Xiao #4

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Las manos del Yaksha tomaron con fuerza la suave piel de las caderas de Aurora mientras se alineaba con su entrada y entró en ella de un solo golpe hasta el fondo, haciendo que se le saliera hasta el aire a la chica.

Las estocadas de Xiao eran lentas pero duras, Aurora gimoteaba debajo de él mientras se retorcía patéticamente debajo del agarre de su pareja, la chica comenzó a sudar y a torcer los ojos del placer. Xiao gruñía con cada estocada en el oído de la pelirroja, sus miradas estaban idas en placer mientras el Yaksha trataba de absorber todo el aroma dulce de la chica.

Xiao la subió sobre la mesa ahora frente a él y la penetró de nuevo salvajemente, la pelirroja mordía su labio inferior mientras miraba con el ceño fruncido al chico que la estaba volviendo loca mientras la follaba sin descanso.

-Ah, te amo Xiao- Aurora enredó las piernas alrededor del cuerpo de él y se acercó a besarlo salvajemente.

Antes de que él se sorprendiera le correspondió el beso y la atrajo hacia él mientras aumentaba las estocadas de su vaivén, ambos sentían que pronto terminarían. Aurora gimió en voz alta al sentir que llegaba al clímax y que Xiao la llenaba de se semilla, este salió mientras miraba cómo salía de ella su orgasmo.

-No hemos terminado- Esta vez fue aurora quien habló, bajó de la mesa con las piernas temblando y se arrodilló frente a Xiao.

Quien la miraba con ojos atentos a todo movimiento que hiciera, la pelirroja tomó el miembro de él y comenzó a masturbarlo lentamente, Xiao cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Una vez que su miembro estaba duro como piedra de nuevo Aurora comenzó a repartir pequeños besos húmedos en toda la longitud de este hasta que llegó a los testículos y metió uno a su boca succionando sin dejar de mover su mano de arriba a abajo.

Xiao abrió los ojos de golpe, se sentía demasiado bien y la chica mantenía contacto visual con él mientras ella seguía con su trabajo, volvió con toda su atención al pene del chico y lo engulló lentamente hasta que su nariz pegó con la pelvis del chico.

-Te crees muy astuta- Gruñó Xiao al sentir como la garganta de Aurora apretaba su punta.

Xiao tomó el cabello de la chica en sus manos, parecía como si estuviera tomando finas hebras de fuego en su puño y comenzó a mover de afuera hacia adentro la cabeza de la chica. Los ruidos obscenos de la saliva, la boca de Aurora y los gruñidos de Xiao llenaron poco a poco la habitación, pequeñas lágrimas caían por las mejillas de la chica, adornando de forma preciosa sus pecas.

De nuevo el clímax aproximaba al Yaksha, quien movía cada vez más rápido y profundo la cabeza de ella y soltaba pequeñas alabanzas hacia la chica. Tomó una última vista hacia el rostro de la chica, sus ojos acuosos y su saliva resbalando por su mentón.

-Traga todo- Aurora asintió con un gemido mientras su boca se llenaba del caliente semen del chico, tragó obedientemente hasta la última gota y luego abrió su boca para que él corroborara que había seguido la instrucción- Buena chica.

Aurora fue levantada de nuevo y esta vez Xiao la recostó suavemente sobre la cama, terminó de quitar las prendas interiores de ella y lo que quedaba de las de él. La trataba con sumo cuidado y es que ahora se sentía completamente diferente, como si todo el odio y coraje que tenía se hubieran ido, ahora trazaba la figura de la chica con mucho cuidado y sus ojos desbordaban amor cuando sus dedos se topaban con cada peca, lunar o marca en la piel de la pelirroja.

Se acostó a un lado de ella y acarició su mejilla con una mano, mientras que con la otra acariciaba su cabello. Aurora lo miraba con satisfacción mientras examinaba sus facciones y como esos ojos antes feroces ahora la miraban con tranquilidad y adoración.

-Te amo Aurora- Susurró con emoción mientras se unía con ella en un beso lento y lleno de amor.

La chica puso sus manos en las mejillas de él y estuvieron en ese beso durante un buen rato hasta que el calor comenzó a subir por sus cuerpos de nuevo, Aurora se posicionó por encima de Xiao, este disfrutaba la vista de sus senos desde abajo y los tomó en sus manos mientras los masajeaba suavemente.

Aurora tomó la erección de Xiao y la introdujo lentamente dentro de ella, movía sus caderas lentamente bajo la mirada iluminada del Yaksha. Sus pequeños gemidos calentaban demasiado a Xiao, bajó sus manos a la cintura de ella para ayudarla a impulsarse sobre él. De pronto todo se sentía demasiado caliente gracias a la visión de Aurora, Xiao sentía que no podía más, la chica sabía moverse demasiado bien.

-M-Mi turno- Dijo con dificultad el chico, la pelirroja cayó contra el colchón mientras él tomaba el control.

Puso ambas piernas de la chica sobre sus hombros y mientras entraba aún más profundo en ella comenzó a dejar besos y mordidas por el cuello de la chica.

-Más m-más- Aurora jadeo mientras enterraba sus uñas en la espalda del chico- P-Por favor...

Xiao sonrió mientras mordía el pulso en el cuello de la pelirroja. Sus embestidas se hicieron más rápidas mientras la escuchaba suplicar por su orgasmo.

-Te haré mi esposa, serás mía siempre y todo el mundo lo sabrá- Dijo Xiao en el oído de ella- Esté solo es el comienzo, te haré sentir como nadie te ha hecho sentir nunca.

Aurora gimió mil veces lo suya que era mientras ambos terminaban, Xiao se quedó un momento dentro de ella mientras terminaba de descargar su semen y mordía los senos de ella.

Xiao salió y observó un momento el reclamado cuerpo de Aurora, las marcas en su cuello y pecho, su sudor adornando bellamente su frente y el pelirrojo cabello enmarañado en su cabeza.

Aurora estaba a punto de quedarse dormida cuando Xiao la cargó al estilo nupcial para llevarla al baño donde ambos entraron a la tina mientras Xiao enjuagaba el frágil cuerpo de la chica con agua tibia y jabón de rosas, se encargó de desenredar el cabello de ella y de colocarle su pijama.

-Gracias, lamento estar tan débil- Musitó la chica mientras Xiao se acostaba a su lado y la tapaba con las sábanas-

-No es tu culpa, sigues aun débil para emociones fuertes- Contestó el Yaksha mientras rodeaba la cintura de Aurora con sus brazos y la pegaba a su pecho- Hiciste la mejor noche de mi vida pero por favor, entiende que debes quedarte un rato más en casa o pedirme que te acompañe si quieres salir.

Y con eso Aurora asintió mientras él de baja un suave beso en la frente y acariciaba su cabeza mientras ella caía poco a poco en un profundo sueño.

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¿Les gustaría que siguiera con Dottore? O alguna otra cosa?
Gracias por leerme.

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