Capitulo 14: Las puertas se abren.

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-¿Qué hiciste qué? -Sale de su cuarto el hermano de Armando todo somnoliento y se para en seco cuando me ve . -¿Luna?, ¿Qué haces aquí?

-Buenas Javi... - lo saludo y volteo a ver a Armando con cara de "ya la cajeteaste".

La tensión que se creó, de un momento a otro se convirtió en tristeza. Su mamá comenzó a llorar porque no íbamos a ser nada en la vida con un hijo. Cuando comprendió la situación Javi, su expresión cambió demasiado y fue cuando empezó a decirle "pendejo porqué no usaste condón". Este conflicto me aturdio demasiado así qué hice lo que debía hacer desde hace mucho tiempo.

-No señora, no se preocupe por el futuro de su hijo, a mi también me importa el suyo y el mío. Entonces yo me haré cargo, yo siempre he podido con todo y nunca he necesito de nadie para valerme de mí misma - Le toco el hombro para despues dirigirme al cuarto de Armando, recoger mis cosas e irme.

-¡Luna!, ¡Luna! - Grita y viene corriendo detrás de mi y cierra la puerta con fuerza.

-¿Qué pasó licenciado? -Me empiezo a poner mi playera.

-¿Qué?

-No quiero que seas la decepcion con tu familia. Mira si me quieres ayudar sólo ponme el dinero de la renta. Lo demás yo lo consigo. - Digo sacudiendo mi pantalón

-Por favor Luna, haremos esto juntos. Unidos lograremos cosas geniales. - Me toma de la cintura

-Tienes una vida por delante, podrás ver a tu hijo cuando quieras, de eso no te preocu...

-¡Por favor Luna!, nos costó demasiado poder estar juntos, no hagas que nuestra familia se rompa -. Se inca y me abraza el estomago.

-Mira... si me quieres apoyar, haremos todo como yo lo diga - Se para y me acaricia la mejilla

-Como quieras... pero juntos. -. Lo dice en un tono tan dulce... Dios no puedo con él.

Partimos hacía el norte de la ciudad de México, y sólo hacía comentarios para saber a dónde nos dirigiamos, yo sólo le comentaba que a un lugar en dónde me podían ayudar.

-¿Por qué no me dijiste desde antes que ibas a venir aquí? - Pregunta pues llegamos a dónde comenzó otra vez nuestra historia.

Toco la puerta, digo mi nombre para accesar y él de la puerta me reconoce. Llegamos al mostrador principal y la señorita me preguntó:- ¿Vas a consulta con la psicóloga?

-No... vengo a ver los planes de alojamiento temporal para embarazada - contesto.

-Am... claro. ¿Sería para alguna amiga... o conocida?

-Para... mí- bajo la cabeza y ella nota mi cambio de humor.

-¡Uy linda!, No te preocupes... - Le da la vuelta al mostrador y me abraza. Automáticamente, suelto en llanto.

-Es que... es que estoy sola Gabi. Mi madre no pone de su parte, siempre fui una basura para ella. Y ahora más con un bebé - casi no se me entiende por mi sollozar.

-¡Preciosa... tú no tienes la culpa que tu mama sea narcicista!. Sabes que tu bebé es una bendición y te traerá alegrías -. La abrazo aún más fuerte y escucho la voz de una mujer.

-Hola muñeca. ¿Estás bien? -. Volteo y veo a la encargada de la casa. Las veces que visitaba el lugar solo me la encontre en dos ocasiones no creo que me reconozca.

-Sí... muchas gracias -. Me seco las lágrimas.

-¿En qué te podemos ayudar?-

-Lo que pasa es que necesito de su ayuda y quería saber si hay posibilidad de alojamiento porque actualmente se me han cerrado varias puertas...

El Morado De Sus MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora