Albedo #1

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(Tu personaje es una chica de estatura promedio, tu cabello es negro y ojos verdes, tu visión es anemo, tu complexión es delgada y tu nombre es Cersei. La historia se relata en primera persona)

No tenía mucho que me uní al gremio de aventureros, y mis misiones habían sido bastante sencillas hasta que un día al llegar con Katherine me encontraría con algo diferente.

-Hay una misión en Espina Dragón- Dijo ella un poco titubeante- Es para alguien femenina y nadie la toma-

-¿Por qué? ¿por el frío?- pregunté con una risilla, nunca había ido hacia allá pero me imaginaba que no era nada del otro mundo.

-No, la petición la hizo el jefe de alquimistas, solo que siempre llaman por una mujer, ya sabes para hacer un experimento...-no la dejé terminar antes de interrumpirla.

-Da igual, puedo tomarla hoy, no tengo nada más que hacer y me encantaría conocer Espina Dragón- contesté con emoción.

No tenía mucho en el gremio de mondstadt, necesitaba el dinero y me puse un abrigo encima de la ropa que llevaba siempre, la cual consistía en una falda y una camisa que tenía el escote un poco pronunciado, calcetas que llegaban hasta mis muslos. El abrigo debería ser suficiente.

Cuando comencé a subir la montaña me di cuenta por qué tantas Chicas rechazaban la misión, hacia un frío infernal, mi visión anemo hacía que casi me diera la vuelta. Sin embargo logré llegar al campamento de aquel alquimista.

-Ho-hola, soy Cersei- Saludé temblando- Vine por el encargo .

El alquimista ni siquiera me miró, sus ojos azules se mantuvieron sobre lo que estaba haciendo.

-El gremio me dijo que necesitaban a una mujer para un experimento- Volví a hablar cuando vi que no me prestaba atención-

Los ojos del alquimista me examinaron de arriba a abajo rápidamente y pude ver el fantasma de una sonrisa antes de hablar.

-Soy Albedo, gracias por aceptar el encargo, comenzaré en un momento- El chico habló por fin, suspiré en gratitud y me senté en una silla que encontré en su laboratorio- Dime ¿Qué te hizo tomar el encargo?.

-Oh, necesito Mora para subsistir y me gusta conocer lugares nuevos- dije mientras me abrazaba a mi misma- Me comentaron que nadie toma tus encargos ¿Es por el frío?- pregunté ladeando la cabeza.

Albedo soltó una pequeña risa antes de mirarme de nuevo- Tus mejillas están muy rojas, imagino que estás pasando mas frío de lo normal Gracias a tu visión- El chico ignoró por completo mi pregunta mientras anotaba algo en su cuaderno.

-Uhm, si, jaja- dije un poco avergonzada- El elemento anemo es fácil de ser molestado por cualquier otro elemento.

Albedo continuó escribiendo y buscando cosas en su laboratorio por un rato más, yo me senté cerca de la fogata esperando por instrucciones, a este paso iba a anochecer.

-Creo que volveré mañana mejor, ya está un poco tarde y no me gustaría que me agarrara la noche mientras bajó la montaña- Tomé mi pequeña mochila y me disponía a salir cuando Albedo tomó mi brazo en un agarre un poco brusco-

-Puedes pasar aquí la noche, es menos peligroso y podremos avanzar con el experimento- Albedo dijo con un tono menos calmado que al inicio mientras me jalaba a una parte de su laboratorio- Te prepararé algo para que no pases tanto frío.

Asentí con la cabeza muy confundida por el repentino cambio, Albedo me miraba cada poco tiempo y me ponía los pelos de punta. Al escuchar que me quedaría me puse cómoda en el lugar, acomodé mi mochila en un mueble y me puse a curiosear entre las cosas del Alquimista.

-Wow, tienes muchos libros, ¿Los has leído todos?- Pregunté corriendo hacia él y señalando sus estanterías.

-Si, ¿Quieres que te preste alguno?- Albedo ni siquiera volteó a verme, estaba muy concentrado mezclando cosas en su mesa-

-Oh, no- en realidad esperaba que platicara conmigo o algo, estoy muerta de aburrimiento- sólo estoy aburrida, en verdad puedo regresar cuando ya esté todo listo, no quisiera estorbar ahora...

Albedo me miró y esbozó una pequeña sonrisa que me pareció bastante cálida, él es un hombre muy guapo, es extraño que se la pase aquí solo.

-Estoy maravillado contigo Cersei, otras veces me han mandado chicas que no son tan interesantes o carismáticas como tú, y encima tienes una visión- Podía sentir el calor subiendo a mi cara mientras él ponía su fría mano en mi mejilla- Sé un poco paciente.

-E-está bien- dije mientras miraba al suelo- ¿De qué es el experimento?

-Es una sorpresa- Contestó Albedo con una gran sonrisa.

Pasamos el siguiente rato en compañía del otro en un silencio bastante cómodo, ni siquiera me daba cuenta que observaba a Albedo con ojos soñadores hasta que

-Aunque no lo creas, puedo sentir tu mirada- Dijo el Chico casi en un susurro-

Aparté los ojos rápidamente mientras lo escuchaba reír, un sonido de golpe me distrajo del momento y voltee hacia donde se había escuchado.

-No es nada, a veces los muebles crujen- Dijo Albedo casi en mi oído- ¿Quieres ir a ver?.

Su mano estaba posada en mi cintura mientras me hablaba por detrás, su aliento chocando con mi oído me dió escalofríos y antes de que pudiera decir algo volvió a hablar.

-Creo que podemos comenzar la primera fase de nuestro experimento- Caminó conmigo hacia una de las estanterías, la cual movió para revelar una puerta- Tienes tu arma ¿Verdad?

Saqué mi lanza mientras asentía y mi curiosidad moría por saber que iba a hacer. Albedo abrió la puerta y entramos al mismo tiempo, prendió algunas velas para revelar lo que me emocionó al principio.

-Pero si solo son slimes- Dije riendo- son fáciles de matar.

-De eso se trata, estas son creaciones mías, quisiera ver cuánto tiempo te toma eliminarlos- El chico sonrió mientras tomaba asiento en una silla y sacaba su libreta para anotar.

Albedo silbó y al instante las dos bolas grandes de slime se fijaron en mi, uno era electro, mientras que el otro era hydro y eso lo podría usar a mi favor.
Saqué mi lanza preparándome para terminar con esto, di el primer golpe esperando que la bola reventara pero para mi sorpresa esta volvió a curarse.

Voltee a ver a Albedo quien se encontraba serio mirándome, algo en mi no quería decepcionarlo así que lancé otro golpe, esta vez cortando por la mitad al slime.

-¿Qué?- pensé al ver como ahora esas mitades se convertían en dos slimes.

Solté un grito al sentir el toque de electricidad del otro slime en mi espalda, lo golpeé de la misma forma haciendo que se duplicara. Sentía la desesperación subir por mi cuerpo, quité mi abrigo aventándolo al suelo para poder moverme mejor y usar mis habilidades Anemo, pero solo lograba alejarlos.

Genshin impact one shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora