•Una Oportunidad• [TERMINADO]

《19》

—El libro — contestó y dejó salir un suspiro — apenas duermo...

—¿Por qué?, eres escritor desde hace mucho y supongo que no es la primera vez que publicas un libro de estos — contesté con obviedad. Cuando llegó a la editorial estaba diferente, ahora se veía cansado y de cierto modo abrumado.

—Es difícil, de este libro depende el futuro de mi vida — contestó y lo miré con extrañes.

—Bueno, leí el manuscrito y me parece una historia profunda, todo saldrá bien Farid — quería animarlo — por eso quiero que te relajes — pedí.

Me acerqué a él y lo abracé.

—Lo siento mucho Bricia, estamos aquí para que te relajes y solo te abrumo — colocó su mentón en mi cabeza y dejó salir un suspiro.

—Me relajo, si tú lo haces — sonreí al sentir el olor que desprendía.

Sus brazos me rodeaban con ternura y no pude evitar suspirar. Mi nuevo lugar favorito es estar entre sus brazos.

—Nunca olvides que te amo Bricia — susurró y asentí.

Nos quedamos abrazados durante unos minutos, me separé de él y llevé mis manos a sus mejillas.

—Sea, lo que sea que te esté abrumando, sabes que puedes contar conmigo en todo momento — dije y noté como se tensaba un poco.

—Lo sé Bricia — dijo con su suave, pero ronca voz — ahora debemos irnos.

Asentí y suspiré.

Empaque mis cosas y al tener todo listo salimos del hotel rumbo al crucero. Miraba por la ventanilla mientras hablamos del lugar, Farid se relajó como se lo pedí, y eso me gusto. Hablamos de muchas cosas, y al final también me relajé.

Llegamos al lugar de embarque y miré sorprendida el gran barco. Personas subían una tras unas por la entrada principal.

Salimos del auto y con nuestras maletas en manos subimos al crucero.

—No puedo negarlo, la vista es esplendida — dije mientras nos dirigíamos a nuestras habitaciones, ya que dormiríamos en cuartos separados.

Farid sonrió de lado, mientras me guiaba al cuarto.

—¿Cuántos días estaremos aquí? — pregunté mientras nos deteníamos en una habitación. Farid la abrió, y se hizo al lado para que entrara.

—No mucho tiempo — dejó mi maleta al lado de la cama e inspeccionó con la mirada el lugar — espero y sea de tu agrado Bricia...

—No olvides que debo volver al trabajo, el libro está por ser publicado y....

—Deja de pensar en trabajo Bricia — agarró mi mano y me acerqué a él.

—Lo siento... solo quiero que estés orgulloso de mi — revelé, a pesar que se portó como un maldito a inicios, la verdad es que gusto su método de trabajo. Dado que era el primer libro que publicaríamos en tan corto tiempo, estoy sorprendida que hayamos logrado poder acabarlo.

—Estoy orgulloso de ti Bricia, no tienes que demostrarme nada — acarició mi mejilla con delicadeza — pero debes de dejar de pensar en trabajo, y solo debes pensar en relajarte por favor — pidió y asentí.

—Está bien... — solo lo permitiría unos días, porque al volver a Virginia, la situación seria otra, debería recuperar el tiempo pasado aquí.

—Te parece si nadamos en la piscina — sugirió y asentí — bien, te espero afuera — me soltó y se dirigió a la salida — la habitación del frente es la mía — volví a asentir.