Fueron los peores minutos que he pasado en mi vida.
Jake tardo media hora en llegar al hospital. Por suerte no había tráfico, pues claro todos estaban de fiesta esa noche. Nos mantuvimos en silencio durante todo el transcurso del viaje, mirando el camino iluminado por las luces del coche. En la sala de Emergencias dejaron pasar solo a Jake y a mí me mandaron a sala de espera. Pues él era el mayor de edad, no yo.
Los sonidos retumbaban en mis oídos. El teléfono sonando, un bebé llorando, la puerta que se abría y cerraba en lo que pasaban personas con batas blancas y celestes, la mujer de limpieza fregando los pisos. Todo me provocaba un terrible dolor de cabeza.
Miraba el reloj de pared, me pasaba las manos por el rostro, daba pequeños golpecitos con la punta del pie en el suelo, miraba de nuevo el reloj, largaba un largo suspiro al notar que solo había pasado un minuto desde la última vez que eche un vistazo, buscaba a toda costa a un médico o enfermera que me explicase la situación. Todos respondían lo mismo "por favor sea paciente". Me faltaba el aire dentro de ese lugar, pero no podía permitirme ir hacia afuera, no podía abandonar a mi hermanito menor. Para remplazar la sensación de asfixia, camine hacia la ventana y la abrí completamente.
Así de nerviosa permanecí por una hora hasta que mamá apareció.
- Mamá - corrí hacia ella, llorando con el solo hecho de imaginar las peores situaciones - ¿Cómo esta Jared? ¿por qué tardaron tanto? ¿ya puedo entrar a verlo?
- Tranquila hija - comenzó a hablar mientras acariciaba mis mojadas mejillas - cuando se dio la explosión Jared uso sus manos para cubrirse el rostro. Tuvieron que vendárselas. Ahora esta descansando, dicen que en poco tiempo se recuperara. Pasa a verlo.
Me dirigí hacia la habitación de Jared, entonces escuche la voz de mi madre.
- Estas hermosa Jess.
Antes de entrar cerré los ojos por un segundo e intenté tranquilizar mis agitadas pulsaciones.
Jared no necesita a una hermana llorona en este momento.
Abrí la puerta asomando la cabeza. Juan y Jake se encontraban sentados junto a la camilla, papá miraba por la ventana. Sin hacer mucho ruido entré. Sus pequeños bracitos, que descansaban fuera de las sábanas, eran cubiertos por vendas blancas como había dicho mamá. Completamente blancas. Su cara angelical tenía unas venditas y algunos golpes marcados.
- Jess ¿estas bien? - se acerco papá.
- Estoy bien - lo tranquilice - ¿todavía no despierta verdad?
- Todavía no - respondió y con un movimiento de cabeza le indico a los chicos hacia el pasillo - dejen a su hermana un rato a solas con Jared.
Ellos se limitaron a asentir con la cabeza.
Tome una silla y me quede sentada, junto a mi pequeño hermano. Entrelace su mano con las mías. Aun estaban cálidas.
-¿No piensas despertar hermanito? - murmure con tristeza - te necesito más que nunca bobo. Solo quiero que sonrías y digas que todo va a estar bien - deposite un beso en su mano, mis ojos ya comenzaban a humedecerse. Continué - ¿Qué se supone que tengo que hacer Jared?¿Qué voy a hacer cuando vuelva? no sabes lo mucho que me dolió verle a los ojos...justo aquí - golpeé mi pecho - aquí es donde duele. Tengo miedo de conocer la verdad, de enfrentarla cara a cara... porque si lo hago ¿ya no habría vuelta atrás o si?
Claro que no habría.
Rompiendo en lágrimas apoye mi cabeza sobre la camilla. Quería despertar, que todo esto fuese una pesadilla y justo ahora me encontrara durmiendo en la cabaña. Pero a quién engañaba. Estoy despierta.
ESTÁS LEYENDO
"Estupido y Sensual Campamento"
Dla nastolatkówJessica Welch una chica nada fuera de lo normal, que vive con tres hermanos y es acosada por su compañero, es obligada a asistir a un campamento de verano. Su mejor amiga piensa que es la oportunidad para enamorarla con alguien, pero se le olvida q...