𝘼𝙡𝙬𝙖𝙮𝙨 𝙮𝙤𝙪 || 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘

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4 de julio de 2006
Orfanato Giovanni Minozzi.

Una pequeña niña pelirroja corria por los pasillos del orfanato a gran velocidad, digamos que intentó vengarse de los otros niños que la molestaban pero no resulto bien y ahora huia para evitar salir lastimada.

— trattienila —gritó unos de los niños, dos de sus amigos agarraron a la pelirroja sujetandola con fuerza.

— lasciatemi andare, fottuti bastardi —se removió en los brazos de los niños intentando soltarse.

— Pensi che quello che hai fatto sia divertente? —preguntó agarrandola de la mandíbula con fuerza, ella solo rió— pensi che stia ridendo?

La niña solo volvió a reir, apesar de su corta edad sabía que no tenia que dejarse pisar, no importaba si los niños eran mayores que ella, no dejaría que un grupo de inútiles la intimidara.

— Ti darò qualcosa per cui ridere —golpeó el abdomen de la chica con fuerza, la pobre niña sintió como la respiración se le cortaba a causa del golpe.

— maledetto figlio di puttana —escupió recuperando la respiración.

— Vuoi un altro successo? —preguntó divertido preparándose para volver a golpearla.

— lasciala andare —se voltearon al escuchar la voz, los tres niños se apartaron rápidamente de la chica.

— stavamo solo giocando —tartamudeo el líder del grupo de matones.

— Che ne dici di giocare a un gioco chiamato "vediamo quanto tempo possono stare senza cibo"? —el semblante en la cara de los chicos cambió destricamente.

— No, scusa Ethan, non succederà più —se disculparon al unisono.

— Spero di sì, ora esci di qui e non voglio vederti fino a cena —ordenó, los niños salieron corriendo del lugar.

— Lo tenía todo controlado —murmuro la niña levantandose.

— Claro que lo hacías por eso te estaban haciendo mierda —se burló el mayor.

— Puedo cuidarme sola —aseguró.

— Seguro, ven levántate —le extendió sus manos para ayudarla a levantarse, la niña las agarro y se levantó.— Madre quiere hablar contigo, te espera en su oficina.

La niña sintió como se ponía pálida, ser llamada a la oficina de madre nunca podía ser algo bueno, o al menos no la mayoría del tiempo.

Asintió sin decir nada y siguió al chico, oh si, en cuanto a su salvador, su nombre es Ethan, tiene 12 años lo que lo convierte en el mayor de los niños del orfanato, todos lo respetan e incluso algunos le tienen miedo, pero ese no era el caso de la pelirroja, digamos que Ethan siempre cuido de ella, era lo más cercano que ella tenía a una familia.

— Madre —Ethan abrió la puerta dejando ver a una mujer sentada tras un escritorio.

— Entra, Ethan tesoro, chiudi la porta —el niño asintió y luego de que la chica ingresara a la oficina cerró la puerta dejándola sola ahí.

— Qualcosa non va madre? —preguntó sentandose frente a ella.

— Bridget tesoro, c'è una famiglia disposta a conoscerti —la cara de la niña era una obra de arte, la emoción en su rostro era notoria.

— Loro chi sono? —preguntó con intriga.

— Sono la famiglia Fontaine, hanno 2 figli un po' più grandi di te —Informó la mujer— vogliono portarti in viaggio con loro in modo che tu possa incontrarli mentre fanno le scartoffie.