"Estupido y Sensual Campamento"

Capitulo 37: LOS PROBLEMAS SON SOMBRAS

JESS POV

Hoy la temperatura pasaba los treinta grados lejos. El único refugio que se consideraba fresco era bajo la sombra de los árboles o dentro del comedor donde repararon los ventiladores de techo que a duras penas giraban para proporcionar una pizca de brisa.

Día ideal para ir a nadar

Todavía se me pasa por la cabeza el recuerdo de aquella vez que intente aprender a surfear. Siempre quise aprender, y ahora me encuentro rogando a Ian para que me enseñe.

- Ni en sueños Jessica, la última vez terminaste medio muerta.

-¡Eres un exageradooo! - me quejaba y miraba al cielo - dame otra oportunidad Ian, sabes que soy buena en los deportes...

- Como sé que eres buena para meterte en problemas.

Demonios, me conoce muy bien.

-¡Bien! - dije poniéndome recta y cruzándome de brazos - puedo pedirle a alguien más que lo haga.

Llegue a la playa junto a mis amigas, buscamos un lugar donde estirar nuestras toallas y tomar sol. Llevaba puesto el biquini azul que casi siempre usaba, pues no me considero busca piropos asique prefiero no llamar la atención. Con mi mano hice de visera para evitar que el sol me diera a los ojos y busque a chicos, o en todo caso chicas, que tengan tablas de surf.

Una mano golpeo mi cabeza por detrás haciéndome dar un paso adelante.

- Si pensabas que te dejaría tomar clases de surf con un extraño estas equivocada - sonreí al verlo, porque yo también lo conocía lo suficiente como saber que vendría - además soy un experto en el tema, no es por alardear, pero estas en mano de el mejor surfista de la zona. Y más te vale no asustarme esta vez payasita.

-¿Tan fea soy que parezco un payaso?

- Jessica - dijo tomándome entre sus manos para que lo mirara - eres perfecta tal y como eres.

- Nadie es perfecto...

- Pues para mi tú lo eres - unió nuestros labios para dejarme saborear esos labios que me llevaban a otro mundo - y nadie va a cambiar mi opinión.

Tome la tabla, Ian tomo la suya y fingimos ser de esas propagandas con los salvavidas que corren en cámara lenta. Somos especiales gritaron las chicas al notarlo.

Ya en el agua, que estaba preciosa y cristalina, la echaba de menos, me senté en la tabla a la espera de instrucciones.

- Primero fíjate en como lo hago ¿okey?

- Okey - respondí asintiendo y nos despedimos con otro beso.

Hay que admitirlo, él sabe lo que hace.

Con tan solo dar un par de braseadas ya se encontraba parándose remontando esa ola enorme, o por lo menos para mí lo era, mientras mantenía un equilibrio perfecto. Como era de esperarse, Ian fingió que tocaba la guitarra y al mirarme me guiño un ojo.

- Presumido...

Un sexto sentido se activo en mí haciéndome que me volteara a ver hacia atrás y ahí estaban, las miraditas coquetas que tanto odiaba. Algunas de ellas aplaudían, otras se asombraban exageradamente llevando sus manos a las mejillas, en cuando a las corajudas, ellas mandaban besitos a Ian.

-¿Y bien? - pregunto Ian al estar junto a mí.

-¿Y bien qué?

- Es tu turno.

-¿Así sin más? - quice saber puesto a que no había aprendido nada que no supiera.

- Ve de una vez mujer.