Genshin impact one shots +18

Albedo #2

Mi cabello se encontraba despeinado, mi camisa ya se había roto de algunos lados, al igual que mis calcetines y me encontraba con un problema. Tenía al menos 4 slimes hydro y 6 electro siguiéndome.

-Albedo creo que es suficiente, no puedo eliminarlos- Grité mientras empujaba lejos a los slimes con mi habilidad anemo-

Ni siquiera lo había volteado a ver en todo este rato, pero su mirada ya no era tranquila, sus ojos estaban llenos de malicia y deseo, su mirada estaba en mi por completo casi como si en cualquier momento me fuera a devorar.

Mientras estaba distraída mirando a Albedo pasó lo siguiente que hizo que las piernas me temblaran y quisiera largarme a llorar, los slimes se juntaban de nuevo y se deformaban.

-Albedo por favor- El slime electro sacaba largos tentáculos que venían en mi dirección.

A la mierda esto, por eso nadie viene. Corté los tentáculos y corrí hasta la puerta, la cual claro que estaba cerrada.

-Aún no terminamos- Albedo me tomó del cuello para regresarme con los slimes.

Caí al piso y antes de que pudiera levantarme los tentáculos electro tomaron mis pies y mis manos, mi lanza cayó al piso mientras esa cosa me levantaba. El slime hydro hacía lo mismo, se deformaba sacando tentáculos que se acercaban a mi y no podía hacer nada.

-¡Albedo por favor, me van a hacer daño!- el tentáculo hydro se metió en mi boca hasta mi garganta, lo sentía hacerse pequeño y grande en mi garganta.

El alquimista me miraba con un rubor en su cara, con sus pantalones desabrochados y su polla erecta en su mano, sentía mis ojos arder cuando el tentáculo hydro comenzó a sacar baba en el fondo de mi garganta, sentía el pesado líquido caer por mi garganta hasta mi estómago, era como si se pegara a las paredes de mi garganta, como si quisiera cubrirme de adentro hacia afuera.

El tentáculo electro arrancó mi falda y lo que quedaba de mi ropa, sus tentáculos dejaban una sensación de hormigueo cada que tocaban mi piel, solté un gemido mientras sentía ese hormigueo en mi sexo, el tentáculo iba desde mi clítoris hasta mi trasero.

En ese momento el slime Hydro salió de mi boca, la primera bocanada de aire me supo a gloria, trataba de escupir lo que me había puesto en la boca pero no podía.

-Shh, no se trata de que lo tires- Albedo estaba frente a mi, su mano fue a mi vientre, que se sentía abultado debido a la cantidad de líquido de slime que había tragado- quiero saber si funciona el químico que te suministró el slime.

-Déjame ir por favor Albedo- supliqué entre jadeos patéticos debido a la caricias que los slimes me daban en mis puntos más vulnerables- Te prometo no decirle a nadie.

-Se que no le dirás a nadie- Albedo sonrió acariciando mi mejilla- después de esto ni siquiera tú querrás irte.

Albedo se sentó de nuevo en su silla, solo que más cerca ahora, aplaudió dos veces captando la atención de los slimes, el electro se movió hacia la pared que estaba frente a él conmigo. El monstruo se extendió para cubrir un poco del muro dejando atrapados mis brazos y piernas entre el muro y el slime.

Mis súplicas hacia Albedo se escuchaban todo el rato, el Slime Hydro se acercó sacando los tentáculos, que ahora eran delgados y finos, el primero entró por mi sexo, grité al sentir el frío dentro de mi.

El tentáculo se hacía cada vez más grueso mientras entraba y salía, lo sentía arremolinarse en mi punto cada vez más, en algún momento comencé a gemir y a sentirme pesada, mi cuerpo se sentía caliente y tembloroso. Albedo seguía mirándome y eso me ponía muy caliente por alguna razón...

-No, no, no- dije en un gemido mientras otro tentáculo entraba por mi otro agujero, se hacía grande dentro de mi y la descoordinación de ambas cosas me estaba matando.

-¿Lo ves? Estás disfrutando esto más que yo- Albedo llegó a estimular mi clítoris, me vine al poco tiempo soltando gemidos agudos que llenaban toda la habitación- Te comportas como toda una puta.

-Mmmm- me quejé patéticamente mientras sentía los dos tentáculos como pollas me llevaban al límite-

Los tentáculos se agrandaron dentro de mi, preparándose para dejar salir su carga, la baba que aún estaba en mi estómago me ardía y me hacía querer más.

-Eso es- Dijo el alquimista al ver cómo se corría el monstruo dentro de mi, el espeso líquido se escurría de mi mientras caía al piso con un ruido sordo.

Los slimes se alejaron de mi y mi cara chocó contra el frío piso, sentía que todo se nublaba a mi alrededor. Albedo se acercó a mi con su libreta mientras escribía cosas y volteaba a verme de vez en cuando.

-Abre un poco las piernas, quiero observar- sus manos apretaron mis muslos para separarlos, ya ni siquiera podía enojarme o rogar por ayuda.

Sus dedos acariciaron mi sexo y jadeos débiles salieron de mi, después de lo que parecieron años se acercó a mi cara y la acarició con sus manos.

-Debo admitir que no hay nada que me pueda poner más contento ahora, llevaba mucho queriendo hacer esto pero siempre se escapaban mis sujetos de prueba- Albedo dijo mientras me levantaba en sus brazos- Cuando llegaste me emocioné tanto, eres todo un personaje, eres curiosa, hermosa, fuerte e incluso valiente.

Colocó mi abrigo encima de mi para envolverme en él, salimos a su laboratorio y todo el frío me pegó de forma dolorosa.

-Sé que quizás no confías en mi ahora, el propósito de este experimento es encontrar una mujer para mi, quiero una pareja que pueda aguantar casi cualquier cosa- Dijo mientras me acostaba en un catre- Yo no soy humano, quiero alguien que esté casi a mi alcance y creo que tú eres la indicada. Lamento lo de los slimes.

Mi cabeza en verdad daba vueltas, miraba a Albedo hablar pero no me hacía sentido nada de lo que decía y mi cuerpo se congelaba.

-Si me hubieras dicho que buscabas novia desde el principio no habríamos pasado por esto...- susurré con dolor, mi garganta se sentía seca y dolorida.

Albedo sonrió de lado y se acercó a mi, depositando un beso muy corto en mis labios. No me resistí, ni pelee, ni hice nada, no me quedaban fuerzas para nada.

-Descansa, vendré por ti en unas horas para alimentarte- Albedo echó unas mantas pesadas encima de mi y se alejó, no pasó mucho antes de que mis ojos se cerraran y me desvaneciera en la nada.