𝐃𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐚𝐝𝐨𝐬

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║ Kelly Lisbone ║

"La tarde cae sobre la tristeza manchada sin que yo pueda hacer nada, sobre ella caen lagrimas del cielo que acompañan el final de una trágica historia que no merece ser considerada de amor. El cielo llora, el cielo sufre y no hay nada que podamos hacer ante ello.

Duele, de verdad duele.

La punta de su espada toca sutilmente mi espalda mientras los relámpagos capturan el rechazo más cruel de la historia. Finaliza una tragedia y atestigua el velorio de un corazón.

Desde cualquier punto, pareciera que estoy llorando y todos tendrían la razón.

No puedes seguir con esto— pronunció a modo de suplica a mis espaldas con la llama de la esperanza viva.

—¿Por qué no?— pregunto mi corazón adueñándose de mi voz temblorosa y rota.

Un trueno encendió el cielo y marcó la división de la tierra, el olor a hierro se mezclaba con la humedad tras la feroz batalla que protagonizó la tarde. Nuestras manos tiemblan casi tanto como nuestras voces, escucho como todo mi interior se rompe a pedazos sin posibilidad de reconstruirse.

Esta vez murió aquello que alguna vez creyó amar.

Esta vez, murió mi corazón.

No sobrevivió. ¿Cómo hacerlo después de tantos intentos?

¿Qué caso tiene continuar? ¿Qué caso tiene vivir si nadie me da los motivos suficientes para hacerlo? ¿Qué caso tiene vivir en el mismo mundo que el rey?

—Porque no te ama.

Su lengua llena de veneno atravesó mi pecho restregándole al corazón aquello que, tristemente, jamás pudo comprender. Y una vez más, seguía robándome la voz.

—¿Por qué no?— repitió.

—Es un monstruo.

—Lo amo— susurré con el corazón en las manos.

—¡Te está matando! ¡¿Acaso no te das cuenta?!

La espada del guerrero cayó al suelo y fueron sus manos las que sujetaron mis brazos para encontrarnos frente a frente después de una ardua batalla sangrienta. Cerré los ojos. Sus manos temblaban y no precisamente por el frío viento que entremezclado con la tormenta era fatal.

—¡Él no te ama!— repitió cargado de veneno y furia— ¡Te está usando a su antojo! ¡Eres su juguete! ¡Di algo maldita sea! ¡No puedes morir por él!

—Si pudiera hacer algo... ya lo habría hecho desde hace mucho.

—Me quede aquí por ti— su agarre fue débil, al igual que el tono de su voz pese a los truenos que destruían el cielo— espere por ti porque yo... yo supuse que me amarías.

Y con el corazón hecho trizas, susurré:

—Lo siento.

—¡Mírame!— pidió sacudiendo mi cuerpo frágil— Mírame y dime que esto es una mentira, dime que no me rechazaste para terminar así.

—L-Lo siento tanto...

—¿Por qué terminamos así?

Su frente tocó la mía y fue cuando todo, absolutamente todo, se destruyó. Sus dedos quemaron la piel de mi rostro y sus sollozos se mezclaron con los míos formando uno solo en el fin del universo.

𝐀 𝐭𝐮 𝐥𝐚𝐝𝐨 ‖ 𝑮𝒐𝒋𝒐 𝑺𝒂𝒕𝒐𝒓𝒖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora