IV

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Angelic demostró que la escuela no sería un problema, es inteligente, participa en su clases, incluso es más social de lo que imaginé que sería, tiene amigos y le es fácil empatizar con los demás.

Pensé que sería un poco más tímida, pero resultó que no.

El único problema es su temperamento, no tiene mucho autocontrol cuando no se hace las cosas como las desea, o es molestada.

—Se supone que deberías estar de mi lado papá.

—Lo estoy princesa, pero ya hablamos de la prudencia.

—Le advertí dos veces que me dejara tranquila, no entendió.

—Encajarle el compas en la mano no era la solución.

Me hablaron de la dirección porque mi pequeña había atravesado la mano de un compañero con el compas metalico de su juego geométrico, los padres del chico estaban furiosos, así que me llamaron del trabajo para afrontar el problema.

—Lamento meterte en problemas papi.

Me cruce de brazos y la observé.

—A mi no me comprarás con eso, bien lo sabes.

Me salta encima y me abraza.

—Al menos lo intente.

—Señor Min, Angelic pasen por favor.

Cuando entre mire al mocoso llorando con la mano vendada, el padre estaba hablando por teléfono y la madre tenía apresado en sus brazos a la víctima.

La mujer me vio y me escaneo de pies a cabeza, es tan sencillo a veces.

—Les decía a los señores White, que en las cámaras no se ve la acción de Angelic, solo es hasta que Dalton levanta la mano se ve el objeto en su mano.

—Mi pequeña me comentó todo, ella lamenta mucho el hecho de lo que pasó, ella no es así de agresiva, es solo que se sintió amenazada por el chico, al parecer tenía todo el día molestandola, aceptaremos el castigo de mi hija y pagaré todo el servicio médico del chico.

—Creo que mi hijo también actuó mal.

Casi pude ver cómo se salen los ojos del mocoso al escuchar a la madre, yo le sonreí algo tímido.

—Tienen ocho años, mi hija controlará su mal carácter.

Su esposo estaba aún en el lugar pero como el no prestaba importancia al asunto la mujer aprovecho para seguir coqueteando conmigo.

—Mi hijo también le debe una disculpa, no sé repetirá su comportamiento.

—Ahora si bien tengo entendido mi hija reporto el incidente con su maestra, ella dejo que esto llegara a mayores, necesito saber ¿Qué pasará con ella? ¿Cómo es que nuestros hijos son los únicos aquí?

El director no supo que decirnos, la mujer tomo su furia y la expulsó contra la maestra, quedó en una llamada de atención para ambos pero no fue el asunto más allá.

Angelic venía muy callada en el trayecto.

—Esa mujer casi te comía con la mirada, no cabe duda que el hijo saco su asquerosa personalidad.

—La mayoría de los humanos se dejan guiar por sus instintos bajos, además de que eso me ayudó a sacarte del problema que te metiste.

—No pienso disculparme papá, él se lo merecía.

—No digo que no lo hiciera —estacione enfrente de la casa —pero eres más lista que eso, puedes jugar a tu favor, para que seas esa persona que digan “ella es incapaz de hacer algo así”

—No me gusta ser hipócrita.

—No lo seas, solo nota la diferencia, fingir empatía da mejores resultados para personas como nosotros.

Ella me sonrió y asintió, se que pronto aprenderá…

Ella me sonrió y asintió, se que pronto aprenderá…

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ANGELICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora