#Placer culpable

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2020, Seúl

—...las pistas se sincronizan instantáneamente en la nube así puedes reproducirla cuando quieras —HyungWon explicaba a Kihyun el funcionamiento del nuevo equipo para su estudio pero su representante parecía estar escuchando hablar en un idioma desconocido.
—¿Entiendes algo de lo que estoy diciendo?

Kihyun soltó un suspiró y frunció la boca.
—Ni una palabra. Pero mientras tu lo entiendas...

HyungWon hizo un ademán con la mano y se giró para seguir explorando el equipo.

—¿Cómo siguen las cosas con tu media naranja? —preguntó el pelirrosa arrastrando la silla rodante al lado de su protegido.

—Bien, aunque no estamos viéndonos mucho estos días.

—¿Y eso por qué?

HyungWon alzó los hombros y tocó algunos botones de la consola. —Entre sus clases y su trabajo, apenas si nos vemos una vez a la semana.

Kihyun hizo una mueca. —Ah, al menos tienes a alguien que te cocina. Yo creo que mi estómago está a dos pasos de un transplante.

HyungWon arrugó la nariz. —¿El estómago se puede transplantar?

Kihyun se encogió de hombros. —Ni idea, era en sentido figurativo, tonto.

HyungWon puso los ojos en blanco y se recostó en la silla haciéndola girar con los pies. —Le pedí que se mudara conmigo.

—Oye, eso es genial. ¡Felicitaciones!

—No aceptó —espetó HyungWon mirando al techo.

—Oh... ¿Cómo que no aceptó? Hace tiempo que están juntos —observó su amigo— digo, es lo más conveniente.

—Si, eso pensé yo también. Pero me dio un montón de excusas y terminamos peleando.

—Eso es una mierda. Lo siento, bro. ¿Qué harás ahora?

HyungWon se levantó y agarró su chaqueta.
—Nada. Supongo que ir a disculparme e intentar una vez más. Vamos por un café, estoy encerrado aquí desde el mediodía y ya me harté de los bocaditos de arroz frío.

Ambos salieron y caminaron las pocas cuadras que los separaban del café. En el camino un hombre pasó casi corriendo y golpeó el hombro de Kihyun.

—¡Hey, idiota! ¡La próxima ponte una bocina en el trasero!

HyungWon no le prestó atención, absorto en sus pensamientos sobre su vida de pareja.

—Hablando de traseros, dime que viste el que se cargaba ese grandote que pasó recién. Te radiografió entero —observó Kihyun mirando hacia atrás.

—¿Eh?

Kihyun le golpeó el brazo. —Que acabas de perderte a un bombón que te echó una mirada que si tuvieras útero y lo hubieras mirado seguro saldrías embarazado. Se cargaba un cuerpazo y un trasero digno de aplausos.

—El único trasero que me interesa es el de mi novio. Ayúdame a elegirle algo. Iré a verlo esta noche.

—Ese tipo te tiene como idiota. En fin, vamos al centro comercial. Algo debe haber ahí.

Un rato después, ambos tenían las narices pegadas a la vidriera de una joyería.

—¿Crees que le gustará ese reloj?
—HyungWon estaba algo indeciso sobre qué regalo hacerle a su novio.

—Yo sólo creo que es demasiado. Si le regalas eso espero que te de el mejor sexo del mundo.

HyungWon sonrió. El sexo con su novio era bueno pero distaba mucho de ser épico. Pero no se quejaba. La rutina y el trabajo habían apaciguado un poco el ímpetu de los primeros tiempos. Era algo natural. Estaban en un momento de su pareja donde el sexo había pasado a un segundo plano para darle paso a otras cuestiones más mundanas. Aunque no iba a mentirse, añoraba aquellos tiempos donde tenían sexo en todos lados y terminaban exhaustos y agitados.

#1+Greed #obsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora