Cap 2. La otra cara de la moneda

483 48 8
                                    

Wanda Maximoff, 17.

Desperté por un molesto sonido perforando mi cabeza.

Estúpida alarma de los cojones.

Son las 7:30 am y me estoy levantando temprano en el primer día de verano ya que mis padres decidieron enviarnos a mi y a mi mellizo a un campamento, porque "según" nos vendría bien un tiempo fuera del pueblo para sacar toda esa energía acumulada y para aprender a respetar, obedecer, trabajar en equipo y toda esa mierda.

Yo digo que Piet y yo sabemos perfectamente cómo trabajar en equipo, si no supiéramos cómo no habríamos podido secuestrar al perro de los Johnson con excito...o haber entrado al colegio de noche para hacerle una pequeña "sorpresa" al director.

Apague la alarma y me estire en mi cama dejando ir un pequeño gruñido de cansancio. Dioses... odio despertar temprano; me levante esquivando el cuerpo de mi amiga del suelo y me dirigí al baño, hice todo lo necesario y volví a mi habitación.

-Kate...- murmure sacudiéndola un poco con el pie. -Kate...despierta- la moví más fuerte pero no reaccionaba. Si que tiene el sueño pesado.

-¡Kate! - la patee aún más fuerte.

-¡Yo no fui!- gritó levantándose rápidamente golpeando su cabeza con un mueble. -Auch.

-Levanta el culo, no quiero que se nos haga tarde y mis padres aprovechen la oportunidad para llevarnos hasta el campamento.- la destape y le tire una almohada a la cara, ella solo la tomo con un gruñido y siguió durmiendo, floja.

Fui al otro lado de la habitación y sacudí la silla de escritorio en la que se encontraba mi otra amiga.

No entendió como terminaron dormidas en estos lugares cuando esta la cama lo suficientemente grande como para cuatro personas.

-Darcy... mueve las tetas que te gana el baño Kate.- sacudí su hombro.

-Shhhh ya escuche mamá.- se acurruco aun más en su almohada y pasó de mi completamente.

Que hijas de puta.

Salí de mi habitación para dirigirme al cuarto de Pietro, seguro aún no se ha levantado. Todos en esta casa duermen como troncos y tengo que ser yo la que los levante, soy desastrosa más no impuntual... aveces, la escuela no cuenta.

-Buenos días Wanda.- me saludo Scott que caminaba por el pasillo con su maleta lista y un termo con lo que supongo es café.

-Buenas, oye ¿ya se levanto Pietro?- pregunté antes que siguiera caminando por el pasillo.

-Noup, le di un almohadazo a la cara y ni siquiera movió un dedo... a decir verdad puede que no esté vivo.- contesto encogiéndose de hombros y continuando su camino.

Gire los ojos, esto siempre pasa, el príncipe decide dormirse hasta que le da la gana y luego no se despierta cuando debe.

Entré a la habitación de mi hermano siendo golpeada por el olor a cigarrillo y perfume de hombre. A pesar de todo, el lugar se encuentra en buen estado, un poco de ropa tirada por aquí y por haya pero nada mal. Nuestros padres nos hicieron la costumbre de siempre tratar de mantener nuestro espacio limpio desde muy pequeños.

Pase de el dirigiéndome a su armario, me puse de puntillas y saque lo que estaba esperando encontrar... La bocina.

Fui al baño y llené un vaso que tiene siempre en su lavabo con agua, me acerque a mi mellizo y deje caer el agua en su entrepierna.

-¡Oh no! Pietro, te hiciste pis y Kitty está mirando.- susurré a su oído.

Se levantó de un salto mirando a su entrepierna desesperado.

Camp WildFire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora