(What's the Story) Morning Rose?

Chapter 11: The Day I Noticed

Unas semanas más tarde del primer concierto, Noel había ingresado en la banda. Al principio yo me había negado en rotundo, era mi banda y él intentaba apropiarse de ella ¡no era justo! Pero después de escuchar algunas de sus canciones, los demás parecieron realmente interesados. La verdad es que eran muy buenas. No sólo contribuía con las canciones, sino que también proporcionaba algo de seriedad a la banda. Volvió al local de donde nos habían echado por fumar porros y convenció al dueño de que nos dejara el sótano de nuevo, prometiéndole una paga semanal de unas pocas libras. Digamos que era una mezcla entre mánager, guitarrista y compositor... y su protagonismo dentro de la banda me ponía de los nervios. Por si fuera poco, se llevaba de puta madre con los chicos y casi siempre se venía con nosotros a tomar algo después de los ensayos. Aún recuerdo la forma en la que me marginaban Paul y él cuando yo tan sólo era un crío, y la verdad es que tenía miedo de que pasara lo mismo.

El verano estaba terminando y estábamos planeando una excursión a Red Rock antes de que se fuera el buen tiempo. No una excursión familiar, sino una escapada con los colegas, incluyendo al grupo, a Hewitt, a Louise y Jenna... que se había apuntado a última hora. Recuerdo aquel verano como uno de los últimos de mi vida tal y como la había concebido hasta aquel momento. La noche antes de irnos mamá tuvo que irse a casa de la tía Maggie, que estaba con gripe, por lo que Noel, Rose y yo teníamos la casa para nosotros solos. Desde la noche en la que Jenna había venido a dormir, Rose había estado muy distante, al menos para ser ella. Ya no se pasaba por mi cuarto a tumbarse a mi lado, ni venía a despertarme los domingos. Los besos de buenos días se habían acabado, y prefería ir con sus nuevas amigas al instituto a que la llevara yo. Estaba empezando a pensar que tenía algún problema con Jenna y siempre me decía a mí mismo que tenía que hablar con ella, pero acababa olvidándome al rato.

Bueno, esa noche volví a casa algo tarde, porque había ido a llevar a Jenna en moto a casa - moto que había tomado prestada, por supuesto - y llegué con un hambre voraz. Noel y Rose estaban viendo la tele en el salón, y ninguno levantó la mirada para saludarme. Aquello me molestó, no tanto de Noel, pero si de mi hermana. Ellos tampoco estaban tan unidos como de costumbre. De normal, ella se hubiera sentado junto a él en el sofá, apoyada en su hombro o tumbada con la cabeza sobre su regazo, pero miraba la televisión desde la butaca de mamá, con las piernas cruzadas. Unas piernas muy largas. Con este pensamiento me dirigí a la nevera y me desanimé al ver que mamá no había dejado nada preparado. Era demasiado perezoso como para hacerme siquiera un sándwich por lo que agarré un plátano y me lo llevé a la boca a lo bestia después de pelarlo. Aún masticando, me apoyé contra el dintel del arco que daba paso al salón, donde estaban mis hermanos y me los quedé mirando. No podrían ignorarme durante mucho tiempo más si seguía masticando de una forma tan ruidosa. Rose fue la primera en levantar la mirada, a la vez que chascaba la lengua y me miraba como diciendo "¿te importa?". Sonreí, aun con plátano en la boca y ella rodó los ojos. ¿Pero qué narices le pasaba? No me gustaba esa nueva Rose, tan piba y tan aburrida.

- ¿Tienes que hacer tanto ruido?

- ¿Tienes que ser tan repipi?

- ¡Yo no soy repipi! - exclamó ella frunciendo el ceño, como si la hubiera ofendido gravemente - Eres imposible.

Aquello me molestó. No sabía qué le pasaba a mi hermana, y que estuviera tan... Noel, no me hacía ninguna gracia.