Chapter 21: Interview with Mr Gallagher

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Un absoluto silencio inundó la sala. Yo lo miraba atónito, con la boca semiabierta y el cigarro casi consumido entre mis dedos. Cada segundo parecía hacerse ligeramente más largo  bajo la mirada tranquila de mi acompañante, sin embargo, la grabación que llevaba en marcha más de dos horas, nos indicaba que el tiempo fluía con normalidad. Él estaba sorprendentemente cómodo, diría que hasta aliviado, sentado en la butaca frente a mi, con una botella de whiskey a medias que nos habíamos ido tomando entre los dos a lo largo de la noche. No sabía por qué me había citado pasado el atardecer, quizá fuera porque la agenda de una leyenda de la música no le conceda más ratos libres que aquellos ; o simplemente los secretos salieran mejor de noche. Tanto él como su hermano, habían cargado con el secreto de la existencia de una hermana pequeña durante casi treinta y nueve años. ¿Cómo habían sido capaces de ocultar algo así? Cuando me lo había empezado a contar, al principio de la noche, pensaba que simplemente me estaba tomando el pelo. Una de esas cosas que de vez en cuando hacían sonar a Noel Gallagher como un chiflado. Pero él había permanecido muy, muy serio. Me había mirado a los ojos, y había vomitado toda su historia.

Le había preguntado que cómo había sido posible ocultar algo así, no sólo por la carga moral, sino por el hecho de borrar de la faz de la tierra a una persona. ¿No eran ellos tan conocidos en Manchester incluso antes de ser famosos? ¿Cómo es que nadie había dicho nada jamás? Él me había contestado que la gente había tratado de olvidar, y los que no, hacía mucho tiempo que se habían ido para dejar atrás todo el caos que ella les trajo. No me pareció una respuesta convincente, aunque si muy sentida. Sabía que existían rumores de una hermana, sobretodo después de la famosa canción "Sister lover", pero en eso se habían quedado; rumores estúpidos, como cuando la gente decía que Paul McCartney había muerto, o que Sid Vicious seguía vendiendo heroína en algún lugar de Ibiza. De hecho la gente sabía de la existencia de aquella chica. Salía con ellos en varias fotos en sus comienzos. Pero de ahí a pensar que era su hermana, había un abismo. Le pregunté la razón exacta de todo aquel secretismo, a lo que él respondió que habían hecho lo que creían mejor para ella.

- Estaba muy delicada mentalmente. Tienes que darte cuenta de la magnitud de nuestra popularidad en aquella época, Charlie - me contestó - iba a ser el foco de atención de todos los medios. La iban a perseguir, le ofrecerían  entrevistas, y ella no estaba bien. Si ya tenía una presión enorme siendo una adolescente normal, imagina siendo la hermana de dos miembros de uno de los grupos más grandes de todos los tiempos. No, no podíamos dejar que eso pasara.

Seguía hablando muy tranquilo, mirando de vez en cuando a su anillo de casado y dándole vueltas en su propio dedo. Verlo así, con ese gesto pensativo a la luz de un fluorescente, hizo que apreciara todas las arrugas que parecían haberse agolpado en su rostro. Era como si hubiera envejecido de repente, así, en menos de dos años, que era el tiempo que llevaba sin verlo en persona. Su pelo ceniciento estaba más gris, y ya no tenía tanto pelo en las cejas. Se le veía cansado, y en aquel momento, algo abatido. Sin embargo, cuando volvió a levantar la mirada, volvió a adoptar la actitud de siempre; seguro, tranquilo y con un aire de majestuosidad. Me pregunté en qué estaría pensando para haberse quedado tan sombrío unos instantes atrás, e inconscientemente miré al contador de la grabadora digital. 

- Cuando llevamos a mi hermana a un especialista, estuvo en observación durante unas semanas, y al final nos confirmó lo que llevábamos temiéndonos bastante tiempo. Sólo que peor...

>> Después de dieciséis años siendo maravillados por la naturaleza única de mi hermana pequeña, por su comportamiento enigmático, atrayente y casi adictivo, los médicos nos dijeron que, efectivamente, Rose era extremadamente singular, ya que sufría de esquizofrenia aguda. Siempre habíamos percibido que era distinta, especial, pero nunca nos habríamos llegado a imaginar que tuviera algo tan serio como aquello. Al conocer la noticia, nuestra madre empezó a llorar, más aterrorizada por la fuerza de la palabra en sí que por su significado. La verdad es que ninguno de nosotros teníamos idea alguna de lo que significaba aquello. Sabíamos que era algo malo, al principio pensamos que era algo así como ser un psicópata, pero los especialistas nos lo aclararon todo, tomándose su tiempo para explicarse bien. Al parecer, era un trastorno psiquiátrico que afectaba gravemente a su mente, produciéndole problemas en la percepción de la realidad, algo que el doctor había llamado "psicosis". También implicaba tener absoluta incapacidad de organizar sus pensamientos, por lo que nos explicó que su mente era un caos continuo que había estado destrozando su estabilidad mental durante mucho tiempo. Su conducta extravagante también estaba ligada a esta enfermedad, ya que al percibir el mundo de una forma alterada, sin poder entenderlo de una forma esquemática y organizada, se comportaba acorde con lo que ella entendía. Estábamos acojonados, todo aquello nos dio mucho, mucho miedo. Lo peor es que siempre estuvo ahí, y ninguno de nosotros fue capaz de verlo. Mamá se martirizó con la culpa durante mucho tiempo, y es algo que incluso hoy en día, sigue llevando como su propia cruz. Al no haber detectado pronto aquella enfermedad, fue expandiéndose por su cabeza durante años, hasta llegar a un punto en el que casi podríamos haberla perdido para siempre. 

(What's the Story) Morning Rose?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora