudad a la comitiva que debía llegar esa noche. Eran once vampiros que vestían las ropas tradicionales de su país y por lo que pudieron apreciar tres de ellos llevaban un Jian en sus cinturones, algo que puso nerviosos a Félix y Demetri, pues les indicaba que venían preparados para combatir.

Con una leve inclinación los dos vampiros les guiaron por la ciudad hasta el castillo de los Vulturis donde les esperaban sus maestros con toda la Guardia preparada por si debían atacar.


-Es un gran honor el poder conoceros por fin-Aro se levantó para saludarles.

-Gracias por recibirnos- uno de ellos se adelantó para poder saludar al vampiro-.Mi nombre es , soy el líder de los ocho inmortales-los demás vampiros permanecieron quietos detrás de su líder-.Ellos son mis hermanos , , , , , y la preciosa , -la mujer les miró con intensidad. Llevaba un hanfú tradicional rojo y su largo pelo negro estaba recogido en un elegante moño.

-Supongo que estaréis cansados y sedientos por el largo viaje-Aro le hizo una señal a Heidi-. Si lo deseáis podemos conseguiros algo de comer.

-No hace falta, nos hemos alimentado cuando pasamos por Roma-la voz de era suave y sedosa. Estaba destinada a seducir a la gente y ella la sabia usar muy bien-. Pero si nos ofreces alimento, es de mala educación rechazarlo.

-Heidi, ¿cuándo comienza la excursión que programaste?

-En dos horas maestro-Heidi miraba con superioridad a la recién llegada. Sabía que ella era muy hermosa y no se sentía intimidada por aquella mujer-. Si queréis puedo traerlos.

- ¿Excursión? - preguntó Lü Dongbin-. Podemos cazar por nuestra cuenta.

-Está prohibido cazar en la ciudad-la voz de Aro sonó alegre, pero con un leve tono de amenaza-. Si comenzásemos a cazar dentro de Volterra la gente sospecharía de nuestra existencia-los recién llegados no parecían muy contentos con la explicación-. Y como creo que sabréis también está prohibido cazar en Siena, a no ser que queráis terminar este viaje antes de tiempo.

-Dejemos el tema de la comida para más tarde. Hemos venido por un asunto muy serio-dijo malhumorado-. Necesitamos la ayuda de los Vulturis para derrotar a la rebelión que se ha dedicado a crear neófitos para formar un ejército.

-Es un problema muy grave-dijo Aro pensativo-. Y estaremos encantados de ayudaros- el sonido del coche les llegó desde el exterior del castillo-. Ya han llegado-todos miraron hacia la puerta.


Siriana miraba el informe que le había entregado su madre antes de salir de la ciudad. Estaba muy emocionada porque después de un año por fin les dejaban volver a realizar misiones. Aunque solo eran los mensajeros de la Organización, pero si conseguían convencer a su madre les dejarían hacerse cargo de todo.

Axel giró hacia el callejón para aparcar el coche, mientras Crysti miraba nerviosa el castillo. La última vez que estuvo en Volterra......no tenía muy buenos recuerdos de aquel lugar y todavía tenía miedo de salir a la calle y cruzarse con algún humano.

-Vampiros chinos...-Axel parecía estar en su propio mundo-. Nunca pensé que los vería en Volterra.

- ¿Y eso? -Crysti todavía no había terminado su educación sobre el mundo sobrenatural-. Creía que todos los vampiros obedecían a los Vulturis.

Amor en Volterra 2 (Alec Vulturi) [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora