Diluc #2

830 28 3
                                    

Marina caminó hasta la fuente donde se sentó un momento a mirar el agua, ahí pudo leer el letrero del restaurante y fue contenta pensando en el hambre que cargaba.

-Bienvenida al buen cazador, ¿Que le ofrecemos?

Marina estaba a punto de hablar cuando alguien se puso a su lado mientras la rodeaba con su brazo

-A mi amiga sírvele la especialidad, yo invito- dijo alegremente un joven de piel morena con un parche en el ojo-

Marina sintió sus manos temblar un poco y le sonrió al chico que la llevaba a su mesa.

-Tu si que me tomaste por sorpresa- Dijo riendo mientras se sentaba- Toda la ciudad está hablando de la belleza que acaba de llegar a la ciudad, en cuanto te vi supe que eras tú, me llamo Kaeya, ¿y tú?

-Me llamo Marina- Dijo con un sonrojo la chica mientras tomaba del vaso que le dieron-

-Un nombre bello para una bella Dama, ¿Qué te trae a esta libre ciudad- Preguntó Kaeya comenzando a comer la comida que les acababan de entregar-

Marina le contó que se había mudado de liyue de emergencia, omitiendo que los fatui la seguían por supuesto, y que estaba buscando con urgencia un trabajo para ver si conseguía alojamiento y comida.

-Ya veo- dijo Kaeya pensativo- ¿Por qué no vas a los caballeros de Favonius? Tienes una visión y nos vendrías de ayuda- Dijo mientras tomaba la mano de Marina

-El tema de mi visión es complicada- Dijo ella mirando al piso- Mi catalizador está roto y no tengo el mora para repararlo o comprar otro, por eso voy a trabajar, quizá una vez que me establezca vaya para allá- exclamó con una sonrisa.

-¿Y se puede saber donde trabajarás?- Preguntó Kaeya incrédulo-

-En el obsequio del Ángel, quizá, aun no me dicen si si o si no- Marina sonrió de lado mientras dejaba escapar un suspiro-

-Oh Basta, estoy seguro de que te dejarán, yo no dejaría escapar a una chica tan linda, me traería mas clientela, aunque igual me pondría celoso de ver que tanta gente va solo para verte- Kaeya le guiñó mientras tomaba su mano-

Marina soltó una leve risa y terminó de comer con el caballero, ambos se despidieron y él la convenció de ir a conocer la catedral antes de regresar a la taberna.

-Buenas tardes joven Kaeya- Dijo charles mientras lo veía entrar- es un poco temprano para usted ¿no?

-No vengo a beber ahorita, no te preocupes- Kaeya tomó un banco y se sentó en la barra- Quiero platicar sobre la joven que vino en la mañana a pedir trabajo-

-Oh si, Marina, es una niña muy linda pero no sé si deba contratarla y más si el Joven Diluc no está para dar su opinión- Charles se rascó la nuca cn una expresión de duda-

-Contrátala, yo hablaré con él, es una chica que necesita nuestra ayuda- El Moreno habló serio y sin rodeos- Si hay algún problema yo hablaré con Diluc y me haré responsable-

-Pero, no habrá suficiente dinero para pagarle a la muchacha- Charles habló mientras limpiaba los vasos- La perjudicaríamos más-

-Es porque no tienes ninguna visión a futuro- Kaeya sonrío mirando el lugar- Es una belleza, todos en la ciudad hablan de ella y eso que tiene horas en la ciudad, cuando se enteren que trabaja aquí habrá miles de clientes que pagarán bebidas solo por verla-

Sin más ya todo estaba arreglado, Charles sabía la respuesta que le daría a Marina, después de todo, el joven Diluc solo se presentaba a la taberna una vez al mes para verificar que todo estuviera en orden, estaría satisfecho ya que no habría ninguna pérdida en Mora y se le podría pagar bien a la extranjera.

———————————————————————————

Marina caminó nerviosa hacia la taberna, tratando de convencerse de que le darían el trabajo y todo saldría bien.

-¡Marina!- exclamó charles al verla entrar- Te tengo la mejor de las noticias, puedes trabajar aquí, tus horarios serán a partir de las 6:00 pm, hasta las 3:00 am, se que es un horario pesado pero pagaremos bien y es que a esa hora es cuando más clientes hay-

Marina sonrió, al diablo el horario, podría pagar un cuarto y comida y quizá hasta repararía su catalizador, abrazó a Charles con toda la alegría del mundo y prometió ser la más trabajadora-

-Aun no puedo enseñarte a hacer las bebidas, eso te lo enseñará el joven Amo, por ahora limpiarás las mesas, serás mesera y atenderás a los clientes lo más que puedas, mi hijo se queda en el turno de la noche así que tendrás la mejor compañía, si alguien se propasa solo dile a él- Señaló al chico de antes con una sonrisa.

Marina no sabía que Kaeya le había conseguido el trabajo e incluso los había sobornado con bastante mora para aceptarle, incluso le dieron unos miles de mora para ir a rentar una habitación, por órdenes de Kaeya, y ella fue a apartar su recámara en lo que era su hora de trabajo. Instaló sus cosas, se dió un baño y hasta se maquilló un poco ya que era su primer día de trabajo.

Al llegar a la taberna para empezar su turno se dio cuenta de que estaba bastante llena, los hombres la miraban mientras limpiaba mesas.

-Ey lindura- exclamó un señor en una de las mesas- ¿Podrías traerme un poco de vino?- Marina tomó la orden y la llevó a la barra-

-Diablos Marina estás siendo todo un éxito- Dijo Sam, el hijo de Charles, Marina se sonrojó.

A decir verdad ella estaba un poco nerviosa, había mucha gente, qué tal que alguien la reconocía o algo, ella tomó el vino y lo sirvió en la mesa de aquel señor.

———————————————————————————

Marina despertó a las 5:00 pm, ya casi era hora de su turno, habían pasado dos semanas y ella cada vez iba perdiendo el entusiasmo, se metió a bañar para poder arreglarse e ir al trabajo.

La verdad era que le pagaban lo Justo, no podía ahorrar nada ya que le quitaban las propinas y le daban lo Justo para una habitación y una comida al día, procedió a ponerse aquel vestido blanco con el que llegó a la ciudad y salió en camino a su trabajo.

Al llegar comenzó a atender a los clientes, de pronto sus ojos se abrieron como platos al ver quien entró al lugar.

-Buenas noches Sam, me encargaré desde aquí- Era aquel joven pelirrojo de la primera vez en mondstadt-

Marina se puso nerviosa mientras iba a la barra, donde se encontraba él- La mesa de ahí ha pedido un cóctel de la casa- dijo mirando al suelo.

Esto si que era lo último que le faltaba a Diluc en la semana, reconoció de inmediato a la chica, ahora sabía por qué la gente estaba haciendo fila para ir a su taberna.

-¿Qué diablos haces aquí?- Preguntó en voz baja el pelirrojo mientras la jalaba del brazo-

-Charles me contrató hace algunas semanas señor- Contestó ella apenada-

Diluc la soltó y le sirvió la bebida para entregarla, podía verlos a todos, todos esos hijos de puta mirándola con hambre, ese vestido blanco resaltando su figura y su visión brillando en su cintura, no pudo evitar sentir ira contra todos los clientes.

-Muchas gracias linda- dijo el borracho al que Marina le entregó la bebida, abrazando su cintura de forma asquerosa-

Marina se separó con un poco de asco pero sin dejar de ser amable, y así la noche transcurrió, solo que esta era diferente, el hombre de fuego la observaba con celos.

¿Por qué ellos estaban tocando lo que él había abrazado primero?

Genshin impact one shots +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora