Cap 8. La primera mañana

419 47 40
                                    

Wanda.

—¡BUENOS DÍAS CAMPISTAS, ES HORA DE LEVANTARSE!

Me despierto de golpe y con un susto lo suficientemente fuerte como para matar a un bebé o a una persona con problemas en el corazón.

—¡¿Que carajos?!— preguntó tallándome los ojos al mismo tiempo que escucho el sonido seco de algo cayendo.

—Ay...— el pequeño bulto de mantas se queja desde el suelo.

Oh Katie.

—¡ARRIBA TODOS! NOS ESPERA UN DÍA CON MUCHAS ACTIVIDADES.— suena la voz de un chico desde los postes comunicadores, seguida de una pequeña canción de trompeta.

—Cinco minutos más.— Darcy gruñe enterrando la cabeza en sus almohadas.

Okay... ¿que está pasando? Veo borroso, no tengo idea de en donde estoy y no se que hora es.

—¡ARRIBA WILDFIRES, EL DESAYUNO LOS ESPERA!

Ah claro, el campamento.

Volteo a mi alrededor viendo como mis amigas comienzan a pararse entre suspiros y quejidos, resignadas al hecho que no volverían a dormir... menos Yelena, ella sigue quieta como un tronco en su cama.

Puede que esté muerta. Ayer nos quedamos despiertas hasta no se que hora de la madrugada charlando, jugando y... bebiendo; Darcy logro contrabandear una pequeña botella con vodka en su sujetador.

Lo sé, somos menores de edad pero en mi defensa mañana cumplo 18 junto a Pietro y tampoco tengo padres presentes que me críen, ademas no fueron litros de alcohol, fue una pizca en la botella de cada una... apenas y me siento mareada.

—Yelena esta tiesa.— dice Kate mirándola estática desde los pies de su cama.

Yelena resultó ser muy divertida y fácil de agradar, tiene el mismo sentido de humor que nosotros y no le da miedo hacer cosas que no debería, quiero presentarla a los chicos, se que puede unirse a nosotros fácilmente. La mayor parte de la noche la pasó sentada junto a Kate, algunas veces hacía comentarios sugestivos a la pelinegra pero la pobre de mi amiga no tenía idea.

Siento qué hay algo allí pero ninguna de las dos querrá admitirlo.

Darcy y yo nos acercamos parándonos cada una a un lado de Kate, observando a la rubia dormir... o  eso espero; probablemente si se despierta ahora se llevará el susto de su vida al ver a tres chicas, con el pelo desordenado y apariencia de zombie observándole desde los pies de su cama.

—Yels...— Darcy sacude su cuerpo.

—Yelenaaaa.— canturreo un poco más fuerte sin obtener reacción alguna de la chica.

—Esto es estúpido.— Kate toma las riendas y se posiciona al lado de Yelena, agachando su cuerpo hasta que la altura de su rostro queda con el de ella. —¡Despierta!— grita con fuerza, palmeando el rostro de Yelena.

—¡Carajo!— La rubia acaricia su frente mientras que se acomoda en su cama.

—¡Ouch, mierda!— al mismo tiempo, Kate se queja sentándose en suelo y sujetando su nariz con lágrimas en los ojos.

Al momento de despertar alterada, Yelena le ha dado un cabezazo en la nariz a Kate con fuerza, bastante fuerza.

—Idiotas.— digo sin hacer el mínimo esfuerzo en contras la risa que escapa de mi garganta al igual que Darcy.

—Kate Bishop, ¡¿como se te ocurre?!— grita Yelena bajando al suelo con mi amiga y revisando su rostro con cautela. —Solo fue el golpe, no está rota...— murmura una vez que quita la mano de Kate de su nariz, mi amiga está sonrojada dejando que Yelena mueva su rostro a su disposición.

Camp WildFire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora