sunflower love | namgi

Prólogo

Las copas de los árboles se dejaban traspasar por el suave sol primaveral que les acariciaba las puntas para caer en el pavimento, dando una sombra de montones de manchas ya que la luz solo pasaba en los espacios entre las hojas. El camino se volvía cálido pero podía sentirse una suave brisa en la que las mariposas danzaban, disfrutando la pulcredad de aquel aire.

Mientras los árboles llenaban sus oídos de la brisa, Min los llenaba de términos en latín y palabras que quizá olvidaría en cuestión de segundos, pero la fluidez en el habla y la felicidad en la entonación hacía que no pudiera contener las ganas de oír a su individuo favorito platicar por horas y horas sin parar. El amor incesante de Kim por las plantas simplemente le calentaba el corazón, sabía cuanto adoraba hablar de botánica y cuanto adoraba aquella rama de la biología en sí.

Incluso había una planta a la que había nombrado en honor a su amigo, se tomó la molestia de bautizarla como "Gigi", pero no fue tan divertido cuando Yoongi se entero que ese tal "Gigi" era un cactus. Apreció el gesto pero hizo un drama ante la situación, obteniendo de Namjoon la atención que quería —porque realmente el hecho de que una planta de su amigo tuviera su nombre lo emocionaba, incluso si fuera una mala hierba, lo hacía sentir importante—.

— Y la crassula ovata que planté la semana pasada... —seguía explicando el menor, moviendo sus manos mientras explicaba, casi automáticamente.

— ¿Una qué? —cuestionó Yoongi alzando una ceja por el extremadamente confuso nombre, al menos para él. Odiaba las clases de latín, agradecía a Dios que ya no las veía desde la secundaria.

La suave risa de Namjoon, sonando como un delicado melifluo que le cosquilleó el corazón y le coloreó las mejillas, haciendo que una suave sonrisa se le plasmara en el rostro.

— "Crassula ovata". Su nombre común es árbol de jade —respondió con una sonrisa, mirando a su amigo sin detener la caminata por el campus.

— ¿Y cómo la nombraste tú? —preguntó Min, deseando ver aquel brillo en los ojos de Namjoon cuando hablaba de aquellas cosas. Sabía del fanatismo del moreno por nombrar a sus plantas.

— Delilah. Como esa canción que tanto escuchas.

A Yoongi el corazón le latió tan rápido que las hojas de los árboles se removieron enternecidas en las copas.

— ¿La que dice "time square can't shine as bright as you"? —dejó salir la pregunta mientras le sudaban las manos y evitaba tartamudear o decir alguna tontería por los nervios.

— Sí. Esa de Plain White T's. Te vi cantándola cuando estudiabas —explicó, subiendo el primer escalón hacia el edificio donde se encontraba su clase—. Nos vemos luego, Yoongi.

Y Yoongi solo quería tomarle la muñeca para que no se alejara y darle un beso que demostrara todo lo que sentía. Pero habían dos cosas que evitaban aquello: uno, temía declararse a su mejor amigo y no ser correspondido. Dos, los siete centímetros de diferencia eran un gran problema, ¡Yoongi no alcanzaba a besar sus labios!