𝘼𝙡𝙬𝙖𝙮𝙨 𝙮𝙤𝙪 || 𝘾𝙝𝙖𝙧𝙡𝙚𝙨 𝙇𝙚𝙘𝙡𝙚𝙧𝙘

Final alternativo

8 de enero 2026

                                    ESTABA ESPERANDO CON mi papá que empezara a sonar la música para entrar a la iglesia, estaba nerviosa, me estaba por casar.

— Todo va a salir perfecto mi amor —me susurro papá dándome un fuerte apretón en la mano.

Le miré sonriendo y asentí, definitivamente necesitaba que mi papá me reconfortará, sabía que iba a salir todo bien, iba a casarme con quien siempre soñé.

Las puertas finalmente se abrieron y empezamos a caminar hacia el altar, hacia mi futuro esposo.

A medida que iba avanzando miraba a las personas que estaban ahí presentes, me sonreían con felicidad y yo les devolvía una sonrisa cuatro veces más feliz.

Mire hacia el frente y vi a dos de los hombres más importantes de mi vida parados ahí, primero hice contacto visual con Ethan, él me sonrió con ese brillo particular que tenía y le devolví la sonrisa encantada.

Después miré a Charles, el monegasco me miraba también sonriendo, tenía lágrimas en los ojos y su mirada me lo decía todo, le sonreí tranquilizándolo.

Camine hasta el altar y me pare frente a mi futuro esposo, nos dimos una mirada y esos ojos que me mantuvieron a salvo siempre me dieron toda la confianza que necesitaba.

Me agarró de las manos y nos quedamos mirando todo el rato, me perdí en esos hermosos ojos azules, solo podía pensar en él, en lo afortunada que era por tenerlo, me emocionaba pensar que iba a casarme con él, en mi interior siempre supe que sería él.

— ...aceptas a Bridget Fontaine como tú esposa en sagrado matrimonio para amarla y respetarla, en el bien y en el mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad hasta que la muerte los separe? —la pregunta del cura me saco de mis pensamientos, honestamente ni me di cuenta de cuando llegamos a esta parte.

— Claro que aceptó —dijo mi futuro esposo divertido haciendo reír a los presentes, colocó con cuidado el anillo en mi dedo anular.

Me quedé observando el anillo hipnotizada, los habíamos elegidos juntos y se veían tan hermosos, era justo como siempre los había imaginado. La delicadeza con la que él había colocado el anillo en mi dedo me dejó más enamorada de lo que ya estaba.

— ...como tú esposo en sagrado matrimonio para amarlo y respetarlo, en el bien y en el mal, en la riqueza y en la pobreza, en salud y en enfermedad hasta que la muerte los separe? —el apretón en mi mano me saco de mis pensamientos, levante la vista y me miraba burlón, sabía que me había perdido imaginando todo.

— Aceptó —sonreí colocando el anillo en su dedo.

— Por el poder que me han concedido, los declaró marido y mujer —dijo el cura.

Sonreí y antes de poder hacer nada me agarró el rostro con cuidado y junto nuestros labios.

Ay que vergüenza, mi mamá esta viendo como me beso con alguien.

— Te amo —murmuro sobre mis labios.

— Te amo —dije acariciando su rostro con una de mis manos.

Los gritos de los presentes no se hicieron esperar, me agarró de la mano y corrimos por el pasillo entre risas mientras los invitados nos tiraban arroz.

— Mi peinado —reí cuando salimos de la iglesia.

— A ver, déjame a mi, esposa —murmuro con gracia sacando lo que tenia en el pelo.

— Gracias, esposo —dije en el mismo tono sonriendo.

— Hermosa como siempre —sonrió inclinándose para darme otro beso.