VI

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—¡Angelic mírame!

La sacudía de los hombros pero seguía mirando el cuerpo que se iluminaba con los rayos entre la lluvia. Después de reaccionar un poco se giró a verme al fin.

—¿Mi amor? Angelic ¿Tu lo mataste?

Negó con la cabeza, pero de manera lenta, su mirada seguía perdida.

—No me voy a molestar si lo hiciste, solo necesito saberlo para saber que hacer.

—¡NO LO MATE PAPÁ! ¿Cómo piensas que lo hice?

Su cara se volvió un enigma, parecía que realmente iba a llorar, en realidad ella no lo hizo, eso lo puedo asegurar.

—Bien —la tome de la mano —vayamos a casa, la tormenta cada vez es peor.

No dijo nada, solo siguió mirando el cuerpo mientras nos alejábamos, cuando llegamos a la casa, fui por unas toallas para secarle el cabello. Tome el teléfono para hacer una llamada a emergencias.

—Quisiera reportar el cuerpo de un hombre en mi propiedad.

Mi hija abrió los ojos de par en par cuando me escucho decir aquello, me pidieron dirección, pero por la tormenta tardarían en llegar.

—¿Por qué los llamaste? Se van a molestar por que toque el cuerpo, ¿Qué tal si piensan que yo lo hice?

—No harán eso.

—Tu pensaste que lo hice, ¿Qué los hará pensar diferente?

La ayude a quitarse el suéter y la ropa mojada.

—Yo lo pensé por razones diferentes, ahora te voy a decir que vamos hacer...

Se fue a dar un baño, mientras le ayudaba a quitar todo el rastro de sangre en su cuerpo ella se quedaba viendo el agua de la bañera que se teñía de un sucio rojo, ella metía las manos al agua, tomando un poco entre sus manos luego dejándola caer.

—¿Cómo es que terminaste llena de sangre del cuerpo?

—Literalmente caí sobre de él, pero me tomo mas tiempo del que pensé en levantarme —se abrazó las piernas —él aun respiraba.

Estaba aplicando el shampoo en su cabello, trate de no notarme muy curioso al respecto, pero la fascinación que estaba experimentando no la podía contener.

—¿Qué hiciste después?

—Me levante, después me le quede mirando, el trataba de decir algo, pero su voz no sonaba como algo coherente, tenia una mochila en su espalda, pensé en un paracaídas o algo asi —se quedo en silencio unos segundos y después toco su pecho donde sentido el latir de su corazón —las ramas en el árbol estaban rotas, ¿Qué habrá sentido al saber que iba a morir? Mi corazón late rápido de imaginar todo lo que paso por su mente, solo fueron unos segundos antes de saber que todo terminaría, levanto su mano —imito la acción —y después cayo, ahí me di cuenta que dejo de repirar, un trueno me hizo asustarme, tal vez debi pedir ayuda, me meteré en problemas por no avisar rápido, solo lo observe hasta que murió.

—No se podía hacer mucho por él, de todos modos la tormenta no hubiera dejado llegar al equipo médico rápidamente, no hiciste nada malo —enjuague su cabello — aunque puede ser que tu lo veas así.

—Yo...no lo se papi —levanto la cabeza para mirarme — pensé que te molestarías, que me gritarías, me has dicho que no juegue con los animales muertos.

—Angelic —bese su cabeza — ¿Jugaste con el cuerpo del hombre?

—No, solo lo observe hasta que murió, quería tocarlo...

No pude evitar sonreír, pero también necesito salir, tiene tiempo que no realizo mi pasatiempo, Angelic consume mi obsesión, pero verla teñida de rojo me hizo querer salir.

Esta será en honor de mi pequeña.

Las luces de la sirena reventaron nuestra pequeña burbuja, ambos miramos a la ventana de afuera.

—Les diras todo lo que me dijiste, solo omitirás que estaba vivo, tu lo encontraste muerto y es todo ¿De acuerdo?

Ella asintió, le di su bata para que fuera a ponerse la pijama, mientras yo abría la puerta a la policía que entraron saludando de manera cordial, la policía que entrevisto a mi pequeña se enterneció tanto que termino abrazándola mientras ella ¿lloraba? Diciendo lo traumaste que fue...

ANGELICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora