Capítulo 14: Caídos

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Capítulo 14

Caídos

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Debí haberme quedado cerca de mi hermano, pero me preocupaba Nicol. Me acerco a la puerta, pero el chirriar del asfalto me detiene a entrar. Una camioneta en color plata se ha detenido con brusquedad en medio de la calle, y Nicol emerge de ella. Esta aterrada, corre hasta la puerta y la golpea a puño cerrado. Su gemela, se mantiene cerca de ella, y me saluda con la mano. Nadie abre la puerta. Nicol está desesperada, no es para menos lo que ha presenciado es algo que jamás podrá olvidar. Zoe, se mueve de un lugar a otro sin saber qué hacer, hasta que susurra en su oído:— revisa tu bolso, quizás tengas la llave.

Su hermana deja de aporrear la puerta, y vacía el pequeño bolso que cuelga de su hombro en el suelo, no hay mucho que ver; una pintura de labios, un pequeño espejo, su teléfono y las llaves. Las toma, sus manos tiemblan mientras abre la puerta.

—¿Porque aún no puede verte? —pregunta Zoe en el instante en que la puerta se abre y su hermana la cruza dejándola abierta.

—Yo creo que es porque aún no asimila su naturaleza, y tú eres su hermana existe un vínculo entre ustedes. Cuando se quite esa venda que solo ella se ha puesto en los ojos, podrá ver lo que ojos humanos no pueden observar.

—¡MAMA! —grita en el interior de la casa.

Zoe se adentra en la casa, cruzo el umbral y tiro de la puerta. Dudo mucho que con los gritos que Nicol puedan escuchar que la puerta se ha cerrado, además tampoco creo que ella recuerde que la ha dejado abierta.

En la sala su madre se encuentra con los guardianes. Quienes se quedan en silencio y sorprendidos al ver a Nicol.

—¿Qué paso? —mirando los ojos de su hija aterrorizados.

—Camila es una tal Sasha. Se llevó a Dulces y mato a Keyla en el colegio —soltó sin pensar en medio del llanto.

Cordelia se queda atónita ante la noticia, la veo tomar un fuerte respiro. No es como si la tomara por sorpresa, desde un principio ella siempre tuvo sus sospechas en cuanto a la hija que había llegado a su puerta, pero alguien muerto solo llevo su mente a un nombre, los oscuros.

—Nosotros iremos —dice Andrés sin pedir más explicaciones. Dejando la sala, detrás de él le siguen los demás.

Sara abraza a su hija, sin saber que hay otra anhelando ese abrazo en silencio. Zoe se pierde en la escena que ella nunca conoció.

—Iré con ellos —anuncio en un susurro. Zoe cambia la dirección de sus ojos, parecen vidriosos pero no por la muerte que ella misma representa, es como si en realidad pudiera llorar.

—Estaremos bien —es lo único que dice.

Andrés va sobre el límite de velocidad establecido, siguiendo el "tipo de auto" en color plata de los otros guardines. Desde que dejamos la casa de Nicol, ninguno de los dos ha cruzado palabra. Existe demasiada tensión en el auto, pero toda proviene de Cordelia. Ella no dejado de mirar por la ventana, siempre con la mirada perdida en la oscuridad, lo que sea que esté pasando por su mente la atormenta mucho más que la verdad sobre la supuesta hija que ha estado cuidando desde hace un par de meses.

Círculo de Sangre. Guardianes 4. Gato MágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora