XIII

242 45 9
                                    

Angelic

Íbamos de la mano camino a casa, habíamos terminado de deshacernos del cuerpo de la chica, Morte caminaba enfrente y mi padre llevaba una bolsa en su mano libre con un poco de carne para mi perro, cortarla del cuerpo de la chica fue un poco mas desastroso de como lo imagine.

Es como cuando te llevan por primera vez a cazar y como premio al hijo tiene que desollar al venado, yo tuve que conseguir la carne para Morte.

—¿Papi?

—Dime.

—¿Estas molesto?

—No —llegamos a casa y entramos, mi padre dejo la carne en el refrigerador de la comida de Morte —creo que experimento sorpresa y orgullo.

Cuando dijo orgullo mi cuerpo se estremeció en felicidad, que mi padre se sienta asi de mi en verdad era fascinante, lo vi tomar una toalla limpia y mojarla, se me acerco inclinándose un poco para limpiarme el rostro.

—En verdad Angelic, nunca pensé tener una hija tan perfecta, eres lista, eres sigilosa, no eres ruidosa, fue una gran decisión quedarme contigo, los mejores catorce años de mi vida.

—Quince papis, quince años, en unos días los cumpliré.

—Cierto, ¿Qué deseas esta vez de cumpleaños? Sabes que puedes pedirle lo que desees a tu padre.

Lo que fuera, podría tener lo que fuera, yo solo quería una cosa. A papi.

Sin pensarlo, dio un beso en sus labios, fue algo corto nada especial, hasta que el tiro de mi para tomar mi boca como un animal...

ANGELICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora