Albedo #3

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Varios días pasaron después de eso, no puedo contarlos porque la mayoría del tiempo estuve inconsciente, cuando no lo estaba trataba de escapar pero mi cuerpo aun está resentido por el "experimento" de Albedo.

No me fiaba de él para nada pero a veces me hacía sentir mal por este sentimiento hacia él, siempre estaba a mi lado tratando de darme de comer o de curar mis heridas, casi siempre ni siquiera lo volteaba a ver terminando en que el alquimista daba un pesado suspiro y acariciaba mi cabello. Algunas veces lo miraba y sus ojos se llenaban de tristeza y obscuridad.

-Cersei- Levanté la vista para encontrarme con la del chico- Me alegra que estés despierta, ¿Puedo sentarme?- Asentí en silencio.

Albedo se sentó a un lado de mi, permanecimos en silencio por un rato pero no fue nada incómodo, y después de un rato suspiré.

-¿Pu-puedo comer algo?- también tenía días sin hablar para nada, mi voz salió ronca y temblorosa.

Incluso sentía miedo, oculté mi cara de Albedo y el silencio permaneció así un rato, el chico masajeó mis hombros y me di cuenta de que su mirada y toda su cara estaba iluminada, como si le hubieran dado la mejor noticia del mundo.

-Te prepararé mi receta especial- yo asentí mientras lo veía irse.

Quizá necesitaba ganarme su confianza para poder salir de aquí, si no, seguiría dándome cosas para mantenerme dormida y moriría aquí.

Tomé la ropa que Albedo preparó para mi y me la puse, al intentar levantarme mis piernas temblaron y terminé por caerme. El piso frío y mis rodillas raspadas hicieron que se me llenaran los ojos de lágrimas, apreté la tierra a mi alrededor con mucho coraje antes de sentir los brazos del alquimista rodearme.

-Tranquila, es algo normal y yo puedo ayudar- Su voz me hizo sentir cálida y tranquila- No quiero que te lastimes.

Su toque era suave contra mi piel, mientras me ponía las calcetas y me acomodaba los demás ropajes lo veía a través de mis pestañas aun mojadas con las lágrimas por el golpe.

-Gracias- dije en voz baja, los labios de Albedo esbozaban una sonrisa pequeña-

Comí un poco después de eso mientras lo observaba, quizá en otra vida me hubiera enamorado mucho de él, quizá me hubiera enamorado de él el primer día que llegué aquí, incluso podría enamorarme de él para que no me lastime más, prefiero tenerlo a él que a los monstruos que fabrica.

Después de un rato comencé a deambular por el laboratorio, era claro que mi presencia lo ponían nervioso, me recargué en el escritorio frente a él para decir.

-Esto no es lo que hacen las parejas- Hice un puchero después de eso mientras lo miraba-

-¿Perdón?- Albedo se aclaró la garganta antes de dirigirme la mirada-

Caminé a su lado antes de contestar- Dijiste que querías una pareja, pero esto no es lo que hacen las parejas- me coloque en frente del chico.

-¿Y qué es lo que hacen?- Preguntó aun un poco serio-

-Esto- Lo besé de forma lenta mientras lo tomaba de los hombros, su cuerpo estaba duro pero se suavizó conforme avanzaba el beso.

Sus labios suaves y su saliva dulce tomó control de mi boca, puso sus manos en mi cintura y me acercó más a él antes de separarse y comenzar a besar mi cuello. Dejé escapar algunos jadeos mientras echaba la cabeza hacia atrás, mis manos se enredaron en el cabello de él y antes de que pasara cualquier otra cosa.

-No estoy muy versado en esto- Me apartó prácticamente de un empujón, sentí mis mejillas ponerse rojas y el frío envolverme de nuevo-

-Entonces ya está, no me necesitas más aquí- Dije con la voz temblorosa mientras me daba la vuelta para caminar a la salida.

Genshin impact one shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora