Capítulo 7: No se puede combinar el amor con el perdón.

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Abrí la puerta del auto, coloqué mi mochila en el asiento de a lado y miré la ventana todo el camino, iba pensando de todas la cosas horribles que me dijo y las no mencioné. No por lo grotescas que eran, si no porque me daban vergüenza.

¿Como una mujer feminista puede permitir estos tipos de agresiones?.

Llegué a la escuela, e inmediatamente me encontré en las escaleras a Jimena, una muy buena amiga.

-¿Estás bien?- Pregunta sumamente preocupada

-Sí, ¿porqué? -No entiendo su preocupación

-Te ves muy cabizbaja, ¿Te hizo algo José? - Al escucharla, bajo mi cabeza y unas lágrimas salen de mis ojos.

-Bro...- Se acerca a mí y me abraza. -¿Qué pasó?

-Tal vez... tal vez no me creas pero... José me dijo algunas cosas...- miro hacía los lados.

-¡Qué cosas! -Contesta exaltada

-Pues... cálmate, emmm... "pu...ta"- Bajo cada vez más la voz.

-¿Cómo?- Sus ojos me miran fijamente

-Puta. - Saco aire para decirlo.

Mueve su cabeza, me agarra los hombros diciéndome "Yo ye apoyo... y neta sal de ahí ". No resiste el enojo y se va corriendo.

Me saqué mucho de onda, pero prosegui a mi salón. Cuando entré, nos vimos fijamente a los ojos, cómo si fuera una persona extraña.
Iba caminando tan despacio, no sabía qué hacer; él estaba parado a lado de su banca con una sola intención. Pedirme perdón.

Tengo que ser fuerte... esos ojos me llenan de felicidad cada vez que los veo y... en este momento tengo que anularlo. Así qué, corté el contacto visual y me dirigí a la banca de a lado de Isabella y Rodrigo.

-Ay... hola. - toco el hombro de Isabella para que me volteé a ver.

-¡Luna!- Salta de emoción al verme.

-Holi- Rodrigo voltea a verme y tambien se acerca

-¿Como estas?- Pregunta Rodrigo

-Bien, bien. Y... ¿que te dijo Jose?- Le respondo a Rodrigo y automaticamente le pregunto a Isabella sobre la conversacion que tuve el dia de ayer con el

Saca su celular, empiezo a leer los mensajes y noto que en los audios que le envio, se le puede notar muy mal. La voz tan entrecortada que siento un espasmo en mi corazon al escucharla.

-Wow...- Abro mis ojos y lo volteo a ver disimuladamente. Veo que esta sentado mirando al suelo.

-Al laboratorio con cuaderno y libro. - exclama la profesora y todos acatamos la orden. Yo soy de las ultimas porque me regrese a buscar mi libro al escritorio de la maestra.

Alzo algunos formularios y afortunadamente esta ahi. Lo tomo, y enseguida camino a la puerta. Noto que Jose sigue sentado viendo el mismo punto y mi preocupacion se hace mas grande, nunca lo habia visto de esa manera... tan decaido. Tome fuerzas sobrenaturales para seguir mi rumbo sin hablarle y es cuando siento una presion en mi muñeca izquierda.

-Miranda, Por favor...- Sus ojos estan demasiado rojos, se le nota que no ha dormido nada porque tiene una ojeras del demonio.

-Jose... no porfavor.- Hay algo en mi que me da fuerzas para tener un poquito de dignidad. Salgo corriendo de ahi y por el espejo veo como la culpa le pesa y se encorba.

12:00

Las clases pasaban rapido, poco a poco me iba sintiendo mejor. Claro que no fue facil cuando el estaba a mi lado en todas las aulas. Pero llegó el momento de la verdad, el momento en el que José me rogaría el perdón.

Estábamos en el taller de música, me senté en el escritorio del profesor para practicar piano. La verdad cuando estoy estresada, enojada o simplemente triste, toco con coraje y no en cuestión del sentimiento, sino con pasion. Porque en definitiva eso me saca de mis malos pensamientos que traigo acumulado.

-Luna... -Levanto mi cara para saber de quién se trataba y es precisamente del que provoca que toque con pasión.

-No sé con que cara dirigirme a ti...- Alza una cartulina con nuestras fotos pegadas y un título en rojo que decía "Perdoname". En la banca de a lado había una caja de madera la cual igualmente la levantó y me la ofreció.

-Por favor Luna ¡Perdoname!. No se con qué cara lo digo, porqué tú mereces que te traten como lo que eres, una reina-. No termina la frase, cuando sus lágrimas se desbordan como las cataratas del Niágara.

-José... ¿Entiendes que lo que me hiciste no tiene perdón?-. Alza su cara con preocupación.

-¡Lo sé!, ¡Lo sé!. Se acerca más a mi y me toma de la mano. -Acepto que no me perdones, pero voy a hacer lo imposible para ganarmelo.

Sin dudarlo, nos pasamos como cuarenta minutos hablando y yo seguía en la misma posición que Isabella y Rodrigo me habían dicho. Llegó un momento en el que se hincó. En verdad, se le veía tan arrepentido...

-Escuchame, por favor... Dame sólo dos minutos de tu tiempo. - Su voz se escucha demasiado entrecortada y suelta en llanto nuevamente.

-José... está bien. Escucha... ya no quiero que vuelva a pasar. Me hiciste mucho daño y quiero que sepas que no te voy a dar mi perdón pero ya todo bien... ¿Okay?.- Al escuchar mis palabras se conmueve y me abraza.

-No... no sabes cuánto me alegro de escucharte decir eso... y te juro que ya no volverá a pasar. Tú no mereces ser tratada así mi cielo -Me soba mi mejilla y me da un beso.

Más tardó él en besarme que Isabella y Rodrigo en mandarme un mensaje diciendo "¿Qué pasó?, ¡Lo terminaste de perdonar!". A lo que rápidamente y con mucha discreción les contesté: "No se preocupen... lo tengo todo bajo control. No lo voy a perdonar pero le voy a dar otra oportunidad".

...

Pasaron los dias... Armando y yo seguiamos hablando cariñosamente, sabiendo que seguiamos sintiendo algo.
La verdad ya no habíamos tocado el tema de cuando me siguió hasta mi guarida secreta y de alguna u otra manera lo tuvo que sacar en llamada.

-Dados pizza, ¿qué va a querer?- Mi voz seria se empieza a debilitar cuando escucho su hoz

-Buenas Noches señorita, quisiera ordenar una pizza de peperoni con mucho muchor amor, digo sabor.

-Oye peldon por hablarte a las 5 de la mañana- Digo entre risas.

-De milagro tenía el teléfono en vibrador

-Lo sé - Mi voz suena de niña buena

-¿cómo lo sabías? - Su tono es más serio de lo que creí

-Porque estoy afuera de tu casa. -Espero no se lo tome en serio.

-Mmm... si quieres que te deje pasar necesitarás la clave de acceso. -Un tono muy retador sale de su boca.

-Ocho. - No lo pienso más y hasta yo misma me sorprendo.

-No lo has olvidado. -Se queda en silencio unos segundos.

-eemm... ¿Tierra llamando a Armando?- En algún momento creí que se había vuelto a dormir.

-¡Ay!, ¡Cierto!. Lo siento, lo siento. Pero... ¿Por qué me llamaste a éstas horas?- Hay algo sospechoso en su voz.

-Pues... quería preguntarte del cómo supiste dónde estaba, el dia que casi me desmayo. - Pongo las cosas en la mesa sin pensarlo.

-Pues... la verdad me matarías si te dijera... - Noto tensión en su voz y me preocupa.

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¡WUENASSSS WUENASSSSS AMIGUITOS Y AMIGUITAS DEL BOSQUEEEE CÓMO ESTÁN!. Yo super super feliz de que finalmente haya subido este capítulo.
Es largo pero se lo merecen por tanta espera y es que el Politécnico me consume mas de lo que esperaba.


En mis vacaciones que ya vienen subiré por lo menos 3 capítulos. ¡LOS AMO Y SIGAN DANDOLE AMOR A ESTE LIBRO!

El Morado De Sus MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora