𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐀𝐠𝐚𝐢𝐧𝐬𝐭 𝐔𝐬 (ˢˡᵃˢʰᵉʳˢ ˣ ᶠᵉᵐ!ʳᵉᵃᵈᵉʳ) (REESCRIBIÉNDOLA)

🕯7🕯

(Mismo día)

El comedor estaba casi al completo, y digo casi ya que faltaba uno de ellos; Brahms Hellshire, el cual estaba en la sala acolchada que parecía sacada de un psiquiátrico. Sin ningún tipo de movilidad, el britanico miraba al peluche que le había obsequiado la joven docente, el cual estaba en la otra punta de la habitación. Si no hubiera habido ningún tipo de condición para el regalo Brahms lo hubiera aceptado gratamente, pero no, no lo quería. Pero no por que no le gustase el diseño de este, sino por las condiciones, las cuales no le gustaban al enmascarado, simplemente por el hecho de que eran cosas que no cuadraba con "las reglas". Un suspiro pesado de Brahms dio a entender que dentro de su cabez había una batalla campal entre aceptar o no el obsequio, ya que si lo aceptaba tendría que obedecer las condiciones de [T/N], pero si no lo aceptaba mostraría que él no tiene interés en mejorar y aceptar que ahora no es el que manda. Para el era como si ese peluche fuese un ticket para un tren que le llevaría a una posibilidad de mejorar.

- Maldita sea. Al final voy a acabar dejándome mandar, y eso no me gusta.- se dijo para sí mismo mientras se intentaba desplazar hacia el peluche.

Al llegar al lugar donde estaba el peluche, el britanico se sentó de piernas cruzadas, mientras que el peluche estaba apoyado en su regazo.

- Ahg.... Tal vez debería empezar a colaborar con [T/N]...

Mientras tanto, en el comedor, todos estaban sentados en las banquetas de acero inoxidable, mientras que tenían los peluches en su regazo. [T/N] estaba de pie enfrente de la gran mesa, mientras tomaba su café favorito en una taza con las palabras "La mejor enfermera del mundo", la cual fue un obsequio de sus alumnos, específicamente de Connor. Aunque Connor padeciese "Trastorno Límite de la Personalidad" era un niño muy considerado y amable, aunque claramente tenía sus ataques de ira descontrolada. En la boca de [T/N] empezó a formarse una sonrisa, esto debido al recordar cómo eran aquellos niños que la hicieron feliz durante los pasados cursos escolares, Derek al ser responsable, Lucy con su personalidad tranquila, Shopie siendo la animada y Connor al ser empático. Sus ojos entre cerrados estaban en un punto fijo de la pared, sin ser consciente del presente, mientras que la mayoría de los "prisioneros" la miraban con duda, uno por su comportamiento y otro por el mensaje de la taza.

- Oye, ¿estás bien o te ha dado un colapso mental?- preguntó Loomis en un tono neutral.

-¡Uhm!- soltó en forma de ruido de sorpresa la docente, para luego desviar la mirada a los hombres frente a ella.- Estoy bien, solo pensaba.

- Wow, puedes pensar. Me sorprende mucho.- comentó Bo mientras untaba mantequilla en un pan tostado.

- Y ha mi me sorprende que tu capacidad intelectual sea lo suficientemente grande para hablar.- respondió [T/N] mientras se sentaba en una parte vacía de la mesa, la cual estaba frente a Billy Lenz, quien miraba fijamente a la joven, pero no a los ojos...

- Serás hija de puta...- susurró el mecánico con una mueca de molestia.

- Madre puta no tengo, pero con la tuya, bua, me lo paso genial en la cama.- volvió a responder la joven creando reacciones en los presos como lo es reírse y el hecho de que cómo Stu soltó al aire el café que tenía en su boca debido a la risa. Y ni hablar de lo tenso que se puso Jason, simplemente el hecho de hacer referencia a "Actos ilícitos" le tensaba, más que a un cura en misa.

- Cambiando de tema. ¿Quien te dio la taza que tienes en la mano?- pregunto Stu limpiandose la boca con la manga del sueter.

- Mis niños. Buenos, así llamo a los niños del hospital.- contestó con amabilidad, a lo que algunos se sorprendieron.- ¿Que? ¿No sabéis que el docente es casi como una profesora y una enfermera?