Camp WildFire

24. El cassette.

Wanda.

—Toma una chaqueta, te dará frío—. Le advierto a Darcy haciéndola rodar los ojos.

—Estamos a mitad de verano Maximoff—. Giro los ojos sabiendo que terminaré dándole mi sudadera y las cuatro salimos de nuestra cabaña, yo primero seguida de Darcy y por último Kate y Yelena juntas, la primera con el brazo al rededor de los hombros de la segunda.

Desde que "hablaron" ese día han estado más cariñosas la una con la otra, pero si les preguntas qué pasa entre ellas te van a responder los mismo: "estamos viendo qué pasa" "solo nos divertimos" "no tenemos etiqueta" y mucho más.

Meto ambas manos en los bolsillos de mis pants negros al sentir la brisa fresca comenzando a correr atravesando las hojas de los árboles. El sol se está poniendo y todos los campistas están fuera en camino a la fogata.

—Hey—. Pietro llega a mi lado junto a Bucky, Sam, Scott y Vis.

—¿Y Mariah?— pregunta Darcy analizando al grupo.

Bucky rápidamente le explica que tuvo unos problemas en la cafetería y su horario de limpieza y mi amiga se despide de nosotros para ir a verla.

—Quien lo diría—. Empieza a decir Sam.
—Pietro y Ágatha, Yelena y Kate-

Antes de poder terminar amabas chicas lo interrumpen con un diferentes versiones de lo mismo y el solo sacude la mano restándoles importancia. —Como sea. Darcy y Mariah, Bucky y T'Challa.

—¿Que?— decimos las chicas y yo al unísono.

Barnes sonreí orgulloso dándole una mordida a su snickers y se encoge de hombros. —No lo pude evitar.

Nos sentamos en una de las mesas grandes de madera que se encuentran al rededor del campamento, pues aún tenemos tiempo a que empiece la fogata.

—Es increíble como ya tienen pareja mientras que Scott, Wanda y yo seguimos sin—. Finaliza Sam dejándose caer en la mesa. —Vis no cuenta por el no quiere.

—Si Wanda realmente quisiera no tendría porque estar sola, pero no puede superar a Romanoff—. Scott recrimina mirándome.

Yo suspiro ahora con todos los ojos puestos en mi.

—Me gustaría darte ánimos, Wanda, pero ni siquiera sé si a Natasha le gustan las mujeres.

Oh claro que le gustan, Yel. Mucho más de lo que te imaginas.

—Lo sé, realmente quisiera bórrala de mi
cabeza—. Gruño dejando caer mi cabeza en la mesa con un suave "toc"

Nadie sabe de mi actual situación con Natasha. Creo que esos encuentros en las sobras o susurros que se pierden en el aire me están afectando más de lo que quería.

He pensado en decírselo a mis amigos, pero no quiero hacer las cosas más complicadas de lo que ya lo están, digo, Natasha apenas acepto que siente algo sexual por mi y yo... estoy conforme con eso. ¿Para qué meterlos en algo que no necesita ayuda?

—Además existe Steve—. Vis comenta ofreciéndonos de las galletas que come.

Ni me mencionen a ese desgraciado.

Es un maleducado, rencoroso, prepotente, egocéntrico, grosero hijo de puta. No tengo idea de que ve Romanoff en él, tiene una voz siempre tan recta y cordial que siento que cago para dentro.

—Ni me lo menciones—. Yelena dice en voz alta mientras que yo lo pienso.

—A todo esto, ¿como se enteraron que son novios?— Bucky pregunta.