Pretender que no me había tomado por sorpresa la pregunta no estaba demás. Me mantuve sentada en mi asiento al terminar la clase, observando al frente sin dirigirle la mirada. Chocó el final de su bastón contra el suelo y causó el eco en toda la habitación, provocando que apretara la mandíbula.
—¿Niniveth? Te he hecho una pregunta.
—No. Ni siquiera he estado cerca de hadas.
—¿Las señoritas Bloom y Beatrix cuentan ahora como especialistas? ¿O debería agregar al joven Harvey? Es interesante la omisión de información que parece ser relevante a tu respuesta.
Me acomodé en mi asiento—. Soy cuidadosa. No he tenido que recurrir a neutralizar mis poderes. Ni por sus métodos, ni los del lago.
En su mayoría, había sido cautelosa. Pero cuando se me escapaba de las manos, Sam estaba preparado para solucionarlo.
—Mentiras y más mentiras. —Cabeceó. Lo vi por el rabillo del ojo. Mordí mi labio inferior para retener mi respuesta—. Está bien. No es sorprendente. Al menos has estado cumpliendo con las asignaciones. Siguen siendo calificaciones vacías, claro... Progreso sería poder finalmente percibir algún cambio en la manipulación de sus habilidades; sin embargo, sigo asumiendo que estamos alejados de esa realidad. Sobre todo gracias a la actuación de la misión, ¿no lo cree?
—Me felicitó —le recordé.
Se rió ligeramente—. Claro. Hizo un buen trabajo en conseguir parte de lo asignado. Por otro lado... Recuerdo muy bien que la ubicación formaba parte de la tarea, ¿no tuvo una confusión con ello? ¿Logró identificar la zona? ¿La vegetación a su alrededor? ¿Cómo puede perderse durante una batalla? Eso ocasionaría grandes consecuencias al momento de que sea una realidad, ¿no le dijo eso el profesor Silva? —saboreó el momento—. Recuerdo que sí. Hago mención sobre lo conversado: es una situación de vida o muerte.
Se paró en frente de mí, obstruyendo mi campo. Finalmente, le devuelvo la mirada. Seguía siendo tan indefensa como siempre. Cumplía su objetivo cada vez. La cucaracha y la bota.
—No es un tema con el cual se deba jugar, ¿no lo cree? —Tronó la lengua—. Pero, es igual. Con usted todo el tiempo es igual. El no tener control sobre sus emociones causa que sea errática. El ser impulsiva causa que sea inestable. Puedo seguir enumerando su larga lista, e incluso, añadir nuevas observaciones de las que estoy seguro le gustaría hacer sus anotaciones, ¿no le parece? Tome su lápiz y empiece a escribir.
Detestaba al profesor Ross.
Detestaba que tuviera razón. Que se sintiera con la potestad de poder evaluar mi personaje sin darme crédito de nada. No todo era suerte. No todo era bueno o malo. Ni siquiera gris. El beneficio de la duda que me daba era apenas migajas ofrecidas por otros en su lugar, comentarios vacíos esparcidos como trozos de pan a palomas hambrientas y luego estaba yo que penosamente las aceptaba. Por primera vez en varias semanas, la responsable de un problema sorpresivamente no era yo. Suponía que debía estar contenta con eso, pero algo dentro de mí jugaba a los dados y cada vez que caían en un número, resultaba con la misma conclusión: indirectamente podía ser mi culpa. Y ahora también de Bloom, aparentemente. No era una chica mala. Y daba la casualidad que aparte de inadaptadas, teníamos algo en común: Stella no nos soportaba a ninguna de las dos. Lo cuál se debía a una sola cosa: Sky de Eraklyon.
—¿No has practicado más?
sciencia mía.
—Caray, sí que es un bueno para nada... Oh, pero mira quién decidió unirsenos hoy —ignoré la mueca burlona en los finos labios naranjas de Riven mientras tomé asiento junto a ellos en la mesa.
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The lost of the hearts || Fate: The Winx Saga
FantasiaNini no es un hada normal. Y la directora Dowling lo sabe bien. Sus poderes no han existido en miles de generaciones. Y ser maldecido con ellos, era muy raro que sucediera. Basada en la serie de Netflix «Winxs: The Fate Saga».