Cap 21. Un poco cliché, ¿no crees?

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Wanda.

—Buenos días, ¿Como dormiste?— pregunta Kate sentándose en su cama cuando vuelvo del baño.

—No lo sé, estaba dormida—. Respondo encogiéndome de hombros y poniéndome mis anillos.

Kate hace una mueca que entiende y asiente con la cabeza. —Válido.

—Hey, ¿sabes si hoy tenemos alguna actividad en el lago?— pregunto sentándome a los pies de su cama.

—¿Como se supone que yo sepa?—. Murmura tallando sus ojos con el borde de sus manos.

—Creí que sabrías algo al estar tan pegada a Yelena como garrapata—. Levanto las cejas repetidamente y ella me golpea con su almohada.

—Primero que nada, hemos estado formando un lazo y segundo: es más probable que tú sepas con eso que le comes la boca a Romanoff—. Me devuelve el golpe y yo abro la boca ofendida.

Le conté a Katie y Dars lo qué pasó con Nat ese día en la cabaña del juego de colores, ambas dijeron que lo veían venir pero no tan rápido y obviamente me hicieron las típicas preguntas: ¿No Rogers era su novio? ¿Que son ahora? ¿Lo volverán a hacer?

Si tan solo tuviera la respuesta a todas esas preguntas...

Después de hablar con las chicas y que me obligaran a aceptar que si, puede que me atraiga la pelirroja, me condene a que ella nunca me tomara en serio o me mirara de otra forma más que una campista o un polvo.

—Alto, esto no es sobre mi. Tú y Yel han estado juntitas desde que te besó frente a todos—. Kate sonríe pícara y yo hago el típico y estúpido sonido de burla cuando a alguien le gusta alguien.

—No está pasando nada... solamente así es ella—. Rio fuertemente y le devuelvo el almohadazo.

—¿No está pasando nada? Katie, te amo, pero eres mas ciega que Dora la exploradora.

—Pero- ¡es verdad! No hemos follado como
otras—. Acusa levantando las cejas en la última parte.

—Ugh, lo sé. Ya no me lo recuerdes, decidí que dejara de gustarme—. Bishop me mira con una ceja levantada sin creerme, —Hablo en serio. La trataré como trato a los demás.

—Quisieras. Esa mirada felina y seductora te tiene un agarre ni medio normal—. Hago una mueca.

Probablemente si, pero ella no tiene que saber eso.

—Obvio que no.

—Buenas—. Dice Darcy entrando a la cabaña seguida de Mariah.

—¿En serio Bishop? Ya todo el campamento está de pie—. Darcy le da una nalgada a Kate quien solo le saca el dedo medio y se cubre con su almohada.

—¿De que hablaban?— Mariah pregunta dejándose caer en el pequeño sillón "puff" naranja en el suelo.

—De la Barbie rusa—. Tanto Darcy como Hill hacen un sonido de tensión, dándome una mirada y luego a Kate.

De pronto, Bishop se levanta de manera brusca y se sienta en cuclillas sobre la cama, con las palmas juntas y su mano pegada su boca. —Okay, ya que todas son una bola de chismosas—. Suelto una risita nasal sabiendo que es verdad.
—Ayúdenme a planear algo.

Las tres nos miramos curiosas y en un moviento rápido, nos sentamos de piernas cruzadas en la cama de Katie.

—Se que estamos en este estúpido campamento, pero eso no impide que pueda intentar algo—. Escuchamos un ruido en la puerta y las cuatro caemos en un silencio profundo, mirando a esta esperando algo, mas nada pasa.

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