Capitulo 10: ¡Sólo mírate, te portas como una cualquiera!.

7 1 0
                                    

-Bueno... si no me quieres decir, está bien. - Armando vuelve a hablar y me saca de mis pensamientos nuevamente.

-Lo... lo siento -No sé que decir, me apena demasiado por no haberlo escuchado otra vez.

-Entiendo, no te preocupes. Ya duerme, es de madrugada y tienes que descansar -Se escucha como se acomoda en su cama.

-Sí, muchas gracias. -Me recuesto y después de cerrar los ojos, unos minutos después, me quedé dormida.

*Al siguiente dia*

Me limpio la cara, me recargo en el lavabo para verme alguna imperfección y noto que no había alguna. La verdad se me hace extraño porque al principio de mi período me crecen como árboles y es la señal de que próximamente tendré la menstruación.

Esa cosa que todas las mujeres odian, aborrecen y que senciallamante es un martirio que toda la vida y que mes con mes tendrás.

La verdad yo no me puedo quejar en lo absoluto, no padezco de cólicos, malestares muy pocos, cambios emocionales no tantos, solamente me impaciento más rápido de lo normal y mi sangrado es moderado.

Aún recuerdo que hablando de estos temas y considerandome "feminista" yo era muy radical y no sólo por mí actitud, que más tarde contaré la raíz de mis "arguemntos". Por ejemplo, uno que recuerdo con exactitud y del cuál me molestaba demasiado, era que me tenía que cuidar cada instante para que no tenga los famosos "accidentes".

Me preguntaba, "qué tan dañada está la sociedad que algo desafortunadamente natural se tenga que mencionar como un tabú, como algo incorrecto. O sea... ¡Dios!, todavia que por este sangrado podemos tener a sus criaturas... digo, que DEBEMOS. Porque con sus pensamientos patriarcales el parir nunca ha sido una elección" .

Me cepillo el cabello, me miro a los ojos y hablando de estos temas empiezo a recordar la anécdota que había comentado previamentre.

*FLASHBACK*

Era 31 de octubre, en mi escuela teníamos el convivio del halloween el cuál una de las actividades consistía en decorar el salón con una ambientación de zombie, esto para un concurso que estábamos organizando con todos los grupos. Conseguimos sangre falsa y la exparsimos en las cartulinas de la pared las cuáles yo estaba dejando huellas pintadas.

-¡Ush... parece menstruación! -Escucho la conversación entre risas que sostenía mi novio con Rodrigo e inmediatamente exploté.

-¿Disculpa? -Me acerco hacía ellos con una cara de enojo llena de impotencia.

-Uy... esto se va a poner feo -Rodrigo ve la situación que está por venir y no lo duda dos veces y se aparta.

-¡Ay!, ya te vas a enojar. Sólo fue un comentario -Me toma de los hombros para que me relaje.

-¡Sabes porque cosas la mayoria de mujeres pasan cuando tienen la menstruación!. No tienes ni la puta idea. Tú sólo te ríes cómo si fuera algo gracioso, ¿Crees que la endometriosis es un juego? - No puedo más, lo agarro de los hombros y con todo el coraje del mundo azoto mi pierna en su miembro, tratando de pegarle lo mas directo posible.

-¡Hija de pe...! -Se agacha por el dolor causado, apretando fuertemente sus piernas. -¿Pe...ro tú de que verga te quejas?... Si ni tienes cólicos. -Tiene razón pero no justifica su comentario.

-¿Y? eso no quiere decir que a otras mujeres no les afecte, tú no entiendes por el sufrimiento que mes con mes tienen que pasar. Ni si quiera una patada en tus huevos se nivelan a la realidad de las mujeres.

-¡ERES UNA PEN...!

***

-¡RAPUNZEL, DEJA CAER TU CABELLO! - La voz de Armando me saca de mis pensamientos e inmediantamente me asomo a la ventana y era él sosteniendo una caja junto con un globo en la muñeca. Me asomo al balcón y grito:- Me lo estoy desenredando.

El Morado De Sus MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora