XIV

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Angelic

En san Valentín, tenía cartas, presentes, incluso dulces en mi casillero, de personas anónimas diciendo que les gustaba, pero yo solo tomaba todo y los arrojaba al bote de basura mas cercano. La Nana dijo que debía de ser mas amable y empática con mi entorno. No se que le hace pensar que no lo era, tenia amigos si se puede llamar así. Pero el hecho de que desearan salir conmigo no me interesaba, todos eran simples, aburridos y nada interesantes.

—¿Qué estas haciendo?

Mi padre se agacho a mirar la chimenea junto conmigo.

—Quemar basura — me miro enarcando una ceja, suspire y seguí atizando el fuego —son cartas y detalles que me dieron por san Valentín, pero son horribles y no puedo tirarlos enfrente de quien me los dio, porque es demasiado melodramático todo.

—¿Quemaras mi regalo también?

—¿Me trajiste algo?

Asintió con la cabeza, se levanto y me extendió la mano, me levante sacudiéndome la falda del uniforme tome su mano y me llevo a fuera de la casa, Morte nos siguió, no voy a ningún lado sin él. Caminamos hasta su camioneta, abrió la cajuela y estaba una chica atada, nos miraba con terror haciendo que mi corazón se acelerara.

—Es para ti mi linda niña.

—¿Jugara conmigo y con Morte?

Asintió, la bajo de auto desatándola de los pies, pero antes de quitarle las de las manos y el cubre bocas la miro directo a los ojos.

—No te molestes en gritar aquí nadie te escuchara, solo concéntrate en correr, llegando a la carretera te salvaste.

Se agacho y le quito los zapatos, cuando la desato de lo demás, la chica salió corriendo dando tropezones mientras gimoteaba.

—Morte —me prepare para correr —Caza.

Ambos salimos corriendo tras de la chica, y nosotras tras de ella. Fue poco lo que duro, pues se resbalo con un tronco cercas del riachuelo, llegue justo a tiempo para ver como su garganta pintaba de carmesí el agua. Ella aun me miraba sin poder hablar mientras mi perro seguía arrancando pedazos de su espalda, poco a poco su vida se fue extinguiendo, me recordó aquel pequeño ciervo.

—¿Te justo tu regalo?

—Fue un poco tonta, pero luce preciosa en el riachuelo.

Me ayudo a deshacerme de lo que quedo ese mujer, regresamos a casa a la estar frente a la chimenea, estaba en le pecho de mi padre siendo mimada mientras él leía un libro.

—¿Papi?

—Dime.

Tome su mano y la puse en el pecho.

—¿Es normal que aun lata asi?

—Es la adrenalina aun en tu cuerpo, puede ser abrumadora pero te acostumbraras,

Aprete su mano contra mi seno, el dejo su libro y me observo.

—¿Quieres mas atención de papi?

Me levante del sofá asintiendo, me subí a ahorcajadas sobre de él, me empezó a besar desde el cuello hasta que llego a mis labios, sentí su erección bajo de mi, mojando mi ropa interior de inmediato.

—Es mi turno de darte algo por mi regalo.

Amaba el sabor del miembro de mi padre.

ANGELICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora