—Odio hacer esto —dijo Azat en lo bajo, atrayendo a Sheker mas a su pecho.
—¿Hacer qué? ¿Estar conmigo?
—No —negó —, tener que ocultarme para verte, hablar y hacer el amor en silencio para que nadie nos escuche, me gusta sentirte gemir y pedir que te de duro, cariño—las mejillas de Sheker se sonrojaron, Azat era un hombre pasional que buscaba sacarle el máximo provecho al cuerpo de su mujer, le gustaba escucharla gemir alto y que lo disfrutara a pleno.
—Lo siento —fue lo único que pudo decir.
Azat aun no podía olvidar el hecho que tenia en sus brazos a una traicionera, a la mujer que lo apuñalo en la espalda sin aun saber la razón de tal hecho, la misma mujer que amaba y deseaba en cada instante tenerla a su lado para follarla.
Sheker llevo la mano del hombre a su vientre, haciéndole sentir las pequeñas patadas de su hija.
—Es una niña —notifico, con una sonrisa en su rostro. Azat la miro con atención y sonrió, le resultaba nuevo saber que tendría una niña.
—Debo pedirte perdón por todas mis palabras, Sheker. Esta niña es mi hija, y nada me impedirá a que este conmigo...quiero que regreses, cariño. No se porque hiciste esto, pero no me importa.
Sheker se aparto de el y lo observo.
—No es posible...pronto me casare con Ruslan, y tu estas casado; no lo dejare por nada.
—¿Por nada, Sheker? ¿Acaso creer que estar a mi lado, decirte que te quiero, es por nada? —Azat rio con ironía y aparto la vista de ella.
—No me das la estabilidad que quiero y necesito, Ruslan si lo hace.
Azat preso de la ira, se levanto de un salto y comenzó a vestirse, bajo la mirada de la mujer. una vez vestido, volteo a mirarla.
—Si es lo que quieres, hazlo, quédate y disfruta de esta mierda...tengo lo que necesito y una familia.
—Si Alman es tu familia, entonces me parece perfecto.
—Ella esta embarazada y ese niño será mi sucesor —dijo sin pensarlo ni medir sus palabras. Sheker quedo en silencio, sintiendo como nuevamente su corazón se rompía. Había intentado vivir sin él, saber que no estaría sola, sin embargo; Azat se encargaba de destrozar su estabilidad emocional, tenia el poder de hacer lo que quisiera con ella, y eso no lo podía perdonar.
—Vete y no vuelvas; soy la prometida de Ruslan Sultanov y eso nadie lo va a cambiar, aunque te duela y no quieras, mi hija será su hija y yo su mujer. aquí termina todo, Azat—musito, tratando de resistir el nudo que tenia en su garganta, deseando estar sola y llorar.
Sin nada que decir, este salió por la entrada de la chimenea, al volver la pared a su lugar, Sheker comenzó a llorar, desolada.
—Tonta, tonta —se repitió, golpeando su cabeza una y otra vez.
(....)
Al día siguiente, Sheker y Ruslan partieron hacia un restaurante, ambos sabían que debían dejarse ver y cautivar las portadas de prensa.
—Nunca vine a este lugar —dijo la fémina, observando toda la elegancia que había en el salón.
—Bueno, me alegra ser el primero en traerte, querida—dijo, Ruslan con una sonrisa. —Pronto será nuestra boda y te puedo asegurar que vendrás seguido aquí.
—Entonces voy a querer siempre la misma mesa —ambos rieron, Ruslan llamo a un mesero y pidieron.
La sonrisa de la fémina disminuyo al ver la pareja que entrada tomados de la mano.
—¿Sabías que ellos vendrían aquí? —pregunto tratando de contener su enfado, Ruslan arrugo su entre cejo y volteo hacia donde ella observaba. Allí estaba Alman y Azat.
—No lo sabía, te lo aseguro, si lo hubiera hecho, no te traería aquí. No deseo exponerte a ti ni a la niña.
Ruslan tomo su mano por encima de la mesa, tratando de apaciguar su intranquilidad, sin embargo, bajo los ojos de Azat, aquello parecía otra cosa, no contaba con verlos allí. Para su desgracia, la asignación de la mesa había sido al frente de la de ellos.
—¿Quieres que nos vayamos? Te puedo llevar a otro lugar si quieres...
—No —Esta sonrió, y apretó su mano—. No me afecta.
En el momento que les llevaron los platillos, la fémina degusto cada uno de ellos, gimiendo de placer al sentir sus sabores. Ruslan rio por lo bajo al verla comer. Sheker al notar su mirada, paro de comer y lo miro con una sonrisa.
—¿Qué sucede? —pregunto, limpiando sus labios.
—No creo que serás mi esposa y me harás padre de tu hija...me gusta verte así, no debería ser de esta forma.
—Pero lo es, y es poco a todo lo que tu me das. Se que serás un buen padre para nuestra hija —alego, dejándose besar la mano por el mayor.
Lejos de todo aquello, Azat observo con ojo critico lo que la pareja hacía.
—Deja de verlos, ella ya no es tuya, solo eres un cobarde —murmuró, Alman, bebiendo de su vino.
—No te incumbe, ni tampoco deberías estar bebiendo, estas embarazada—dijo entre dientes, apartándole la copa de sus manos. —Vinimos aquí por algo y no lo arruinaras bebiendo.
—¿Sí? —pregunto riendo —. Vinimos solo por un documento, nunca me sacarías a modo pareja.
—Estamos lejos de serlo.
Apretó sus puños con fuerza al ver como Ruslan besaba los labios de Sheker, sus sentimientos y culpas lo estaban desmoronando. No debía ser así, no debía llamar la sangre a cosas perversas. Sin poder contenerse, se levanto y aparto a Ruslan de Sheker para luego darle un puñetazo.
—¡No vuelvas a tocarla! —bramo, sacando un arma de su cinturón, al ver el acto, los guardias de Ruslan lo apuntaron en la cabeza, los meseros y las mujeres fueron testigos del acto que se estaba llevando en el local.
—¡Ruslan! —grito, Sheker, levantándose de su silla y acercándose a él, mientras lo ayudaba a pararse. —¿Estas bien?
—No te preocupes, Sheker, lo estoy —volteo a mirar al sicario que estaba enfadado. —Es una sorpresa poder dirigirnos la palabra de este modo, Azat. Es un placer hacerlo.
—Para mi no lo es.
—¿Qué crees que haces, Azat? ¡No vuelvas a tocar a Ruslan! El es mi prometido y el padre de mi hija, acepta los hechos y deja de interferir—intervino, Sheker. Tomando la mano de Ruslan.
En ese momento, Alman se acerco a ellos y enredo su brazo con el de Azat.
—¡Vaya! Que grande esta tu vientre, Sheker; creo que deben felicitarlos, estamos en la espera de nuestro hijo, ambos estamos muy feliz. No creerán como Azat lo festejo al saberlo. —Mintió, provocando que Sheker mas sintiera dolor.
—Los felicito, de seguro serán unos buenos para nada de padres —felicito, Ruslan, dando una señal a los guardias para que bajaran sus armas—. Espero verlos en nuestra ceremonia, será un placer volver a verte, Azat. Al fin y al cabo, todo lo que tienes, lo tienes por mí.
Ruslan tomo la mano de Sheker y salieron juntos del restaurante bajo la mirada del sicario.
—Juro que lo matare de la peor forma—susurro entre dientes.

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Despiadados
Teen FictionAzat y Sheker, una pareja que sabia lo que el futuro les podía dar y quitar, sin embargo, nunca pensaron que el destino les podía quitar a la persona que mas amaban. ¿Como se podía vivir con ese dolor? Ambos sabían como enfrentarse al dolor, el m...