Capítulo 14: Volvemos

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Mew salió del hospital y evitó todo contacto con Gulf, no tenía dónde ir y el único lugar era la casa de sus tíos. Cuando llegó pensó que su tía le gritaría y lo correría, ya estaba dispuesto a rogar, pero no fue así. La mujer lo abrazó y lloró pidiendo perdón, le ofreció ayuda en todo lo que necesitará, entonces le pidió a su tío que fuera a buscar sus cosas al departamento de Gulf.

- Me preguntó cómo estabas – dijo el hombre cuando llegó.

- ¿Cómo estas él? – preguntó Mew.

- Pues se veía algo ojeroso y algo pálido – Mew se sintió mal, lo que menos quería era que Gulf estuviera enfermo – pero me dijo que te esperaría.

- Gulf – Mew se derrumbó en el sofá y comenzó a llorar.

- Tranquilo – su tía lo abrazó y su tío fue por agua – lo que tienes que hacer es buscar ayuda.

- Necesito dejar... la universidad... buscar un...

- No, hablamos con tu tío y decidimos que te ayudaremos con el tratamiento.

- Pero...

- No hay peros, en parte todo esto fue nuestra culpa Mew.

- Muchas gracias, pero igualmente me cambiaré de universidad.

Fueron muchos los trámites para el cambio de universidad, sus tíos le ayudaron a buscar un psicólogo y le ayudaron en todo. La primera sesión lo dejó muy mal anímicamente, pues hablo sin tapujo de todos sus sentimientos y sus pensamientos impulsivos. La segunda sesión fue algo más tranquila, le dieron algunos remedios y le agendaron horas para terapeutas.

Fueron pasando las semanas de a poco sin darse cuenta, su vida estaba mejorando y se sentía más tranquilo. La psicóloga se sorprendió con su cambio tan rápido y sus tíos estaban felices por él. La universidad iba muy bien también y hasta un trabajo de medio tiempo tenía.

3 meses después un día que estaba saliendo de su trabajo se topó sin querer con Gulf.

- Mew – Gulf lo tomó del brazo- ¿cómo estás?

- Yo... Gulf... - aún no estaba listo para hablar con él – bien...

- Lo siento – la verdad es que Gulf sabía dónde trabaja Mew, solo lo veía de lejos y se iba, pero al parecer Mew salió temprano ese día – no quiero agobiarte Mew.

- Creo... que... mejor me voy.

- Mew... - el chico corrió cake arriba y cuando estuvo muy lejos cayó sentado al suelo, temblando y llorando... no entendía por qué.

- Gulf... - verlo fue agradable, pero su cabeza comenzó a maquinar cosas y pensar de otra forma, no estaba listo para eso, no se sentía confiado de ver aun a Gulf.

Llegó a casa muy tarde y solo se fue a dormir, al otro día tenía clases.

Su vida siguió avanzando en una rutina ya conocida para él, se levantaba para ir a estudiar, tres veces a la semana iba al centro de ayuda, tomaba sus pastillas a la hora correspondiente, trabaja todas las tardes hasta la noche y volvía a casa.

Gulf después de ese encuentro decidió no ir más a ver a Mew, sabía bien que no podía seguir así, avanzó con su vida y realizó muchas actividades.

Sin darse cuenta y sumidos en una rutina la vida avanzó muy rápido, pues habían pasado tres años, Gulf se graduó y estaba trabajando en una empresa de renombre, mientras Mew también se había graduado, pero tenía una pequeña empresa de producción.

Celebremos juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora