#1+Greed #obsession

#Búsqueda

Harto. Esa era la palabra que mejor describía su estado de ánimo en aquel momento.

—No entiendo cuál es el problema en darme su nombre —HyungWon tenía ganas de aporrear el mostrador de la agencia de mensajería. —Mire, recibí un paquete por error y necesito devolverlo al remitente.

La chica, sonriendo sin perder la paciencia, le explicó que no podían hacer excepciones.

—Lo siento, señor Chae. Además como se ve claramente ahí en la factura que firmó su secretaria no hay remitente. La persona que  lo envió tuvo que haber dejado el paquete aquí y habrá querido hacerlo de forma anónima.

Salió del lugar lanzando insultos a todos y más enojado que nunca. Ya había intentado poniendo Wonho en el buscador y nada. Estaba desesperado y se reprendió por no haber sido más curioso y averiguar más cosas sobre él. Se sentó en la banca de un parque y se agarró la cabeza. Quería echarse a llorar de la frustración que sentía. Echaba de menos sentirse mimado. Wonho le había demostrado lo que era estar acompañado. Echaba de menos las charlas nocturnas, los baños que terminaban en sesiones interminables de caricias y besos. ¿Lo volvería a encontrar alguna vez?

Regresó al estudio con una sensación de derrota que era difícil aplacar. Conectó el pendrive y se puso los auriculares. Puso la última pista que le había mostrado a Wonho antes de irse de viaje al bosque.

'Admito que no soy muy versado en estos géneros, pero es agradable al oído y dan ganas de bailar...'

Cerró los ojos, rememorando esos momentos hasta que unos golpecitos en la puerta lo hizo incorporarse en su asiento.

—Señor Chae, lo buscan en la entrada —dijo un muchachito que trabajaba como cadete.

Una idea se le cruzó por la cabeza. ¿Y si era él?

Salió de su estudio casi corriendo para encontrarse cara a cara con su ex. Cruzó el vestíbulo de dos zancadas y lo increpó.

—¿Qué diablos haces aquí? Te dije que no quería verte.

JinYoung ladeó la cabeza con pena. —Por favor, Wonnie. Sólo quiero que hablemos.

—¿Sobre qué? Yo no tengo nada que decirte y mucho menos me apetece escucharte.

Su ex estiró una mano para tomar su antebrazo.

—Vamos, no seas así. Yo me siento fatal.

—Bueno, eso espero. —Respondió con sorna.

—¿Podemos ir a tomar un café? O si quieres podemos entrar a tu estudio o ir a casa.

—¿A casa? Wow, de veras que perdiste la razón. Ya no hay "casa". Está tu lugar y mi lugar.

Su ex levantó las manos, rendido. —Bien, un café entonces. Yo invito.

HyungWon estuvo a punto de negarse pero vio que algunas personas en el lugar ya empezaban a mirar hacia ellos así que aceptó a regañadientes.

Caminaron hasta un café que quedaba a pocas cuadras del edificio donde estaba su estudio y tomaron asiento.

—Bien, te escucho.

JinYoung quiso tomarlo de la mano pero HyungWon las apartó rápidamente.

—Lo siento —dijo agachando la cabeza. —Yo... no sé en qué estaba pensando.

—Ya deja el teatro. Lo que más detesto es haber estado tan ciego. Debí hacerle caso a mis sospechas. Así que supongo que me lo merezco por idiota.

—No digas eso. Tú no estabas y yo... —dejó salir un suspiro— me sentía solo.