Amor en Volterra 2 (Alec Vulturi) [En pausa]

Capítulo 8

La nieva había parado de caer durante la fría noche. Todo a su alrededor estaba teñido de blanco.

La batalla seguía sin que nadie hiciese nada por evitarlo. Muchos conocidos caían delante suyo, pero solo le importaba que uno de ellos estuviese a salvo. Seguía constantemente sus movimientos, exponiéndose a que cualquiera la pudiese atacar, pero no le importaba si algo le sucedía...

No podía dejar que lo hicieran. Le daba igual que fuesen sus aliados. No podía dejar que lo matasen...

- ¡No! -Siriana se despertó gritando angustiada. Su respiración era entrecortada y podía sentir como el sudor frío recorría su cuerpo, mientras su corazón sonaba descontrolado.

- ¿Qué pasa? -Alec la miraba preocupado. Había comenzado a oír como el corazón de la chica se aceleraba, supuso que sería por algún sueño, pero al oírla gritar había subido corriendo para ver que le pasaba-. Tranquila, solo ha sido un sueño-Siriana se abalanzó contra él para abrazarle. Temblaba-. ¿Qué has soñado? -asustada ocultó su rostro en el pecho del chico. Alec la miró asustado, porque nunca la había visto así. A través de su camisa pudo sentir las silenciosas lágrimas de la chica caer. Su corazón y respiración parecían estar volviendo a la normalidad, pero aún seguía temblando-. Siriana cuéntame que te pasa-con delicadeza consiguió que la chica le mirase. Tenía los ojos llenos de lágrimas y le miraba con angustia.

-Estoy...bien-susurró mientras se volvía a sentar lentamente en la cama-. Es solo que he tenido una pesadilla que me ha impactado mucho-Alec la sentó encima suyo mientras la abrazaba-. Solo eso....

-Llevo muchos siglos vivo como para creerme que estas a si por un simple mal sueño-la chica apoyó la cabeza en su hombro mientras intentaba recomponerse-. ¿Por qué no me lo quieres contar?

-Porque prefiero no volver a recordar ese sueño. Nunca-dijo en un susurro. Alec la miro serio. Sabía que no era bueno forzarla a que se lo contase, pero quería saber que era lo que tanto asustaba a su compañera-. ¿Qué hora es?

-Las cinco de la mañana. Pues volver a dormir si quieres.

-No-dijo rápidamente-. Quédate aquí conmigo, no quiero volver a dormir.

-Está bien, pero deberías descansar-con un rápido movimiento tumbó a la chica en la cama y la arropó con varias mantas para que no pasase frío al estar él cerca-. Cierra los ojos. Te prometo que me quedaré aquí hasta que te despiertes-con resignación Siriana cerró los ojos, pero al hacerlo volvió a ver las escenas de su sueño-. Tranquila-pasó un brazo por encima de la chica para poder abrazarla-. Duérmete.

- ¿Qué tal te encuentras? -Axel miró hacia la puerta donde había aparecido su padre-. El médico dijo que en un par de días estarías como nuevo, pero debes tener reposo absoluto-Crysti permanecía sentada junto a la cama del rubio atenta a cualquier amenaza-. Crysti ¿podrías hacerme un favor? - la pelirroja le miré extrañada-. Necesito hablar a solas con mi hijo. Si eres tan amable de dejarnos un rato te estaría muy agradecido-la chica asintió dudosa. No querría alejarse de Axel, porque algo en su interior le decía que Axel estaba herido y tenía que defenderle de cualquier amenaza, pero sabía que no podía negar una petición de uno de los jefes de la Organización-. Gracias. Cuando terminemos te avisaré.

- ¿Vas a explicarme el motivo de por qué nos estabais espiando? -el chico no estaba muy dispuesto a hablar pacíficamente.

-Era una prueba para ver si estabais en forma. Y por vimos habéis superado la prueba, pero por los pelos- el chico asintió-. Axel creo que fuiste muy duro con tu hermana.