Capítulo 18: Eres la mala en una historia mal contada.

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Si las rupturas amorosas son dolorosas... imagínense una ruptura en la cuál no sabes ni en qué pensar. Eres la mala pero al mismo tiempo la victima. Es tan jodida la sensación de extrañar a alguien pero al mismo tiempo saber que estas mejor sin ella.

-Hijo de perra - Armando niega con la cabeza y se levanta de brinco. -Quiero partirle...

-¡Amor!, cálmate. - Me levanto para sostenerle la mano.

-¿Por qué nunca dijiste nada? -Su expresión irradia rabia.

-Bueno... en realidad le dije sólo a Danna y a Isabella.

-Mira si me hubieras dicho... -Se pasa la mano por encima de la cabeza.

-¡Ja! - Lo interrumpo - Si tu fuiste el primero en apoyarlo... Cuando regresé de mi suspensión recuerdo que estuve hablando con la profesora de civismo un buen rato y al terminar tenía en la mano todas mis cosas porque ya no me dio tiempo de guardarlas; asi qué, José me ayudó con mi mochila y después me enteré que lo habías regañado porque era un estúpido por regresar con alguien tan dañina como yo - Mi expresión cambia y él se da cuenta.

-Mira... Si fui un estúpido pero creo que es comprensible... digo, no me imagino que hubieras apoyado algún ex de Isabella y al final... no te conocía al cien porque para ese entonces todavía no teníamos algo-. Hace una pausa. -¿Qué fue lo que más te afectó?, ¿Las consecuencias que trajeron "tus actos" o las causas por las que lo hiciste?

-Wow... nunca me lo había preguntado... - Bajo la cabeza - Créeme que no puedo elegir cuando al día de hoy sigo con muchas secuelas, aunque en su momento me odié demasiado por haberle hecho eso. Claramente a estas alturas ya me perdoné y estoy convencida que cualquier persona hubiera hecho lo mismo al estar recibiendo esos abusos. Y bueno... hablando de las consecuencias... no sabes lo difícil que fue para mí hacer una vida normal, rodeada de personas que solamente me repetían: "Cuidado, no te vaya a ahorcar", "Era ahorcar el cuello de abajo, no el de arriba"...

-Lo lamento, lo lamento en verdad. Tuve que haber escuchado tu versión, tuve que haber hecho algo. Créeme que hubiera hecho lo imposible con tal de que sanaras y protegerte de esas estúpidas personas. -Contesta cabreado.

-Desafortunadamente, el "hubiera" no existe pero lo que importa es que ahorita estoy bien y...

-Luna... dime por favor qué más pasó los día posteriores de cuándo regresaste a la escuela - Me toma de los brazos con desesperación.

-Tranquilo... - Hago una pausa - Pues... le pedí perdón a José y después de eso, siempre se portó como la víctima, me seguía ofendiendo en las conversaciones, me mandaban indirectas en el salón como "Estaría padre tener a alguien que si te quiera y que no te quiera matar" inclusotambién me dedicaba pues canciones super feos tipo la hipocrita de Anuel y así -.

-¿Tienes aún las conversaciones? Armando empezaba a tomarse la situación muy en serio.

- Las tengo algunas sólo en captura de pantalla... ¿Por qué? -.

-¡Muestramelas!, ¡Muestramelas! - Con un movimiento brusco pero eficaz logra quitarme el celular de mi bolsa de atar del pantalón.

-¡Armando, Basta! -Desbloquea mi celular y me da la espalda para impedir que se lo quite.

-Fue más o menos como en... Abril, ¿No? - Empieza a revisar mi galería.

-Créeme no es para tanto - Empecé a manotear mi celular para que se cayera y así poder agarrarlo-.

-Mejor cierra el hocico y abre las pa... -Encuentra algunas capturas de pantalla y las empieza a leer en voz alta- ¡¿Esto no es para tanto Luna?!; ¡Es un hijo de perra!. ¿Quién le habla así a su pareja?-

-Por favor Armando, él tenía razón, yo estúpidamente lo intenté...

-¡Tu no intentaste nada Luna!. Era lo mínimo que se merecía ese mal nacido. A ver... ¿Que no estás aprendiendo nada en tus terapias?. Nadie tiene el derecho de tratarte así por ninguna razón. ¿A caso tu le decías que era un pendejo cuando te maltrataba?

-Bueno... no porque pues sabía que me iba a ir peor...

-"Pinche bipolar de mierda, lo reconoces cuando quieres", "Pues solo te estoy diciendo tus verdades..." "Estás pero si bien puta perra pendeja" "Pues ya sácate a la chingada pinche perra callejera, que no vales ni verga" "Saquese a buscar otra verga que tragar". ¡Que Chingados es esto Luna! - Aprieta el celular y simplemente sus ojos radian un enojo impresionante, que jamás había conocido. - Si sabes la gravedad del problema, o sea , ese guey ahorita esta muy pinche campante sin asumir ninguna consecuencia. Ahorita vamos a ir a su casa y le voy a romper su puta madre.

-¡Armando, no! - Lo tomo de sus brazos intentando que no se dirija al auto.

-¡Dejame pasar Luna!- Quita mis manos con fuerza de su pecho y abre mi puerta - No quiero pelear, te lo estoy pidiendo de la manera mas atenta posible... ¡Entra al jodido auto! - Se le oye tan cabreado que es obvio que no esta pensando bien. Pero realmente necesito que se calme de alguna manera así que no tuve más remedio y me metí al carro.

Todo el camino no me dirigió la palabra, por más que le decía que se comportara y que pensara bien lo que iba hacer, simplemente parecía que le hablaba al volante. Cuando llegamos, no nos pudimos aparcar enfrente de su casa, por lo que nos estacionamos al otro costado de la calle.

-Te ruego por nuestro hijo que no hagas alguna tontería! - Le grito antes de que se saliera del auto.

Por un momento creí que me iba abrir la puerta pero fue entonces que escuché el sonido del seguro y entendí que me encerró como un vil perro.

Por la ventana del piloto alcanzo a ver todo, desde como se acercó a su casa hasta cuando le tocó el timbre. De inmediato, José abrió la puerta y fue así, que en un abrir y cerrar de ojos, Armando le dio un puñetazo directo a la nariz.

-¡MALDITA SEA, ARMANDO QUE COJONES TE PASA! - Se le escucha gritar a José.

-¡ERES UN PENDEJO!, ¡A VER IDIOTA PONTE CON UNO DE TU TAMAÑO! - Armando aprovecha su desorientación y lo tira al suelo, apuñalandolo una y otra vez - POR ESO NADIE TE QUIERE, NI TU MAMA, HIJO DE PUTA- En un movimiento repentino, José rueda a Armando y ahora él queda abajo.

-¡DE QUE HABLAS IMBECIL!, ¡QUE CHINGADOS TE HICE! - Grita José al mismo tiempo que lo ahorca.

No puedo dejar que se maten, necesito hacer algo. Sin pensarlo dos veces, le quito el seguro a la puerta y como es de esperarse la alarma del coche suena pero en estos momentos no me importa, sólo quiero detenerlos.

-¡YA PAREN POR FAVOR!- Corro hacia ellos pero todo cambia cuando por un par de segundos escucho de manera tenue el freno de un coche.



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⏰ Última actualización: Jul 26, 2023 ⏰

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