𝐓𝐡𝐞 𝐖𝐨𝐫𝐥𝐝 𝐀𝐠𝐚𝐢𝐧𝐬𝐭 𝐔𝐬 (ˢˡᵃˢʰᵉʳˢ ˣ ᶠᵉᵐ!ʳᵉᵃᵈᵉʳ) (REESCRIBIÉNDOLA)

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** jueves, 22 de septiembre, en Lake Park (Minnesota)**

[T/N] se encontraba de pie junto a la impresora, la cual estaba en el trabajo de imprimir fichas llenas de actividades de escritura, se lo había prometido a Bubba, Thomas y Jason, así que tenía que cumplir la labor de llevarlas ese día. La joven ya estaba vestida completamente con un jersey gris, una falda de cuadros granate y unas botas con un tacón pequeño. Su pelo estaba recogido en un moño y a los lados de la cara caían un par de mechones ondulados. [T/N] miró atentamente como salía de la máquina la última hoja de papel, recogió todas las hojas que estaban en la bandeja de la impresora y colocó un clip de papel en la esquina del montón de hojas para luego guardar todo en una bolsa de tela. La joven agarró lo necesario para salir, las llaves del departamento, el teléfono, la cartera y el IPad que le dio Zaida para el trabajo.

- Chicos, me voy al trabajo, no rompáis otra vez las macetas de la ventana, por favor.- dijo [T/N] a sus compañeros felinos Milka y Oreo.- Os quiero mucho; mis niños, adios.

La joven salió de la casa por la puerta que conectaba al rellanos de la comunidad de vecinos, bajó por las escaleras como siempre y se dirigió a el bazar chino que estaba cerca de su casa, tenía que hacer unas compras antes de ir a trabajar. Al entrar, [T/N] saludo a la dependienta y se dirigió a la zona de decoración. Cuando ya estaba ahí, agarro un par de macetas con flores falsas y una lámpara que se le podía poner letras, luego, se fue a la zona de juguetes y escogió, 2 peluches de oveja, 3 peluches de oso que venían juntos, 2 peluches de gatitos uno gris y otro blanco, 2 peluches de ratón, 2 peluches de león y un peluche de conejito. Tras eso, se dirigió a la caja registradora para pagar todo.

- Señorita [T/N], hoy usted ha comprado muchos muñecos, ¿se puede saber para que?- preguntó la dependienta.

- Oh, bueno, es para mi trabajo.- contestó la joven.

- Ah, son para los niños, ahora tiene más sentido.- añadió la mujer tras la caja registradora mientras metía todo en una bolsa- Son 25$ señorita.

- Aquí tiene, y no son niños, pero actúan como ellos la verdad. ¡Que tenga un buen día!- se despidió la joven.

Al salir, [T/N] pudo ver la furgoneta de P.R.A.C aparcada en frente de su casa, había salido justo a tiempo. La joven empezó a correr los 10 metros que había de distancia y se paró en frente de la puerta derecha trasera, la cual estaba abierta.

- Hola, perdón por tardar, había ido a comprar un par de cosas. - se disculpó la joven docente.

- No te preocupes [T/N], acabamos de llegar.- dijo Zaida con un tono tranquilo.- Por cierto, estas muy linda hoy, te queda bien el conjunto.

- Uhm, muchas gracias Zaida, tu también estas linda hoy.- devolvió el halago [T/N].

- Bueno, conductor, puede empezar el camino.- aviso la psiquiatra al conductor, quien acató la orden.- Oye, ¿que has comprado, si se puede saber?

- Bueno, son un par de cosas para los chicos. Principalmente peluches.- contesto [T/N] con alegría.- Los he escogido en base a sus personalidad y pasado, por ejemplo, a Bubba y Thomas, al ser de una familia que vivía en el campo les he elegido unos peluche de oveja, y así lo he hecho con cada uno.

- Es un muy lindo detalle de tu parte. Creo que a la mayoría les gustaran.

- Eso espero, o si no me devuelven los 25$.- comentó en forma de chiste la joven

Tras eso el camino fue relativamente tranquilo, [T/N] miraba por la ventana, contemplando el río, el monte del fondo, y los diversos árboles que se encontraban junto a la carretera. El tiempo hizo una vez más de las suyas y todo pasó como si de un viaje de 2 minutos se tratara. Las verjas metálicas ya se veían, y la caseta de vigilancia estaba muy cerca, tan solo a unos 16 metros. Un par de segundos bastaron para llegar a la caseta de vigilancia, donde estaba otra vez el mismo hombre robusto.