𝐀 𝐭𝐮 𝐥𝐚𝐝𝐨 ‖ 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖

𝐔𝐧 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐨𝐬

Sonreí.

Y no porque estuviera feliz, más bien, porque me parecía estúpido lo que este tipo había dicho y sobre todo, por lo gracioso que es sentirlo tan duro en mi trasero. No sé qué hace aquí, no se porque llego tan pronto y desconozco los motivos que tenga al buscarme con tanta urgencia, si tardo menos de un día en volver es porque definitivamente necesitaba algo de mi.

Claro que su amigo despertó por otros motivos.

Repare en sus manos presionando mis caderas y recordé un detalle pequeño, pero pequeñísimo, diminuto, el vestido que uso está noche, me lo regalo él.

—Que yo sepa no tienes nada pendiente— gruñi sin forcejear, habían muchas personas a nuestro alrededor como para hacer el ridículo— al menos no conmigo, Gojo Satoru.

—¿Restregarle ese bonito trasero que tienes a alguien que no sea yo, no parece un asunto de completa urgencia para ti? Este trasero, amorcito, es solo mio y solo yo hundo mi cara en él.

—Era— corregí— este trasero es solo mio y te jodes. ¿acaso no te gusto el trasero de la vecina?— pregunté burlona dejando que los celos y la rabia contenida fueran mi guía—. Siento tanta pena por ti...

—¿Estás celosa, Kelly?— devolvió la interrogante con la burla como primer eslabón en el tono de su voz— ¿Por qué no solo me dejas explicarte las cosas? ¿Te gusta este juego?

—Madura— frunci los labios y aparte sus manos, gire sobre mi eje y lo encare—. Una cosa fue soportar tus aventuras mientras éramos novios y otra muy distinta es hacerlo ahora que estamos casados. No estoy para esos juegos, ya no Satoru, ya no sufriré por una traición tuya ni mucho menos la aceptaré. No seré más tu muñeca de exhibición, ya no.

—Interesante— sonrió, recorrió su labio inferior con su pulgar en un movimiento tan... tan encantador que por un segundo deseé besarlo. Sin embargo, prefiero estrangularlo—. Y más lo sería descubrir lo que hubieras hecho si de verdad hubiera cogido con la rubia del departamento sucio. ¿Qué harías? ¿Te pondrías celosa?

Hijo de...

—Haz lo que quieras.

Necesitaba algo más fuerte, necesitaba un chico y una bebida más fuerte. No para tener sexo, ese no es mi estilo, pero necesito a un chico porque quiero bailar y ver nuevas caras, buscar a alguien que pueda cerrarle la boca a Satoru un segundo. Demostrarle que puedo tener a quien quiera a mis pies, enseñarle que no solo dependía de él aunque fuera cierto.

Necesito que un chico me suba el ego.

El tequila o el vodka parecían ser las mejores opciones.

Antes de pensar en huir, golpeé su brazos bruscamente para abrirme camino entre las personas del club, vine aquí para no pensar pero ese tipo llego para arruinar mis planes, admito que fue una medida desesperada pero enserió necesitaba subirme un poco el ego y el orgullo para afrontar todo esto.

—Tequila doble.

Repiquetee la barra con la yema de mis dedos una y otra vez ansiosa, Satoru recargo su brazo sobre ella a mi lado con sus ojos fijos en mi.

—Necesitamos hablar.

—¿Por qué volviste pronto?— acepté el vaso pequeño de cristal y lleve el limón a mis labios.