Atrapada

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Sinopsis: Crystal encuentra a Hope en una situación vergonzosa y descubren que son más compatibles de lo que creen.



— ¿Te gusta que te traten duro? —. Pregunto una voz femenina mientras inmovilizaba a Hope contra la pared, besándola en el proceso. Para sorpresa de la Trihibrida el beso no fue suave ni gentil pero no le molestaba en absoluto. Tampoco le molestaba el hecho de que no recordaba quien era la chica con la que se estaba besando, ni como había llegado a este momento.

—A mí me gusta poner en su lugar a chicas como tú —. Susurro la chica desconocida mientras movía sus labios al cuello de la cobriza y comenzó a besar la piel de la zona, succionando de vez en cuando para dejar algún chupetón en el cuello pálido.

Hope era un desastre en este momento, comenzó a jadear y gemir mientras la otra chica se tomaba su tiempo con su piel. Simplemente no podía evitar hacer esos sonidos, se sentía demasiado bien y simplemente no quería que la chica se detuviera.

Pero de pronto ese deseo se acabó cuando la chica se alejó de su cuello y Hope pudo verla claramente. Era Crystal, la chica que conoció hace dos semanas en el Mystic Grill.

De pronto Hope se despertó jadeando, descubriendo que solo era un sueño. También noto que tenía una mano dentro de sus bragas y pronto fue consciente de la increíble humedad que tenía entre sus piernas. Lentamente saco la mano de sus bragas y limpio la humedad de sus dedos con su camiseta larga que uso ese día para dormir.

No estaba de humor para masturbarse en este momento, y mucho menos después de haber tenido un sueño húmedo con Crystal. No es que no le pareciera atractiva, es solo que no estaba segura de que pudieran tener una relación las dos.

Tal vez no estaba de humor para masturbarse, pero estaba de humor para hacer otra cosa.

Después de prender las luces de su habitación, Hope camino saco de debajo de su cama una caja negra, al abrirla vio un par de consoladores y una pequeña colección de tapones anales que había decidido quedarse.

Tomo un frasco de lubricante y un tapón anal de 7 centímetros de largo y 2,5 de ancho. Era de los más pequeños que tenía pero considerando que llevaba un tiempo sin meterse nada en el culo, era buena idea comenzar con algo como esto.

Después de lubricar el juguete y bajarse las bragas hasta las rodillas, se inclinó en su cama y con su mano libre se separó las nalgas, revelando su agujero más privado.

Comenzó a empujar lentamente, luchando contra la resistencia de su ano y, eventualmente forzándolo a estirarse para tomar el juguete. Luego de unos momentos, logro acostumbrarse a la sensación del tapón en su culo y se subió las bragas nuevamente.

Después guardo el lubricante y volvió a esconder la caja. Hope se movió un poco, sintiendo la presencia del pequeño intruso en su agujero privado y disfrutándolo.

Ahora estaba lista para volver a dormir, sabiendo que muy probablemente sentiría el tapón en todo momento y sintiéndose bien al respecto.

Esta vez, cuando volvió a dormirse, no hubo más sueños sexuales; ni mucho menos sueños con Crystal

A la mañana siguiente, después de hacer sus necesidades básicas en el baño y limpiarse correctamente, Hope decidió volver a ponerse el tapón anal.

No era una sensación tan rara como lo recordaba, además le excitaba sentirlo dentro de ella. Y Hope sabía que si en algún momento comenzaba a ser incomodo simplemente tendría que ir lo antes posible a un baño y quitárselo, bastante sencillo.

La Esclava Trihibrida: distanciadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora