La Reina (Rivamika)

Capitulo 20.

Levi salto por la ventana cayendo al techo de una parte del castillo observo si el corazón aun si estaba bien y una vez que lo confirmo corrió, detrás de el los soldados que alguna vez lo siguieron ahora estaban disparando flechas intentando matarlo, una le atravesó el brazo y solo pudo gritar del dolor pero no se permitió detenerse tenia que seguir corriendo, tenia que llevar esto ahora o moriría intentándolo, las flechas ya no lo alcanzaban y de puro milagro logro esquivar a la mayoría, aparecieron algunos guardias con espadas dispuesto a atacarlo pero el solo alcanzo a esquivar algunos ataques otros llegaron a lastimarlo pero no eran tan serias la que si era de gravedad era la de la flecha, Levi solo pudo golpear a uno en la cara lo suficientemente fuerte como para noquearlo y abrirse paso para huir, corría lo que sus piernas le permitían pero aun así estaban flaqueando, estaba cansado y podía sentir como a cada segundo las energías lo querían abandonar, alcanzo a notar como a poco a poco perdía a sus perseguidores entre los saltos a otros techo que se le complicaban dar a los caballeros por el peso de sus armaduras pero un caballero con una vestimenta mas liguera que le permitía moverse con mayor libertad  lo atrapo y cayeron rodando por el caliente techo de los rayos del sol, solo se pudo ver la urna de cristal y la espada de el caballero que cayeron a su alrededor Levi quería alcanzar la urna pero el hombre se puso enzima de Levi amenazándolo con un cuchillo, si su fuerza lo abandonaba moriría en ese segundo.

- POR QUE LO HIZO!!! - grito el soldado reprochándole sus acciones.

Levi no sabia que hacer, no quería lastimarlo lo conocía, sabia que tenia familia, sabia donde vivía, alguna vez le compartió su hogar y alimento en un cena, el hombre que estaba enfrente incluso lo llego a catalogar como amigo, Levi lo acuchillo mirando sus ojos, los ojos azules que poco a poco se veía como la vida se iba de ellos, Levi tenia que decidir entre el o el otro, al final se decidió por si mismo, lo único que pudo hacer fue abrazar el cuerpo y susurrar un lo siento el pelinegro retiro el cuerpo de encima suyo, se sentía tan mal consigo mismos se paro con las pocas fuerzas que quedaba y tomo aquella espada de el hombre que hace unos momentos mato y tomo la urna para seguir huyendo, vio una ventana abierta entro y llego a una parte donde podía estar a salvo temporalmente, se apresuro y se hizo un torniquete en su herida y se arranco la parte que sobre salía la flecha de su brazo, no era prudente quitarlo por que si no la hemorragia empeoraría y seria imposible detenerlo encontró una manta y la utilizo como capa para poder pasar desapercibido, los soldados solo corrían de un lado a otro buscándolo tenia que pensar rápido en como salir de ahí.

Estaba preocupado y a cada paso se tensaba mas y mas, solo era cuestión que sospecharan de el, justo en ese momento solo pudo pensar en que hubiera sido mejor haber echo un mejor plan si tan solo lo hubiera echo tal vez o estaría ahí herido y sintiéndose idiota.

- camina y no hables - una voz femenina se escucho a su lado mientras lo abrazaba, ese acto lo saco por completo de su trance. el enseguida reconoció a la persona dueña de voz.

- Petra que haces?.

- ayudándote idiota, por mas que me hayas roto el corazón no puedo verte morir - hablo mientras ayudaba al pelinegro pasar desapercibido, en su mano sintió un liquido, la miro y se dio cuenta que era sangre - Levi estas herido.

- no te preocupes por mi, mejor preocúpate por ti pueden matarte también si descubren que me ayudaste - hablo mientras se quejaba por el dolor que sentía, era agonizante.

-tenemos que curar esa herida - hablo mientras la miraba discretamente para no levantar sospechas entre la servidumbre y caballeros que caminaban por los largos pasillos del palacio.

- no, no puedo ahora, tengo que salir del reino - dijo necio preocupándole muy poco su estado físico.

- aun si logras salir tal vez mueras de inanición no lo lograras a pie - no sabia que decirle para que pensara mejor las cosas, ella sabia que no era prudente actuar como el lo estaba haciendo.