𝐕𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

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—¿Es todo lo que llevarán?

Trague saliva y baje un poco mi vestido, Gojo respondió sonriente cargando el bolso donde se encontraba Señor Bam Bam trazando círculos en mi cintura. Las piernas me temblaban y de un momento a otro estaba muy nerviosa, hace tiempo que no me sentía de ese modo y espero no volver a sentirlo.

¿Qué mierda hicimos?

—¿Todo bien señorita?

Respingue, la cajera hundió las cejas confundida por mi repentina actitud. ¿Qué me habia preguntado?

—¿Perdón?

—¿Qué si está todo bien?— repitió confundida.

—¡Oh! Si esta todo perfecto— sonreí y busque calmar mis nervios acariciando la espalda de Gojo.

Las cámaras de seguridad me seguían preocupando. Gojo no me permitió hacer algo al respecto y me aterra lo que su mente retorcida piensa, necesitaba borrar esos quince minutos de cinta cerca de la puerta del almacén, detrás de las cajas.

—¿Segura Kelly?

Alce el mentón y busque el rostro de mi cónyuge, el muy maldito fingió un rostro de preocupación y en su voz la burla sobresalia.

—Segura, Gojo.

—Es que...— mire a la cajera que apuntaba mi pecho con su dedo índice— su vestido esta rasgado y tiene muchas marcas verdes.

Baje la mirada dándome una revisión rápida, los dedos de Gojo estaban marcados en mis brazos y note las manchas verdosas en mi pecho que próximamente serían moradas. No tengo nada que decir al respecto de mi vestido, estaba hecho un asco.

—A mi me parece que no estas bien.

Frunci los labios y lo empujé, ahora mismo lo quería a veinte océanos de distancia.

—Estoy bien— repetí firme— solo deme la cuenta por...

—Aquí tiene joven.

—¡Gracias!— recibio la tarjeta y bajo la mirada a mi rostro— no pagarás en esas condiciones cariño, no es de caballeros dejar que una damisela en apuros pague la cuenta.

Dejo caer su palma en mi trasero robandome un respingo y recogió las cosas que escogimos para nuestra nueva mascota. Hice un berrinche a sus espaldas y como pude camine detrás de él.

Ni Bambi caminaba tan mal como yo lo hago después de estar con Gojo.

¿Qué paso en la tienda para mascotas? Follamos como animales en celo y el muy imbecil olvido la parte en la que no debia destrozar mi ropa ni mucho menos robar mis bragas.

Estaba molesta porque mi vestido estaba destrozado y porque en el bolsillo de su chaqueta guardaba mis bragas. Tarareo una canción feliz cargando las cosas como si no pesarán.

"—Un polvo rápido ¿si?"

—Un polvo y ya— gruñí sujetando el vestido para no hacer el ridículo en la calle— ¡Eso fue más que un polvo!

—Y no se compara con lo que te espera en la casa.

Sonrió y siguió tarareando una canción, abrió la cajuela del auto y metió las cosas manteniendo su sonrisa burlona. Suspiré y lo ayude a ordenar las cosas porque seguramente meteria todo sin tener cuidado.

—Regresaré por la comida— aviso y su chaqueta cayó sobre mis hombros— después iremos por un lindo vestido.

Por segunda vez dejo caer su palma en mi trasero azotandolo como le gusta hacerlo cada que tenia oportunidad y se marchó divertido. Ya ni siquiera me molestaba que lo hiciera, podría pedirle un millón de veces que dejará de hacerlo y él no haria caso ni una sola vez. Señor Bam Bam comenzó a chillar en el bolso y salió de él tambaleándose, lo vi caminar y caer más de una vez sin tener un rumbo fijo.

𝐀 𝐭𝐮 𝐥𝐚𝐝𝐨 ‖ 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora