The lost of the hearts || Fate: The Winx Saga

xv. No confíes en los líderes, son los primeros en dejar que su ejército muera

—Oye, espero que esto no parezca grosero. —Mi atención fue robada por la pequeña chica y su voz resonante mientras el perfume terroso invadía mis fosas nasales. Jugó con los dedos, tirando de su pulsera—. ¿Pero eres estúpida o eres estúpida? Caray, eso probablemente fue grosero, ¿no? Lo siento.

Levanté una ceja, inclinando la cabeza—. Bastante. ¿Pero para qué es la pregunta?

La vi haciendo un gesto hacia las dos hadas que hablaban a casi un par de metros de nosotras, estaban al frente, atentos y en silencio escuchando lo que el profesor Aluxio había estado diciendo.

—¿Te caen bien ahora? Quiero decir, entiendo perfectamente por qué querrías pasar tiempo con ellos. Ambos son extremadamente hermosos y misteriosos, al igual que tú... Pero no parecen... Bueno , parecen exactamente como tu tipo para pasar el rato. Pero tú no eres como ellos.

—¿Y cómo son ellos, exactamente? —Las comisuras de mi boca se arquearon—. ¿Tus plantas te contaron un pequeño secreto sucio de ellos? Me encantaría saberlo. Me interesaste.

Terra se mordió el labio inferior, bajando los ojos por una fracción de segundo antes de regresar a mi mirada expectante—. Ella no es buena, Nini. Sabes con quién se junta. Riven, ¿recuerdas? Está esto... ¿Recuerdas a Dane? El chico que, bueno, no importa —se interrumpió y se ganó una risita junto a ojos divertidos de mi parte. No obstante, su mirada más seria y honesta hizo que me mordiera la lengua al comentar algo al respecto—. Riven le ha estado lavando el cerebro. Y ella también. Ahora hace comentarios crueles.

Mi espalda se enderezó mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho—. ¿Sobre qué? ¿Tú?

—No, me refiero...

—¿Se han metido contigo, Terra?

—No directamente...—murmuró. Mi ceja se elevó una vez más mientras me volvía impaciente por su balbuceo. Ella sacudió su cabeza—, pero... No confío en ella, Nini. Estoy preocupada por ti.

Esa fue la cosa. Lo último que había dicho que hizo reaccionar a mi cerebro. Ella no debería preocuparse por mí. No debería pensar en nosotras uniéndonos más allá de un par de palabras aquí y allá.

—Ah, Terra. Por favor, hazme, mejor aún, hazte un favor y ¿no lo hagas? Me conoces desde hace un tiempo o al menos has oído hablar de mí, por Instagram o qué se yo. Sabes lo que represento. Cero apegos. La fulana amistad está en esa lista. Somos compañeras de suite. Algo genial. Me salvaste el trasero cuando sucedió toda la tormenta, y siempre estaré... Agradecida, sí. —Suspiré—. Pero, por favor, no te preocupes por mí. Sé cómo manejarme.

El hecho es que no lo hacía antes. Y probablemente, todavía no lo hacía—aunque, me gustaba pensar que estaba en medio de mejorar eso, por supuesto.

—Somos amigas, Nini. —Ella ignoró todo lo que dije. Abrí la boca, lista para romper sus argumentos, pero fue más rápida que yo: —No me importa la mentira hiriente que se te ocurra para poner la barrera entre nosotras. Somos amigas. Tendré suficiente amistad para las dos. No tienes que esforzarte en absoluto. Asumiré toda la responsabilidad.

Rodé los ojos, levantando mi mano para acomodar mi gorro de fieltro azul oscuro— . Terra, vamos...

—Oh, excelente, señorita Vegan. Estoy encantado de que se haya ofrecido como voluntaria. —El profesor Aluxio interrumpió mis palabras, por lo que mientras hablaba, todas las miradas se posaron en mí en la parte trasera del salón. Me moví en mis pies, tragando con dificultad al bajar mi brazo. El hombre estaba parado con las manos detrás de la espalda, probablemente cruzadas sobre la otra como siempre. No vestía su habitual camisa azul verdoso y pantalones estampados vintage, en cambio, una ropa más cómoda, pantalones de gabardina negros y una camiseta de lino blanca cubría su cuerpo delgado y alto. Incluso su cabello castaño oscuro que por lo general contrastaba mucho con su piel pálida parecía menos cepillado de lo normal—. Para la actividad debes venir aquí al frente de la clase y tomar asiento en la silla.