Capítulo 23

208 14 1
                                    

El aludido apareció por arte de magia cerca de la Guardia Vulturi que se movilizó para proteger a sus amos. Por su parte, Siriana se giró hacia Edward para decirle mentalmente que se alejaran todo lo que pudieran de aquel lugar, mientras le dejaba ver una parte de sus recuerdos. El vampiro no quería irse y dejarles allí cuando ellos habían venido en su ayuda, pero Siriana le dijo que en aquella batalla serían un estorbo y que era mejor irse. A regañadientes Edward informó a sus aliados, que al igual que el chico protestaron, pero acabaron cediendo y abandonaron el lugar.

-Draken, ¿qué haces aquí? Te dije que no debía volver a verte en varios siglos.

- ¿Pensasteis que no me enteraría de lo que estaba pasando? He seguido los movimientos de mis pequeños hermanos desde que les hice una visita en Siena. Por cierto, esa niña no es tan extraordinaria- dijo con desdén-. Ya he visto más hibrido de humanos y vampiros por el mundo y, no son tan maravillosos como otros híbridos- Crysti se escondió tras el cuerpo de Axel ante esas palabras-. ¿Qué tal un hibrido entre Alec y Siriana? Eso sí que sería muy interesante. ¿Qué predomina más, la sangre de vampiro, nereida o lobo? - Alec le miraba furioso y con ganas de arrancarle la cabeza-. Estoy seguro de que mi padre también lo ha pensado al descubrir que los humanos pueden tener descendencia con los vampiros.

- ¿A qué has venido? – Aro se estaba impacientando. Su hijo le había estropeado la posibilidad de acabar con los Cullen y conseguir un gran número de nuevos vampiros con dones muy interesantes-. Esto no te concierte.

- Era la mejor oportunidad de probar mis experimentos- Axel vio como bajos sus pies brillaba un círculo mágico y antes de poder reaccionar unas cadenas surgieron de él y le aprisionaron- Crysti, ¿qué tal tu nueva vida?

-No te atrevas a tocarla- el joven lobo intentaba librarse de las cadenas, pero cada vez que se movía estas se apretaban más.

-Axel no seas tan sobreprotector con ella- con pasó ligero se acercó a donde estaban-. Crysti es capaz de defenderse sola, ¿no?

-Draken...- Aro sabía que si algo le pasaba a alguno de los cazadores no solo sería el fin de Draken, sino de los Vulturis. La Organización nunca les perdonaría y, por mucho que le molestase admitirlo, no eran rivales para una fuerza como la suya-. Sabes que esto no terminará bien para nadie.

-Padre estar tanto tiempo en el poder te afecta- se burló su hijo mientras seguía caminando entre los dos grupos-. Por el contrario, yo nunca he dejado de investigar y de hacerme más fuerte. Crees saber todo lo que he hecho, pero créeme que no conoces ni el 1%. Yo mismo me encargaba de dejarte pistas de aquello que haría que me dejarás tranquilo durante una temporada.

Otro circulo mágico apareció a los pies de Siriana que se apartó corriendo, pensando que así se libraría de acabar atada como su hermana. Para su propia desgracia Draken no era tonto. Un horrible dolor la atravesó desde la espalda hasta el estómago. Con terror vio como una estaca de hielo la había atravesado y la sangre se escurría con abundancia mientras las piernas le fallaban y caía de rodillas.

- ¡No! - Axel intentó levantarse, pero las cadenas le aprisionaron más. Crysti a su lado había estado intentando romper las cadenas, pero imposible incluso para ella.


La chica intentaba arrancar aquella estaca que impedía que su poder de regeneración funcionara, pero la sangre hacía que le resbalaran las manos y además se sentía cada vez más mareada y débil.

Alec la sostuvo en sus brazos antes de que cayera al suelo. Asustado veía como la sangre seguía fluyendo del cuerpo de la chica. Debía hacer que parase, pero corría el riesgo de que ella se desangrara si su poder de curación no era lo suficientemente rápido.

Amor en Volterra 2 (Alec Vulturi) [En pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora