Comienzo

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Hola a todos, este es mi primer fanfic que escribo de Mo Dao Zu Shi, espero le den una oportunidad. Me basé en el live action tanto como en el Donghua para escribirlo, ojalá les guste.

También use el omegaverse para explicar lo principal de la trama, es primera vez que lo uso, pero hay varias cosas que han sido modificadas para la redacción de este fic. 

Advertencia: En este fic Lan Zhan es pasivo.

Disfruten de su lectura!

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Su corazón estaba destrozado, sólo podía ver con lágrimas el escenario dónde ocurría la mayor masacre que pudiera haber provocado, retrocediendo sabiendo que no había escape para el dolor que estaba sintiendo en ese momento, Wei Wuxian tenía su alma partida y su voluntad de vida se había ido, así que no dudó en dejarse caer desde ese rascacielos, pues no podía vivir con los pecados cometidos. Sus ojos se abrieron de golpe cuando sintió un fuerte agarre en su brazo. Lan Wangji lo sostenía con todas sus fuerzas a pesar de estar severamente herido, los orbes dorados le miraban suplicantes, nunca había visto algo así, y sólo podía pensar que era una hermosa vista antes de morir.

—Lan Zhan... Déjame ir —Dijo suave, pero el Lan se negaba rotundamente.

—¡Wei Wuxian! —El grito de Jiang Wanyin lo devolvió a la realidad, vio cómo el rostro de quien consideró su hermano menor se transformaba en una expresión de odio— ¡Vete al infierno! —Alzó su espada y la dirigió directo al quiebre de la roca que sostenía al cultivador demoniaco.

Wei Wuxian sabía que debía soltarse para no llevarse consigo a Lan Wangji, pero el hombre de vestimentas blancas se negó, y usando sus últimas energías, agarró más fuerte a Wei Wuxian y con ayuda de su espada como soporte, lo levantó hasta atraerlo a un aguerrido abrazo.

—Wei Ying... —Dijo aliviado, pero aún con angustia en su corazón— Te amo...

Wei Wuxian estaba conmocionado ante la repentina confesión del Lan, no sabía qué decir ni hacer, su mente estaba muy perturbada y no podía pensar con claridad.

—Lan Zhan... —Estaba mareado, todo se volvía borroso.

—Vamos, necesitamos irnos —Pasó el brazo del Alfa por sus hombros, levantándolo y viendo como hombres se mataban unos a otros, todo por algo de poder...

¿Qué hacía el poder que lograba corromper hasta el más puro corazón?

¿El poder corrompió a Wei Wuxian?

No, Wei Wuxian seguía siendo puro de corazón a pesar de todo, eso quería pensar.

Lan Wangji se llevó consigo al patriarca Yiling, hasta los asentamientos donde se dedicó a transferirle energía espiritual mientras le endulzaba con palabras melosas, pero el pelinegro esta obstinado.

—¿Por qué me trajiste aquí Lan Zhan? —Se apartó enojado— ¿Por qué me salvaste? —Se agarró la cabeza con ambas manos mientras caminaba de aquí a allá— Yo debía morir, quería morir —Dijo entre llantos mientras se abrazaba a sí mismo.

—Wei Ying —El Lan se acercó al de túnicas negras, pero este se alejó.

—Déjame, es suficiente —Podía sentir su dolor en su corazón y cómo este intentaba estallarlo.

—Wei Ying escucha, yo... —Se acercó nuevamente al pelinegro, tocando su hombro, pero su mano fue quitada con ira.

—¡Piérdete!

El silencio sepulcral los invadió, Wei Wuxian no quería escuchar al hombre de orbes dorados, mientras tanto Lan Wangji se encontraba cabizbajo. El Lan se mordió el labio inferior, no podían seguir ahí, iban a ser perseguidos, tenía que llevar a Wei Wuxian a Gusu para que estuviera a salvo, sabía que ahí estaría a salvo, sólo quería que estuviera a salvo, no importase si le odiaba o no. Con el corazón frágil se acercó nuevamente a Wei Wuxian y en un movimiento rápido logró inmovilizarlo, estaba cansado también, estaba roto por dentro, pero su amor fue más fuerte. Uso el hechizo silenciador, ya no le estaba quedando energía espiritual, esperaba que pudiese llegar a Gusu a tiempo.

Jade FrágilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora