✏️Tercer dibujo𓂃 ִֶָ ִֶָ

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Nuevamente sábado, eso sólo significaba una cosa: Yeosang bajo el mismo árbol con su carpeta y lápiz dibujando.

Por un momento casi no viene, Wooyoung lo había llamado porque se había peleado con su novio San y estaba muy triste, pero por suerte, mientras estaban en llamada, se escuchó a San golpear la puerta y pedirle perdón mientras lloraba, o eso creyó Yeosang por lo que escuchó desde el otro lado de la línea. Al rato, Wooyoung le mandó un mensaje diciendo que todo estaba bien y que pasaría el resto de la tarde con su pareja.

A veces le preocupaba la relación que tenían esos dos. Pero sus peleas no duraban mucho tiempo y enseguida volvían a ser tan pegados como siempre. El amor que se tenían esos dos era único e intenso, pero lograban funcionar de alguna forma. Por otro lado, Yeosang no creía soportar toda esa intensidad en una pareja, era más de los que preferían estar tranquilos sin molestar a nadie.

-¡Ey! – Alguien llamó su atención – Yeosang ¿verdad? – El nombrado quedó boquiabierto al ver que el que le hablaba era nada más y nada menos que el azabache.

-S-sí, ese e-es mi nombre... - Respondió algo tímido recibiendo una nueva sonrisa del mayor – Pero... ¿Cómo sabes mi nombre?

-Estaba en el dibujo que me hiciste – Sacó el papel doblado del bolsillo de su campera de cuero – Me alegra encontrarte por aquí – Su sonrisa era tan hipnotizante para el rubio.

Se quedaron viendo el uno al otro en un silencio extrañamente cómodo. Yeosang juraría que todo alrededor se había pausado y sólo existían ellos.

-Quería agradecerte por el dibujo – el azabache fue el primero en romper el silencio.

-No fue nada... - Yeosang sintió su rostro un poco caliente.

-Quería invitarte una bebida como agradecimiento ¿aceptas? – Preguntó el mayor – Claro, si no estás ocupado ahora mismo – comentó al ver que el menor estaba con su cuaderno y lápiz.

-No, no estoy ocupado... - Bajó su vista a la hoja aún en blanco – No quiero molestarle...

El azabache rió – No te estaría invitando si me molestara – Extendió su mano para ayudar al menor a levantarse del suelo.

El rubio observo detalladamente la mano y luego observo el mayor, que seguía sonriéndole como siempre ¿Acaso no sabía lo que su sonrisa causaba en los demás? O tal vez sólo le sucedía a Yeosang, esas mariposas en el estómago que le dificultaban actuar normal ante el chico.

Después de pensarlo por unos segundos, tomó su mano. Esto alivió al mayor ya que pensaba haber arruinado algo. Ambos sintieron el tacto de sus manos suaves y calientes, si fuera por ellos no soltarían la mano del otro. El mayor agrandó su sonrisa logrando que el menor se pusiera algo nervioso y por ello separe sus manos.

-Conozco un puesto de bebidas bastantes refrescantes – comentó el mayor – por cierto, me llamo Park Seonghwa.

-Lindo nombre – Comentó el rubio por lo bajo pero el azabache logró escucharlo.

-Gracias, el tuyo también es muy lindo – Yeosang elevó su mirada hacia el azabache que caminaba a su lado sin poder creer aún lo que le decía.

Una vez que ambos tuvieron sus bebidas, el mayor se ofreció a pagar ya que él lo había invitado. Aunque el menor le hizo prometer al contrario que la próxima vez él pagaría. Seonghwa asintió alegremente por la idea de que habrá una próxima.

Se sentaron en las mesas que se encontraban fuera del local, habían quedado uno en frente del otro. El mayor se veía realmente adorable bebiendo su malteada y el rubio no pudo evitar sacar su cuaderno y lápiz para retratarlo.

Seonghwa vio como el menor se había puesto a dibujar y no quiso detenerlo, en cambio aprovechó para preguntarle sobre sus gustos para conocer a aquel chico que había llamado su atención.

-Pollo frito – contestó a la pregunta del mayor.

-¿Enserio? Mi primo tiene un restaurante y el pollo frito que sirven ahí es delicioso – Aun el menor seguía con su vista en el papel, cada tanto lo miraba para luego seguir dibujando. Esto hacia que Seonghwa se sintiera alagado – Podría llevarte algún día – Yeosang seguía con su vista baja entonces el mayor aprovechó y tomó el vaso del menor para tomar un poco de su licuado, era de chocolate y oreo. El rubio reaccionó tarde, Seonghwa ya había probado de su bebida; el contrario reaccionó riendo por la expresión del rostro del menor.

-Terminé – dijo el menor y extendió su cuaderno para que el mayor viera su arte.

 -¡Wow, te quedó muy bien! – Comentó algo emocionado mientras veía lo que el menor recién había hecho - ¿Cómo haces para dibujar tan genial en tan poco tiempo? – Le preguntó

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 -¡Wow, te quedó muy bien! – Comentó algo emocionado mientras veía lo que el menor recién había hecho - ¿Cómo haces para dibujar tan genial en tan poco tiempo? – Le preguntó.

-No es la gran cosa tampoco... - Dijo mientras le sacaba el cuaderno de las manos al mayor.

-¿Cómo que no? – Preguntó indignado – Ya quisiera yo dibujar así.

Yeosang rio por el comentario del mayor y Seonghwa se sintió el ser más afortunado por poder presenciar la hermosa sonrisa del rubio. 

𝑫𝒓𝒂𝒘 𝒎𝒆 | 𝑆𝑒𝑜𝑛𝑔𝑆𝑎𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora