Genshin impact one shots +18

Ayato #1

(El personaje de esta historia, Rosé, es delgada, bastante pálida, no muy alta, su cabello es largo y de color rosa muy Pastel, su visión es cryo y sus ojos son grises)
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Rosé se encontraba caminando por los jardines de la hacienda Kamisato, su amiga Ayaka la había invitado a Inazuma a un evento muy especial que se celebraría en la casa de té Komore, ellas mantenían una buena relación desde la infancia y todo el tiempo se enviaban cartas, sin embargo tenía ya algunos años que se habían visto...

-Buenos días señorita- Un joven alto con cabello pelirrojo la sorprendió mirando las flores moradas que adornaban una parte del jardín- Mi nombre es Thoma, usted debe ser la invitada de honor de la señorita Ayaka-

-Si, soy yo, buenos días- contestó mirando de arriba a abajo al chico, quien sonrió disfrutando la atención que Rosé le dió-

-Permítame escoltarla a su habitación, ahí desayunará y se le hará su prueba de vestuario para la cena de hoy y el evento de mañana- Thoma sonrió haciendo una pequeña reverencia indicándole a la joven que caminara por delante de él-

Rosé caminó por donde se le indicó hasta llegar a una amplia habitación muy bonita, sus cosas ya estaban ahí, al igual que el desayuno.

-Gracias- sonrió la chica de nuevo observando muy bien a Thoma- ¿No eres de aquí verdad?

-Oh, no señorita- Contestó él riendo- Soy de Mondstadt

-Puedes llamarme por mi nombre- Dijo ella haciéndole una seña para que se sentara frente a ella- Acompáñame mientras desayuno, sirve que te conozco mejor...

Thoma se sentó mientras la veía inspeccionar cada uno de los platillos en la mesa- Lo cociné yo -Rosé sonrió mientras probaba la sopa de algas que tenía frente a ella y hacía un gesto de satisfacción al disfrutar del plato-

-Deberías cuidarte Thoma- La muchacha sonrió burlona mientras hacía su cabello a un lado- Podría robarte para que seas mi chef personal en Fontaine-

Ambos rieron y platicaron un poco más sobre ambos, Thoma terminó gustando bastante de la invitada de la señorita Ayaka.

-He de admitir que al principio usted me intimidó un poco- Dijo Thoma recargándose en la mesa con sus manos apoyadas en sus mejillas- Creí que su mirada me congelaría, pero ahora creo que jamás he conocido a nadie tan cálido como usted, a pesar de su visión.

Rosé rió cubriendo su boca en lo que Thoma pensó era lo más angelical que había visto en un buen tiempo- La verdad disfruto haciendo eso, la primera impresión de las personas que me conocen es que soy aterradora, así que disfruto un poco viendo cual es su reacción- Admitió mientras apartaba unos cabellos que estaban en su cara.

-Lo bueno es que ya pasé la prueba- Contestó el pelirrojo con una sonrisa tímida- Me hubiera gustado ver las reacciones de los amos cuando la conocieron, cuénteme cómo fue-

-No me hables de usted- La chica infló sus mejillas en desacuerdo- Pues la verdad es que nos conocimos hace muchísimo tiempo, éramos unos niños- Ella rió mientras miraba al techo- pero Ayaka nunca se percató de eso, siempre me trató como una hermana y me quiso mucho-

-Ya veo- Thoma sonrió apoyando la mano en la mesa, Rosé acercó la suya y la puso encima de la de él, haciendo que este se pusiera nervioso- ¿Y- y e-el señor A-ayato-

-Oh... Bueno, esa es otra historia- Rosé rió nerviosa- él era el que me intimidaba a mi, aun ahora- dijo apartando la mirada.

-Entiendo un poco eso, el señor Ayato puede ser muy imponente- Thoma acarició la mano de la chica- ¿Ya está lista para que empecemos con las pruebas de vestuario?

Rosé se levantó y fue al lavabo a examinarse de cerca, una de las razones por las que no quería ir a Inazuma era precisamente por Ayato, le aterraba la idea de verlo de nuevo cuando de pequeños él constantemente se burlaba de ella, de su apariencia y de los sentimientos que ella tenía por él.

-Da igual, me quedaré todo el evento con Thoma y lo ignoraré- pensó arreglándose el cabello antes de salir.

Al salir se encontró con que ya habían al menos tres personas a parte de Thoma esperándola con varios vestidos para que le probaran. El pelirrojo salió de la habitación para no incomodar a la chica mientras la cambiaban, sin embargo no se alejó de la puerta con la excusa de que cualquier cosa se le podría ofrecer.

Después de al menos una hora ya habían terminado con los arreglos de los vestidos, todos los que había escogido Rosé tenían algo que iba a hacer a más de uno voltear a verla, después de todo, lo único que ella quería era ver la reacción de Ayato al recibir tanta atención de los demás, empezando por su amo de llaves.

-Muchas gracias a todos por su trabajo- los trabajadores salieron de la habitación muy satisfechos con su trabajo y con lo carismática que era la señorita Rosé-

Al salir de la habitación se encontró de nuevo con el pelirrojo- Oh Thoma, ¿me esperaste?- preguntó haciendo un pequeño puchero-

-Claro, por si necesitabas algo- Contestó con un leve sonrojo en su cara- ¿Necesitas algo?

-¿Podrías hacerme compañía en lo que regresa Ayaka?- Rosé tomó el brazo de Thoma mientras caminaban de nuevo al jardín-

Ambos pasaron la mañana entre risas y demás mientras paseaban por los Jardines, todas las personas que se encontraban al rededor de ellos miraban constantemente a la chica. Después de un rato se sentaron a tomar el té cuando una voz familiar los interrumpió.

-¡Rosy!- Ayaka corrió a abrazar a la chica muy emocionada- ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ¿Por qué no me avisaron que habías llegado?

-Oh no quería interrumpirte, Thoma me hizo compañía y todo estuvo bien- Ayaka sonrió ya más tranquila-

-Me alegro mucho, espero que ya hayas ido a ver las prendas que ocuparás, ya casi es hora de que todos nos arreglemos para salir a la cena- Ayaka acarició el suave cabello de su amiga mientras la observaba con detenimiento.

La verdad es que la última vez que se habían visto Rosé era una niña regordeta y con el cabello de un tono rosado más obscuro, la apariencia que daba ahora era diferente y hasta un poco frágil.

-Todo está listo- Dijo Thoma mientras observaba la escena, se notaba que se tenían mucho aprecio- Usted es quien debe apresurarse, debe ser la primera en llegar como anfitriona-

-Tienes razón, nos veremos allá- Ayaka se levantó dispuesta a irse- Thoma, yo tendré que atender a los invitados, ¿puedes tú hacerle compañía a nuestra invitada?- Thoma asintió con una gran sonrisa, hasta ahorita no creía que podría disfrutar más de un trabajo como ese.

Se despidieron y continuaron platicando un poco más, hasta que llegaron dos muchachas que venían por Rosé para llevarla a bañar, vestir, peinar y etc. Rosé rápidamente se hizo amiga de ellas y platicaron animosamente mientras preparaban el agua para el baño de la chica.

-Usted es muy bonita, estoy segura de que para el final de la cena ya habrá conseguido acompañante para todo el evento de mañana- dijo una de las chicas-

-Oh, muchas gracias- contestó Rosé con las mejillas rojas- yo ya tengo acompañante-

-¿De verdad? De seguro es el señor Ayato, ustedes se ven como que harían bonita pareja- Rosé casi se ahoga con la fruta que estaba comiendo-

-Uhm, no jaja- Rosé salió de la tina cubriendo su cuerpo con una toalla- es Thoma.

-Thoma también es muy guapo, igual ya veremos cómo se desenvuelve todo- asintió como si supieran que muy en el fondo sentía algo por él.

Para esa noche Rosé había escogido un vestido que tenía corsé, sus hombros al descubierto y la falda le llegaba hasta poco arriba de las rodillas de color azul marino, unas calcetas que le llegaban hasta el tobillo blancas y unas sandalias azules. Arreglaron su cabello en un moño a la mitad de su cabeza que asemejaba una rosa con algunos detalles en plateado.

Rosé dió las gracias a las dos y salió apresurada ya que al parecer ya todos estaban en la casa de té, antes de salir al jardín una voz la detuvo y la hizo quedar helada.

-Te estaba esperando...- Ayato salió desde las sombras haciendo una pequeña reverencia mientras miraba con detenimiento a la más pálida de lo normal Rosé-