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Martes, Octubre 4
Tokyo, Japón.

— Ven aquí —Charles me perseguía por la habitación entre risas.

— No! Paz, me rindo —me deje caer sobre la cama riendo.

— No se vale —Charles se dejó caer a un lado mio.

— Tu ganas —me volteé para mirarlo y el sonrió.

— Yo gano —repitió inclinandose para darme un pico.

— Veamos alguna película —sugerí recostandome en la cama.

— Mejor mañana, estoy cansado —se acomodo sobre mi, reposando su cabeza en mi pecho.

— ¿Día duro? —pregunté acariciando su cabello lentamente.

— Si —suspiró trazando círculos en mi cintura delicadamente— Pero ya estoy mejor.

— ¿Si? ¿Cómo? —cuestione enredando mis dedos en su suave cabello.

— Porqué estoy contigo —respondió y no pude evitar que una sonrisa escapara de mis labios.

— ¿Ahora te hago sentir mejor? —pregunte con ilusión.

— Siempre lo hiciste —murmuro levantando la cabeza para mirarme por unos segundos.

— ¿Que? —pregunté soltando una risita nerviosa producto de su penetrante mirada— ¿Tengo algo en la cara?.

— Aparte de los ojos más hermoso que vi, no —replicó con una sonrisa besandome rápidamente.

— Basta, vete a dormir —reí dándole un último pico.

Algo que siempre se destacó en mi personalidad es que nunca sé que responder o hacer ante muestras de afecto o palabras de cariño, así que no crean que no le respondo algo lindo a Charles porqué no quiero, es simplemente que no tengo idea de como responder ante sus acciones, y él lo sabe por eso nunca se molesta o me presiona a decir algo para lo que no estoy lista.

— Mañana te llevare a recorrer Tokyo —Informó volviendo a acariciar mi cintura.

— Daniel y Lando prometieron llevarme con ellos —repliqué recordando como esos dos me habían prometido "el mejor tour por Tokyo a mano de los dos pilotos más hermosos y talentosos de la parrilla".

— No me importa, te llevaré yo —afirmó apretando mis muslos.

— Pero —intente protestar, en realidad solo lo hacía para molestarlo, no me desagradaba para nada la idea de pasar un día solos por las calles de Tokyo.

— Sin peros hermosa —se colocó sobre mi dejando su boca a centímetros de la mía y sonrió— los dos sabemos que prefieres ir conmigo a solas.

— ¿Como estas tan seguro de eso? —pregunté con un tono de burla.

— Porqué tu cuerpo entero suplica por mi cada vez que estoy cerca —sonrió bajando su cabeza a la altura de mi cuello para ir dejando besos húmedos en este.

— Charles —suspire sintiendo como su lengua acariciaba mi cuello.

— ¿Que sucede coeur? —levanto la mirada para hacer contacto visual conmigo– ¿Quieres que me detenga?.

— No —respondí rápidamente, Charles sonrió y volvió su atención a mis pechos.

Bajo dejando una línea de besos húmedos hasta llegar al escote de mi blusa, sonrió y dejo un beso lento y tortuoso sobre la parte descubierta de cada uno de mis senos.

— Hora de dormir —levanto su cabeza con una sonrisa burlona y se dejó caer a un lado mío.

— No es justo —bufé dándome la vuelta para mirarlo.

𝘼𝙡𝙬𝙖𝙮𝙨 𝙮𝙤𝙪 || 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora