Cap 14. Venditas de Looney Tunes

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Natasha.

Mentí.

Mentí, mentí, mentí. Sentí de todo, sentí un escalofrío, sentí mariposas, sentí que no quería alejarme de sus suaves labios... y no me gusta.

No puede ser y no puede pasar. No me gustan las chicas, nunca lo han hecho.

Tengo a Steve. Ella es una campista.

Cuando lo vi parado de espaldas a nosotras sentí la necesidad de evitar que me viera con ella. Tuve que correr a sus brazos para recordarme que pertenezco con él, siempre me ha cuidado y querido, no puedo cambiar eso por la incertidumbre de que podría pasar con Wanda.

Mis padres estarían devastados después de todos los planes que han hecho para Steve y para mi. No puedo hacerles esto.

No me di cuenta que caminaba tan deprisa hasta que estrelle mi cuerpo con el de Clint.

—Hey, ¿estas bien?— pregunta preocupado mirándome.

Parpadeo un par de veces para luego suspirar y pasar mi mano por mi frente mientras observo todo el campamento.

—Si solo...— mi detengo a media oración cuando veo a Wanda, entrar tomada de la mano con Agatha a los baños, mientras las dos ríen y la pelinegra pasa su mano por toda su espalda.

No me agrada esa chica en lo absoluto, se la pasa coqueteando con todo lo que se mueva y sus manos escurridizas que no respetan límites, se la pasan tocando cosas que no son suyas.

—¿Haz visto a Steve?— pregunto con la mirada fija en los baños. Clint me observa raro y se para frente a mi para obligarme a verlo.

—¿Estas segura que estas bien?— vuelve a cuestionar. Hago un movimiento con la mano restándole importancia.

—Estoy bien. ¿Sabes dónde está?

—Me pareció verlo en la cabaña de consejeros—. Murmura rendido. Le agradezco y corro a la cabaña.

—¡No hagas algo de lo que te podrías
arrepentir!— lo escucho gritar.

Él sabe todo lo que siento con la situación de Steve. De verdad lo amo mucho, es un chico encantador, sensible... pero no creo amarlo de la forma que esperan que lo ame.

—¿Steve?— pregunto una vez que entro a nuestra cabaña.

—Nat—. Él rubio deja su libro de lado y se sienta en su cama, observándome de forma adorable y con una pequeña sonrisa en su rostro. —¿Que pasa?

Suspiro dejando caer mis hombros.

—Nada yo... quería verte—. Murmuro acercándome a él. Steve abre los brazos y me recibe entre ellos.

—Aquí estoy—. Dice con una risita.

Me enfada sentirme así, me enoja verla tan confiada y como si todo el mundo la mirara, esperando a que cualquier chica llegue a rogar a sus pies. Como camina tan orgullosa, robando suspiros de todos y... ¡no debería! No debería de coquetear con esa chica Agatha, solo la ilusionara cuando perfectamente sabe que ella no se siente de esa forma.

—Creo qué hay un par de chicas teniendo sexo en los baños—. Las palabras escapan de mi boca antes de poder registrar que estoy diciendo.

Steve me separa de él y me mira sorprendido.
—¡¿Que?!— rápidamente sale de la cabaña conmigo detrás.

Llegamos a los baños y abre la puerta de golpe sin importarle nada, revelando a Wanda sin camiseta y a Agatha agachada frente a ella.

—¡¿Que carajo están haciendo?!— Reclamo llamando la atención de ambas chicas.

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