Diluc #1

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El día estaba llegando a su fin, Marina se apresuraba a llegar lo más rápido posible a la ciudad ya que su catalizador se había roto en el camino y ella no quería encontrarse con algún bandido o monstruo que le hiciera daño.

-Necesito apurarme más, pero si corro llamaré mucho la atención y alguien podría seguirme- pensó la muchacha de ojos azules mientras apresuraba El Paso.

Marina ya veía las luces de la ciudad, no le faltaba mucho en verdad pero venía cargando una muy pesada mochila que la alentaba bastante. Nuestra chica venía huyendo de Liyue debido a que la buscaban los fatui.

Al llegar al Puente de la entrada de mondstadt sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas del alivio de haber alcanzado su destino, ella nunca había estado en ese lugar pero necesitaba con urgencia resguardarse.

-De verdad creí que moriría- Marina dijo sin darse cuenta en voz alta y limpiándose las lágrimas mientras dejaba caer su mochila al piso.

-Todos hemos pensado eso alguna vez niña- Un muchacho alto con cabello rojo como el fuego se acercó a Marina, sacándola por completo de su tranquilidad- Ahora si no te molesta, podrías dejar tu drama para quitarte del medio-

Marina trató de cubrir su cara con su largo cabello negro mientras trataba de tomar su mochila de nuevo- L-Lo-Lo siento señor, me iré en un momento-

El pelirrojo la miró extrañado tratando de verle bien la cara pero fallando por el movimiento de ella y su cabello, Marina no pudo cargar la mochila a sus hombros de nuevo, ya llevaba tres días sin comer, sus fuerzas se agotaron en el momento menos indicado, así que la arrastró como podía.

El pelirrojo resopló molesto, todo esto le estaba pareciendo demasiado sospechoso, quizás debería investigar a la muchacha.

-Deja de perder el tiempo- El pelirrojo arrebató la mano de la muchacha haciendo que esta se girara para encararlo- ¿Qué es lo que...-

Marina miró asustada al joven quien había cambiado su expresión aterradora a una con preocupación, lo que menos quería era lastimarla pero ahora podía observarla mejor, la chica iba vestida con un vestido blanco que se sostenía por un collar dorado en su cuello, su cabello negro como el abismo y largo hasta la cintura se balanceaba en su espalda, sus ojos azules y aterrados, y la visión Electro que colgaba de un cinturón de cadenas doradas en su cintura.

Marina gritó mientras levantaba su mano esperando que saliera su catalizador para atacar, sin embargo su catalizador roto apareció y no ocurrió nada.

-¿Ibas a atacarme?- el pelirrojo apretó su agarre mientras sonreía un poco-

-No, déjeme explicar...le...-Marina se desplomó, el pelirrojo la pegó a su pecho para que no cayera al piso- Lo siento señor, he viajado por tres días, no me quedan fuerzas ni dinero para comprar comida- susurró la joven sin fuerzas-

-Soy Diluc- dijo con molestia el pelirrojo mientras cargaba a la muchacha como un saco de papas en un hombro y su mochila en el otro-

El pelirrojo era dueño de un viñedo muy grande pero quedaba un poco separado de la ciudad, así que decidió llevarla por las calles de atrás en la ciudad para meterla por la puerta de atrás de su taberna y que nadie se diera cuenta.

-Señor Diluc, llega Justo a tiempo- Su empleado lo saludaba mientras salía de la bodega, donde había dejado a marina recostada- Mi hora de irme pasó hace 10 minutos, nos vemos mañana- Dijo el señor mientras salía de la barra y caminaba a la salida-

-Lo Que me faltaba- pensó Diluc apretando la mandíbula, no sabía que haría con la chica, solo esperaba que no despertara pronto para poder terminar con su trabajo sin problemas-

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La noche pasó bastante lenta para nuestro pelirrojo, así que comenzó a sacar a la gente de la taberna sin importarle que aún no fuera la hora de cierre, total, era su negocio.

Cuando el ultimo de los borrachos se fue Diluc sirvió un vaso con agua y tomó un poco de pan para ir a la bodega, Marina estaba ahí abrazando sus piernas mientras lloraba desconsolada.

-No te asustes, solo quiero ayudar- Diluc le ofreció las cosas, sentándose a su lado-

-¿Es un plan para entregarme? -preguntó la chica mientras se quitaba el cabello de la cara-

Diluc ladeó la cabeza de forma interrogante- Solo come, no te conozco y quiero que te vayas lo más rápido- contestó sin darle importancia

Marina tomó el agua y comió el pan con rapidez, se levantó preparada para irse en silencio, Diluc estaba pensativo con todo este asunto, no sabía que le convenía más, si investigar a la chica o hacerse de la vista gorda.

-Hasta luego señor Diluc- Marina cerró la puerta detrás de ella y Diluc solo suspiró de forma pesada, nos conocía y quería que no le importara, ¡pero la chica ni siquiera podía defenderse! Menudo ridículo hizo cuando sacó su arma.

-Tiene esa visión de adorno- Pensó en voz alta mirando al techo, Diluc tenía el presentimiento de que ese no sería su último encuentro con la chica- Ni siquiera me dijo su nombre- volvió a pensar el pelirrojo y sin más se dispuso a cerrar para ir a descansar

A la mañana siguiente Marina despertó con dolor en cada hueso de su cuerpo, durmió a las afueras de la ciudad en el pasto, su cuerpo le gritaba descansar pero ella solo quería ir a la ciudad para encontrar una forma de ganarse la vida y no volver a pasar la noche así nunca.

-Bienvenida a Mondstadt, ¿necesita algo?- Marina se acercó a uno de los guardias de las puertas de la ciudad-

-Mire, yo vengo de muy lejos, ¿habrá algún lugar a donde pueda ir a conseguir trabajo? Necesito Mora para pagar mi estancia aquí- Dijo Marina mientras veía con pena al guardia-

El guardia la miró de pies a cabeza, casi se relame los labios al ver el cuerpo de aquella chica, se notaba que estaba indefensa pero aquí cualquier persona podría ver sus malas intenciones.

-¡Oh! Una extranjera, bienvenida a mondstadt- Dijo el guardia con una sonrisa- Usted es muy bella, le recomiendo que vaya al obsequio del Ángel, ahí podrían darle trabajo solamente por eso-

Marina sonrió y le agradeció al guardia, el guardia miraba el trasero de la chica con una gran sonrisa, estaba ansioso por encontrarla ahí en la noche y quizás interceptarla un día después del cierre.

Al pasar por las calles de la ciudad la gente la miraba y sonreía, otros la ignoraban y ella simplemente se sentía tranquila, estaba segura de que todo se iba a resolver, entró en la taberna y su sonrisa se iluminó más al ver que estaba casi vacía, ella no sabía que el trabajo verdadero comenzaba por las noches.

-Buenos Días preciosa, ¿Algo para tomar?- Un joven te sonrió mientras te acercabas a la barra-

-Oh, no gracias, en realidad estoy aquí para pedirle un favor- Marina habló suplicante mientras se acercaba al hombre-

Aquel chico sorprendido y sonrojado la miró con atención- ¿Podrían darme trabajo? Haré lo que sea, limpiar, ordenar, lo que digan, en verdad necesito dinero, me acabo de mudar- Marina habló de forma muy rápida y nerviosa mientras ponía sus manos en forma de súplica.

El chico sonrió y le llamó a su padre, quien se encontraba limpiando las mesas, Marina explicó la situación y el señor con una mirada amable le contestó:

-Lamento que hayas tenido que mudarte de emergencia, quisiera ayudarte pero debo pensarlo un poco antes de darte una respuesta, qué tal si sales a conocer la ciudad y después vuelves, deja aquí tus cosas, nosotros las guardamos. Toma este dinero y ve a desayunar al buen cazador, cuando regreses te daré una respuesta- Marina sonrío y le agradeció hasta el cansancio al señor y a su hijo, salió del lugar y caminó con las calles con una sonrisa brillante.

Genshin impact one shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora