Capítulo 31: Donde Todo Comenzó

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Capítulo 31: Donde Todo Comenzó

Capítulo 31: Donde Todo Comenzó

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Cat

—¿Dónde estabas? —la preocupación de Selt es palpable. Todos están esperando por mí, o quizás ya pensaban que los oscuros me tenían preparada para el ritual.

—Me entretuve un poco —no entro en detalles—, ya es hora de irnos.

—Así es —afirma Selt con seriedad. Justo ahora me siento como un cerdo yendo directo al matadero—. Tenemos que organizarnos, cuando lleguemos todo será un caos.

—Sí, hay que poner a salvo a tus padres, la hermana de Nicol —interviene Sebastián.

—No hay mucho que planificar —Marcus abre los ojos como platos ante mi respuesta, supongo que esperaba un plan bien elaborado, pero la realidad es que no lo necesitamos. No para cerrar el círculo de sangre—, ubicaremos primero a mis padres, tu hermana —Nicol me da una tímida sonrisa—, y luego solo dejaremos que todo tome su curso, como siempre ha sido. Necesito estar ahí para que se cierre, y liberarme.

—Muy bien, todo al centro —dice Maycol animado—, daremos un paseo—extiende sus manos. Tomo una de ellas—, espero que tengas un plan —susurra.

Hemos formado un círculo, unidos por las manos. Un plan, no exactamente un formidable deseo de terminar con todo esto sí y con eso es suficiente. Un leve mareo me indica que hemos llegado.

Ciudad desierta es solo escombros. Las calles agrietadas, y casa sepultadas. Selt camina delante de nosotros, aunque no hay nada que pueda indicarnos donde es exactamente la entrada, ella parece conocer cada escombro y guiarse a través de ellos. Supongo que no es fácil para ella regresar a la ciudad que tuvo que sepultar.

Se detiene, a pocos pasos se encuentra una puerta sobresalienta de la tierra. Es la entrada a las cuevas donde el círculo de sangre se ha llevado por años, donde he muertos en dos oportunidades. Este lugar es imposible de olvidar. Ella abre la puerta. Una escalera de la misma tierra nos invita a descender.

La veo dudar un poco, pero al final pisa el primer escalón, la seguimos al interior de la cueva.

El pasillo que se abre ante nosotros es detrás de la igual al de mis recuerdos, estrecho y con varios caminos, no son buenos recuerdos pero aquí estoy por tercera vez.

—Esto solía ser el sótano de mi casa —dice Selt en un susurro—. Marcus y yo iremos a los calabozos es allí donde deben tener a tus padres, en cuanto a la hermana de Nicol estará presente en el ritual.

—Bien, mantente en contacto con Sebastián —ellos toman a la izquierda. Mientras que nosotros tomamos ese mismo pasillo de piedras sobresalientes, oscuro, con olor a humedad y muerte, que hemos recorrido con anterioridad.

Todos es exactamente igual que en el pasado, la luz irradia en lo que es la entrada de sala donde se realizan los sacrificios y rituales. Hay dos hombres con capas negras de espalda al túnel, me adelanto y agarro a uno por el cuello, mis garras se entierran en su piel con facilidad. May, se encarga del otro golpeándolo contra la pared de rocas hasta dejarlo inconsciente, o muerto es difícil saberlo. La sangre de mis manos es de un rojo tan oscuros que parece negro, Nicol al verla se pone pálida y asquea como si fuera a vomitar.

Sebastián se hace cargo de ella, intenta tranquilizarla.

—Mejor que vomite de una vez, se sentirá mejor después —digo en voz baja, y como si fuera una orden se voltea, me doy la vuelta para no mirar, y May hace lo mismo.

—¿Segura de que puedes continuar? —ella susurra un sí a la pregunta de Maycol.

—Todo va estar bien, solo no te alejes de mí —le dice Sebastián.

—Como si fuera tan fácil —se queja ella. La veo limpiarse los labios con el borde de la franela—. Tranquilos estaré bien, además, hay tres fantasmas cubriéndome la espalda —sonríe.

Es extraño pensar en Samuel como un fantasma, pero me alegra mucho de que este aquí. Aunque es difícil imaginar que pueda hacer para cuidarla.

May le ha sacado la tela oscura al hombre del piso, y se la coloca. Para entrar y ganar un poco de tiempo necesitamos mezclarnos, esa es una buena idea. Hago lo mismo solo que se la entregó a Sebas para que la coloque.

—Ustedes ubiquen a la hermana de Nicol, y busquen posibles candidatos para que ocupen sus lugares en el ritual —digo alejándome por el pasillo.

—¿Tu a dónde iras? —pregunta Sebas un poco preocupado.

—Hare lo mismo —los dejo en la entrada de la gran sala, y continúo por el túnel.

Recorrer cada rincón de esta cueva trae a relucir muchos recuerdos, cada recuerdo me hostigaba con detalles, con los rostros de mis amigos fallecidos en el trascurrir de los años... debo concentrarme, dejarlos de lado. Me detengo, hay un olor que me ha perseguido en el pasado, es Sasha. Junto a quien estoy buscando.

En mi primera vida, compartimos parentesco, éramos primas, y al igual que Alonzo me traiciono, pero a diferencia de él si la pude matar, lo que no me explico es como ha vuelto a la vida una y otra vez. Aunque eso no debería sorprenderme tanto, los oscuros consiguen tantas cosas que no deberían existir, como yo.

Me detengo y me oculto detrás de una sobresaliente roca, la deformidad de la cueva es muy buena para ocultarse. En el pasado también me oculte y espere por su llegada, hasta creo que fue en este mismo lugar, donde el terror de sus ojos se mezcló con su sangre. Ella siempre quiso mejor que yo, pero tomo el camino equivocado para superarme.

Ahora que lo pienso es como si nosotras dos tuviéramos un fuerte lazo que nos ha puesto siempre en la misma familia, como si fueras hermanas aunque físicamente no nos parecemos en nada. Ella es de piel canela, y yo de piel clara. En mi segunda vida éramos muy unidas, tanto que ayude para que se juntara con Samuel, ese el peor error de mi vida. Lo que al principio fue amor termino siendo solo un juego para ella, un juego que la llevo a matarlo.

Realmente me gustaría terminar con su vida ahora, porque le arrebato la vida a Sam de nuevo. Pero la necesito con vida. Entra en mi campo de visión y la veo detenerse con cautela como si sintiera mi presencia.

—Qué bueno verte, prima —le dedico la sonrisa más falsa, que en mi vida he podido dar. Se mueve horrorizada al verme, se aleja pero queda acorralada. Se a da de fiera pero no lo es, no ante mí.

—Cat —dice mi nombre con palabras temblorosas— ¿vienes a matarme? —intenta ocultar su miedo, pero está impregnado en su olor.

—No, vine a darte algo mejor —camino alrededor de ella y en su oído susurro —te voy a dar lo que siempre me has envidiado —antes que pueda reaccionar la golpeo con fuerza en la cabeza. La sujeto antes de que caiga por completo en el suelo, pesa un poco. Debo llevarla a un lugar donde sea fácil para Maycol ubicarla. La levanto de un tirón sobre mi hombro, es bueno ser una bestia, la fuerza es una habilidad muy útil.

Hay pasos cercas, y murmuraciones que indican que han comenzado con los sacrificios previos al círculo de sangre, lo que significa que Nariel sabe que estamos aquí.

Y me esta esperando.

Y me esta esperando

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Círculo de Sangre. Guardianes 4. Gato MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora